El Teléfono Rojo… – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Primero. Derrumbemos algunos mitos de la leyenda.

No era rojo (más que por símbolo de alarma o alusión al comunismo). No era un teléfono (denominación que le dio la prensa). Tampoco, quizás, existió y exista un “botón” para activar ataques ni con ese mismo color.

¿De qué se habla? El Teléfono rojo, ni rojo ni teléfono, es un enlace de comunicación directa sin intermediarios, en el momento de su puesta en marcha, que según quien escriba o diga tiene fechas diferentes, tanto que podemos citar tres, al menos, según el origen informativo o bibliográfico: Todas en 1963… 5 de abril, 20 de junio y 30 de agosto, entre Estados Unidos y la, entonces, Unión Soviética, con John Fitzgerald Kennedy y Nikita Kruschev como líderes. (Se supone, afirma, que desde 2016 funciona con la Federación Rusa F vía E-mail, modo ultra seguro y encriptado).

Era  uno de los períodos más tensos de la historia de las últimas décadas, época de plena “Guerra fría”, a “nada”, en unas cuantas oportunidades de transformarse en una guerra nuclear, ante la ausencia de rápida posibilidad de diálogo entre ambas naciones.

Durante la Crisis de los Misiles en Cuba, tras 12 horas de tardanza estadounidense en decodificar un mensaje de Kruschev pudo estallar una tragedia. Casi un año después se consiguió esa vía “inmediata”. Su primera versión fue una línea de teletipo. La alternativa telefónica fue rechazada por razones técnicas y políticas, a lo mejor válida entre aliados pero peligrosa en diferencias con adversarios. Por el tema idiomático se decidió que el intercambio fuera escrito, los emisores redactaban en su lengua y se traducía al receptor en la suya. De manera que con esta premisa, se desplegó una línea dúplex por cable en la ruta Washington DC, Londres, Copenhague, Estocolmo, Helsinki y Moscú, con un soporte de radio Washington, Tánger, Moscú, con mensajes cifrados entre la Casa Blanca y el Kremlin.

Hacia 1971 el tendido submarino pasó a ser secundario, sumándose dos canales por vía satélite. En mayo del 83, se propuso una comunicación vía fax, que demoró dos años en ser realidad.

Unas cuantas fueron las interacciones asociadas al sistema de enlace. Por ejemplo: la guerra de los Seis Días (1967), la indo-pakistaní (1971), la del Yom Kippur (1973) o la invasión soviética de Afganistán. La “línea caliente” fue útil en los minutos más cruciales para avisos de envíos de tropas, conflictos bélicos, evitando mala interpretación y entendidos, así como mutuos ataques. En la actualidad, varias naciones manejan una vía de intercambio similar. Estados Unidos y China o India y Pakistán.

Tal vez, el “Teléfono Rojo” solo pudo “verse” en la película de Stanley Kubrick (1964) “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worring and Love The Bomb”, con distintas versiones del título en español, en la que Peter Sellers interpreta tres personajes: El insólito Dr. Strangelove, el capitán Lionel Mandrake y presidente Merkin Muffley.

A un clic de distancia, unos minutos dedicados a este tema con imágenes y un relato relajado. Cuídense. Y mucho…

Norberto Tallón

Twitter: @betotallon