Crucigrama: Elvis

Una historia de Mississippi a Tennessee – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

En agosto de 1977, el día 16, en su mansión de Memphis -Tennessee- por problemas cardíacos provocados probablemente por una sobredosis de drogas, a los 42 años de edad, moría un mito del Rock & Roll: el cantante y actor estadounidense Elvis Presley.

Nacido como Aaron Presley, en 1935, en el pueblo de Tupelo -Mississippi-, hijo gemelo sobreviviente de Vernon y Gladys Smith Presley, que trabajaban en una compañía de pinturas y en un hospital como enfermera, respectivamente. Vivió apegado a su madre, particularmente tras mudarse a Memphis, donde a partir de los trece años empezó a desarrollar un interés por el blues de los negros.

Se empleó como chofer de camión en una compañía de electricidad, tras graduarse en la escuela secundaria, hasta que un sábado de julio de 1953 decidió ir  a la modesta compañía de discos “Sun”, para realizar la grabación privada de la canción “My Happiness” y regalársela a su mamá.

Un año después regresó a ese mismo estudio para registrar un segundo disco particular. Fue el que le abrió el camino a la fama y el éxito cuando el promotor Sam Phillips prestó atención en él.

Tres años más tarde grabó por primera vez en los estudios neoyorquinos de la RCA su primer LP (Long Play/Larga Duración). En ese mismo 1956, su suceso “El hotel de los corazones destrozados”,  lo convirtió en millonario vendedor de discos y, con su carisma y talento, una de las principales compañías cinematográficas decidió llevar esa fama y trascendencia a las taquillas.

En el 58 ingresó en el ejército de Estados Unidos de América, dejó de lado la que sería su época más interesante como cantante e innovador. La imagen de seguridad que se proponía proyectarle al mundo comenzó a derrumbarse con la muerte de su madre.

Más de un década después, con el nacimiento de su hija Lisa Marie, su popularidad recibió un nuevo impulso.

Pero, más tarde, pasó de la depresión a la esquizofrenia, de la melancolía a la hiperactividad, de la amabilidad a la ira y la histeria, de sus 70 kilos de peso a los más de 115 que lo aislaron en las paredes de su gigantesca casa: “Graceland”.

Las pocas presentaciones personales fueron de mal en peor. En escena, daba la impresión de no importarle nada: música, imagen, monólogos cada vez menos comprensibles. El Rey estaba gravemente enfermo física, espiritual y emocionalmente.

A un clic “Jailhouse Rock” (El rock de la cárcel), la canción de Jerry Leiber y Mike Stoller (versión de 1957) para la película homónima dirigida por Richard Thorpe, estrenada en Buenos Aires con el nombre de “Prisionero del Rock & Roll”, el 25 de marzo del 58.

Un recuerdo del Elvis más célebre y triunfador.

Norberto Tallón

(Twitter) @betotallon