Crucigrama: La Cultura y la Palabra

Breve recorrido por una década. Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

La cultura y la palabra están íntimamente ligadas, ya que ésta última es protagonista básica de muchísimos hechos culturales. El reflejo de una en otra es mutuo pero, además, el uso y la prioridad de las palabras pueden, también, servir para “pintar” un cuadro valorativo de cada momento cultural.

Nuestro viejo (aunque sea la última -23ª Edición-) Diccionario de la Real Academia Española, hoy, se convierte en una suerte de termómetro o “consultor estadístico” con un amplísimo universo de “inocentes opinantes”. En la mitad de la década pasada, durante un par de años, el vocablo más consultado por su significado a la Academia fue “cultura” y encontraron esta respuesta: “Del latín cultūra. 1: cultivo. 2: Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. 3: Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”.

Podría deducirse que, al menos los hispanoparlantes, tenían especial interés por lo específico de su definición y sus alcances. Es obvio que, para extraer conclusiones bien fundadas, son necesarios especialistas de diversos campos pero, a primera vista, lo cotidiano de cada día se encontró, entonces, en el centro del saber sobre en qué forma nos relacionamos socialmente y que cada uno de los pasos (todos) son integrantes de ella.

Ya en el fin del período 2018/19, cambió el objetivo y surgieron en carácter de más buscadas: “feminismo; del fr. féminisme, y este del lat. femĭna ‘mujer’ y el fr. isme ‘-ismo’. 1: Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. 2: Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo”. La siguieron: “resiliencia; capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos” y “procrastinar”, de gran difusión en las redes sociales, “formada” con un adverbio en desuso “cras” (mañana). Con una explicación en la conducta de “dejar para mañana” (obligaciones, planes, etc.).

En este caso, los “encuestados” se ocuparían de un asunto trascendente de discusión y evolución en el mundo, tal la situación y problemática de la mujer, más los restantes acerca de comportamientos, no nuevos, sí con nombre propio y gran cantidad de “adherentes”.

Llegaron los ’20 del tercer milenio junto con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, nombre de prensa “Covid-19”, y en el “mataburros” fue necesario buscar: Pandemia, cuarentena, confinar, triaje, al tiempo aunque se tenía un poco más claro, epidemia, virus, etc. El primer mes se registraron más de 84 millones de visitas (casi 3 millones diarios). En menos cantidad: inocuo, remitir, confinado, morgue, resistir, infectar, disnea, asintomático, intubar y, claro, mascarilla (tapabocas) y pangolín, el gran “sospechoso”. Algunas no presentes, oficialmente, en la Lengua. La gente quiso saber, haya sido útil o no, para lograr una difícil tranquilidad.

Aquí y ahora, las cifras crecen, no alarmantes pero continuas, con la absoluta certeza de que lo eficaz pasa por las vacunas y completar sus planes, mantener el distanciamiento, el lavado frecuente y profundo de manos, ante la imposibilidad, alcohol en gel, el uso correcto del barbijo al aire libre cuando se circula cerca o en medio de otras personas y en lugares cerrados (según espacio y distancia), corriente de aire cruzado en los ambientes… en realidad, todo lo que “Todos” sabemos, pero hay que lamentar de unos cuantos que no lo practican porque su libertad, quizás, ofrezca una salida mágica y otros que “creen”, como si no tuvieran contacto con los medios informativos, que muestran a países desesperados por la ola “número X”, que la Pandemia ya terminó. Un terrible y temible, error.

Es de esperar que la reflexión general conduzca a una Solidaridad imprescindible para ser ejercida, no por una mayoría, sino por todos. También la Fe y la Esperanza, constructivas, para que la responsabilidad gane la partida y el escenario, si lo hay, sea el mejor.

Repito, como desde hace, ya casi, un par de años, cuídense cada uno por todos y para que el tiempo más próximo nos devuelva a insistir, conocer y disfrutar de la cultura, como hace no más de un lustro. Por ello a modo de deseo, a un clic de distancia, un tema compuesto en 1980, en protesta por el cierre de la Universidad de Luján, por León Gieco, que padeció una noche de cuartel por ello. Registrada en el escenario Atahualpa Yupanqui de la Plaza Próspero Molina de Cosquín, el viernes 31 de enero de 2014, León con la Murga montevideana Agarrate Catalina, publicada en el canal oficial de los uruguayos en YouTube, “La Cultura es la Sonrisa”.

Que nuestras vidas tengan muy pronto la tranquilidad para que ambas Palabras se conviertan en un paradigma insoslayable. Estén muy bien, Feliz Navidad y un 2022 que, no duden, merecemos. Nos reencontramos el primer sábado de febrero.

Norberto Tallón

Twitter: @betotallon