“Cuatro amigos jugando al truco, apenas los infaltables ruidos de la cercana Avenida Maipú y Louis Armstrong que murmuraba en la radio”.
Vicente López (Gran Buenos Aires), comienzo de la historia. Juan Salvo, el dueño de casa y su mujer Elena y su hija Martita. Los “jugadores” son Favalli, Lucas y Polsky. La radio cambia a una extraña noticia sobre una explosión en el océano Pacífico, justo antes que se corte la electricidad y un inusual silencio se adueñe de la calle. Miran a través de la ventana y observan la ciudad cubierta por una especie de nieve luminiscente cayendo en copos redondeados desde el cielo, también cadáveres de transeúntes y vehículos chocados. La siguiente imagen es de vecinos que al abrir para ver lo que ocurre, mueren al contacto con esa “nieve”. La deducción es que el motivo del silencio es esa rara nevada .
Juan corre hasta comprobar que todo está bien cerrado. Polsky, preocupado por su familia, sale sin escuchar advertencias y fallece tras dar pocos pasos. Favalli, erudito e ingenioso profesor de Física, da con la solución para no morir de hambre: un traje aislante que proteja al cuerpo del contacto con los copos. Con él Salvo parte en busca de comercios con productos para subsistir. En la ferretería se agrega un nuevo personaje: Pablo, de 12 años, a salvo por estar encerrado en el sótano por el dueño del local. Así van hallando otros sobrevivientes, pero la situación desencadena anarquía y violencia social. Uno de ellos, desconocido, asesina a Lucas para robarle la vestimenta, entonces resuelven escapar de la ciudad lo antes posible.
No llegan a hacerlo ya que pronto descubren, al ver en la distancia el descenso lento, como un aterrizaje, de bolas de fuego, primeras señales que los sucesos serían producto de una invasión extraterrestre. Un historiador y un tornero, Mosca y Franco, se suman al grupo. Habrá una primera batalla en la avenida General Paz… ¿Hay razones para seguir contando? ¿Por qué privar de la lectura o relectura adelantando (Spoiler) o despertando la memoria? No, sin duda no las hay.
“El Eternauta” es una historieta argentina seriada, género dramático de ciencia ficción, creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López. Se publicó desde el 4 de septiembre de 1957 hasta 1959 en la revista “Hora Cero Semanal”, a razón de tres páginas por entrega semanal. Tuvo una gran cantidad de reediciones, secuelas (“El Eternauta II”), alguna casi inédita y cambios a través del tiempo. Ganó premios nacionales e internacionales.. Ya en este tercer milenio, los Eisner en distintas categorías. En 2015 se editó en Estados Unidos por Fantagraphics Books y el año pasado, 2020, la plataforma de streaming Netflix anunció una serie para todo el mundo. Desafío que muchos se propusieron e intentaron durante décadas y que, tal vez, ahora con la tecnología digital con sus efectos especiales, recreaciones de escenarios, hologramas, etc. puedan hacerla posible. Un deseo que nos debemos.
Héctor Germán Oesterheld, (Buenos Aires, 23 de julio de 1919/desaparecido por la última dictadura en 1977 y asesinado por militares en 1978), fue un guionista de historietas y escritor, en ocasiones firmando “HGO”. Escribió numerosos relatos breves de ciencia ficción y novelas, publicó en revistas como Misterix, Hora Cero y Frontera. Entre sus muchos cómics, unitarios o por capítulos, destacan “Sargento Kirk”, “Bull Rocket”, “Ernie Pike”, “Mort Cinder”, “Sherlock Time”, entre otros.
“El Eternauta” es su obra maestra. Sobre ella existe un comentario extendido, que proviene en especial de apreciaciones en notas de Carlos Trillo y Juan Sasturain, que enlaza en los invasores y sus métodos referencias veladas a los golpes de estado que se vivían en el país. Sus tres versiones (la primera, que dibuja Enrique Breccia y la segunda) coincidieron con gobiernos de facto: Revolución Libertadora, Revolución Argentina y la cruenta dictadura cívico-militar del autodenominado “Proceso Reorganización Nacional”. El día su nacimiento es el de “La Historieta Argentina”.
Francisco Solano López, (Buenos Aires, 26 de octubre de 1928 y 12 de agosto de 2011), Uno de los dibujantes más importantes de la historieta nacional y “El Eternauta” como su “bastión de reconocimiento”. Descendiente de su homónimo, histórico presidente del Paraguay. En 1953 comenzó en Editorial Columba. Su dupla con Oesterheld fue a partir del 55 con “Bull Rocket” en Misterix. Dibujó incontables guiones, de los más prestigiosos creadores, hasta los primeros años de éste siglo XXI.
A un clic de distancia, “60 segundos de Oscuridad – Homenaje a El Eternauta”. Una recopilación de cinco minutos de cortos hechos por fans de la obra, cuyos créditos aparecen en el final y un fragmento de un serial de radio del Canal Universo.
Sigan cuidándose. Siempre por todos.
Norberto Tallón
Twitter: @betotallon