En la segunda columna de este semanal “Crucigrama”, allá por abril de 2016, se contaba el origen del fútbol y sus primeros tiempos en La Argentina. El título era “No se mancha” (Aludiendo a la frase de Diego Maradona).
Solo debió correr una semana para que el encabezar “Se manchó”, porque aquel idílico relato de nacimientos y pioneros ya tenía, a esa altura, un escándalo que acaparaba la centralidad en los medios de información mundiales. El reflejo de la última semana de mayo de 2015 cuando el presidente de FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado), el suizo Joseph Blatter se hizo reelegir pese a la, ya, existencia de procesados y detenidos (nombres supuestamente “intocables” y con etiqueta de dueños de decisiones) por una investigación que develó la existencia de soborno, fraude y corrupción en el ente regente de esa disciplina, surgida de la Fiscalía General de Nueva York y en órbita del FBI. Meses más tarde, se iba a saber que los principales sponsors comerciales habían exigido su renuncia el mismo día de la asamblea previa.
Claramente ¡Manchada!. Estados Unidos acusó e intervino en el momento que la suciedad ya hacía imposible jugar. Explotó, con “epicentro en Zúrich” y golpeó en cada lugar dónde la popularidad del deporte tenía dimensiones de importancia a lo largo del planeta. Además de la cumbre “europea”, los sismos posteriores y los remezones alcanzaron al continente americano incluyendo, obviamente, a nuestro país.
La compraventa de derechos de transmisión, de un voto en una asamblea para decidir un cargo, cientos de millones de dólares que se trasladaban de mano en mano porque… porque sí… fueron (son o debieran razones más que suficientes). Sin embargo, las sanciones tomadas, cárcel para unos “cuantos muchos” y las luces, ametralladas por la prensa, sobre un entramado que, no existe seguridad hoy por hoy, se hallé en fragmentos de “aquella” penumbra.
Sin embargo, más allá del maquillaje que intentaba taparla, todo sigue igual… Un repaso (hecho en 2016), a nivel mundial hubo cambio de directivos, ciertas costumbres, con el objetivo que la competencia fuera “al modo” que los “señores” de Zúrich querían y ¿quieren?, tal vez, solo ha variado la intensidad lumínica. Se aguardaba que la justicia prosiguiera lo iniciado y se ocupara, realmente, de los “grandes hacedores” de la mecánica de “tapar” toda la basura en que, sin duda, el dinero siempre fue y es protagónico. “Algunos”, seguramente, no durmieron tranquilos un tiempo, pero la amenaza del banquillo de un tribunal y sus consecuencias fueron solo eso: “una época de malas noches de sueño”…
Un año después, en abril de 2017, este espacio volvió al “asunto” y ya se reflejaba esa “ideología” destructiva de terminar con el orgullo de décadas del fútbol argentino, su participación social a través de asociaciones civiles sin fines de lucro, nuestros clubes, avanzando a “paso redoblado”, por la ruta de la mercantilización privada con “dueños” reemplazando a los socios del carnet y cuota social, por burócratas con meritorios diplomas, sin haberse sentado nunca en el escalón de una popular. ¿Y el deporte, el juego? ¡Poco importa! El negocio se apropia de declaraciones de principios, declamaciones acerca del espíritu de todo. La dirigencia que afirma un rumbo, va exactamente en sentido contrario, no se observa que nada cambie. Pido el recuerdo que estas observaciones aparecieron aquí hace más de ocho años.
Ahora la “polémica” y la aventura de conseguirlo sigue presente, en Zúrich, con otros apellidos están las mismas pretensiones. En los últimos años se sumó un elemento, ojalá no ocurra, si se escapa de las manos (aconteció en el tenis por ejemplo y también el fútbol italiano) puede ser letal y es la “concurrencia” como empresa comercial, al mismo tiempo en carácter de sponsors de entidades que necesitan publicidad para resistir, y acaparando la difusión en los todos los medios, incentivando (por más del aviso sobre su peligrosidad) el crecimiento de adherentes: Las apuestas deportivas. ¿La timba de “la pelota y el botín”?
¿Se acuerdan de Joseph “Sepp” Blatter y su séquito de complicidades? La siguiente no es noticia de ayer, tiene un año más o menos, pero el nivel de divulgación y propagación es difícil supere el porcentaje de un dígito si se determina que el “original” tuvo el 100% de “atención”.
Si lo sabe, no está de más repetirlo, caso contrario le ruego se entere, sucedió en 2022. “El Tribunal Penal Federal (de Suiza) absolvió a los ex presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA (Unión Europea del Fútbol Asociado), Michel Platini, en un proceso por corrupción por un pago de dos millones de franco suizos (unos dos millones de euros) que el primero le hizo al segundo”. Empatados… ¿El origen de los fondos? Fácil de imaginar ¿O no?.
Es oportuno dejar constancia que la gran mayoría de los involucrados terminaron con meses en prisión física o domiciliaria, fianzas, residir en zonas no extraditables y la desaparición física de los más ancianos. ¡Ah! De Estados Unidos y su “misión” de limpieza no se conoció mucho más o, tal vez, tampoco se publicó lo suficiente.
En tanto el “bueno” de Sepp está en campaña de opinión, a sus ochenta y pico de años, para mostrarse disconforme con distintas cosas como si, quizás, solo hubo un cambio de maneras, el signo monetario continúa encabezando las “marchas”. A un semanario especializado alemán le señaló que la gestión de su compatriota (del mismo cantón) Gianni Infantino (actual mandamás, radicado con su familia en Doha -Qatar-) y con la seguridad de años de expertiz que lo que lleva adelante, un mundial con 48 selecciones al igual que un mundial de clubes más grande. “Es exprimir más y más el limón”, resaltó, como si no fuera un pionero (no es defensa de Gianni solo rememorar quién fue su maestro) y que “lo que está pasando actualmente es una sobre comercialización del fútbol” e insistió que “este nuevo formato en clubes debe ser visto como competencia directa a la Champions League”.
Asimismo, comentó de su período al frente del eje rector futbolístico y afirmó que durante su(s) mandato(s) “intentó controlar el negocio (NdelA: A confesión de parte relevo de prueba), pero que había fracasado en ese aspecto por culpa del valor económico y político del mismo”.
Finalmente, ante preguntas sobre el FIFA Gate repitió una frase de su predecesor en el cargo, el brasileño Joao Havelange, quien le aseveró había “creado un monstruo” (¡Otra confesión y vaya qué autor!).
A un clic de distancia, el video “La caída del Imperio Blatter ¿Cuál fue el origen del FIFA Gate?”, que permitirá adentrarse en detalles de la historia aquí citada sintéticamente en los primeros párrafos de esta escandalosa y turbiamente “adinerada” historia. Publicada, en su canal en YouTube por StJames SanN.
Del estallido hasta la impunidad. Parece simple contarlo, no lo es asimilarlo por más caras se le pongan a una sola moneda.
Cuídense, en todo y por todo. Mucho, muchísimo más que nunca…
Norberto Tallón.