“Allons enfants de la Patrie,
Le jour de gloire est arrivé!
Contre nous de la tyrannie
L’étendard sanglant est levé”.
“Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats?
Ils viennent jusque dans vos bras
Égorger vos fils, vos compagnes!”.
(Marchemos, hijos de la Patria, / ¡ha llegado el día de gloria!/Contra nosotros, de la tiranía, / El sangriento estandarte se alza/.
¿Oís en los campos / el bramido de aquellos feroces soldados? / ¡Vienen hasta vuestros mismos brazos / a degollar a vuestros hijos y esposas!).
Días pasados se recordó el aniversario, y esta es la apretada síntesis, de la Revolución Francesa. En 1789, solo dos días después que la “Asamblea Nacional” desafió, de manera rotunda, el poder absoluto del rey cuando se autoproclamó “Constituyente”. Las tropas reales, 20 mil soldados, estaban concentradas en las cercanías de París y Versalles. La jornada siguiente, muy temprano, llega la noticia a la capital y el “menu peuple” (literalmente “gente del menú, en sentido político-social: “gente común” o “gente ordinaria”), reacciona para impedir que la Asamblea sea disuelta por las armas Se organiza una milicia de 48 mil hombres a los que se une el regimiento de los guardias franceses de la guarnición en París. Veinticuatro horas después, martes 14 de julio, se dirige hacia la fortaleza y prisión real de la Bastilla, (Depósito de toda la pólvora disponible en Paris). El gobernador de la fortaleza (que defienden 60 custodios, algunos inválidos) inicia negociaciones, pero un disparo al comienzo de la tarde desencadena las hostilidades y cuatro horas después los sitiados se rinden (unos 100 asaltantes cayeron muertos). Bernard de Launay, el gobernador, es asesinado por la muchedumbre, también el regidor de los comerciantes, sin que las tropas reales intervengan. Luis XVI, dudó de la fidelidad de las unidades que deberían disparar sobre la multitud y las retiró. El 17 el rey se desplaza a París y acepta recibir la nueva escarapela tricolor, emblema de los “patriotas”.
Las causas de la Revolución se sitúan en una amplia (siempre incompleta lista) de diferentes tópicos: Desigualdad Social, Crisis Económica, las Ideas de Ilustración y la Debilidad de la monarquía. Las fases de desarrollo fueron los Estados generales y la Asamblea Nacional, la Toma de la Bastilla, la asamblea Constituyente y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que proclamó la libertad, la igualdad, y la fraternidad como principios fundamentales sumado a un fallido intento de establecer una monarquía constitucional, que culminó en la caída monárquica, y el establecimiento de la República. Asuntos concomitantes: La Convención nacional dominada por los jacobinos y su reinado del Terror. El Directorio, gobierno colegiado, inestable y corrupto, finalmente, el Golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, en 1799, que puso final a la revolución y abrió una nueva etapa en la historia de la nación. La década dejó el fin del Antiguo Régimen y la monarquía absoluta, privilegios perdidos para la nobleza y clero, surgimiento de la República con altibajos y cambios posteriores, nuevo orden social y político. La difusión de las ideas liberales inspirando movimientos en otros países. Impacto profundo sobre la política, la sociedad y la cultura de Europa y el mundo, asiento de las bases para la democracia moderna.
Regreso a “Liberté, Égalité, Fraternité” (libertad, igualdad, fraternidad) lema oficial de la República Francesa y de la República de Haití, así como la divisa del Gran Oriente de Francia.
“Libertad, igualdad, fraternidad»” procede del lema no oficial de la Revolución de 1789: “Liberté, Égalité ou la mort”/“Libertad, igualdad o la muerte”, adoptado de manera oficial después de la Revolución de 1848 por la Segunda República Francesa. El escritor, poeta, historiador y político francés Lamartine (Alphonse Marie Louis Prat de Lamartine) rindió homenaje y apoyó la creencia de que el mismo “Libertad-igualdad-fraternidad” es de origen masónico. A su vez en esa época aparece “Marianne”, símbolo masónico y republicano al mismo tiempo. Su efigie representa, asimismo, la corriente de Masonería liberal, conocida como Gran Oriente de Francia.
La francmasonería o masonería es una organización fraternal iniciática que practica la filantropía. La Enciclopedia Británica la califica como la sociedad secreta más extendida del mundo. Sin embargo, la última definición de la Real Academia Española es “Asociación universalmente extendida, originariamente secreta, cuyos miembros forman una hermandad iniciática y jerarquizada, organizada en logias, de ideología racionalista y carácter filantrópico”. En la actualidad, algunos masones prefieren llamarla discreta en vez de secreta. El 24 de junio de 1717 cuatro logias masónicas de Londres se unieron para crear la Gran Logia de Inglaterra, en una taberna de esa ciudad, ya que éstos solían ser sus lugares de reunión. En 1721 dos pastores protestantes, John Theophilus Desaguliers y James Anderson, redactaron sus primeras constituciones, aprobadas, con algunas enmiendas, en 1722 y publicadas en 1723.
“La marsellesa” (“La Marseillaise”) es el himno nacional de Francia y fue escrito, en 1792, por el militar, músico, autor y compositor Claude Joseph Rouget de Lisle (oficial del cuerpo de ingenieros del ejército, retirado con el grado de capitán). La presentación ocurrió en mayo de 1792, el 14 de julio de 1795 se la reconoció como himno nacional, y en 1958, por las constituciones de la Cuarta y Quinta Repúblicas logró el reconocimiento que ya tenía extraoficialmente en lo popular.
Prohibido durante el Imperio y la Restauración. Volvió a ser el himno nacional desde la III República. Durante 1940-1945 fue nuevamente prohibido, y su canto era considerado como un símbolo de resistencia a la ocupación alemana y al régimen colaboracionista de Vichy. Es tocada en parte de la obra “Obertura 1812” de Piotr Ilich Chaikovski o Tchaikovski (como gusten).
El 25 de abril de 1792, el barón Philippe-Frédéric de Dietrich, alcalde de Estrasburgo y maestro de la logia masónica local, pide a su invitado masón Rouget de Lisle que componga una canción “que reúna a nuestros soldados de todas partes para defender su patria amenazada”. Esa noche éste, escribió “Chant de guerre pour l’Armée du Rhin”/”Canción de guerra para el ejército del Rin”. La melodía fue reclamada y adoptada como “La Marsellesa”, a posteriori que los voluntarios de Marsella la cantaran por primera vez en las calles, a finales de mayo, al hacer su entrada en la ciudad de París el 30 de julio de 1792, luego que un joven voluntario de Montpellier la cantó en una reunión patriótica en Marsella. Las fuerzas la tomaron como canción de marcha de la Guardia Nacional de Marsella.
La letra es un reflejo de la invasión de los prusianos y austríacos. La Convención la aceptó como himno nacional francés en un decreto aprobado el 14 de julio de 1795, convirtiéndola en el primer himno de Francia. Más tarde perdió ese rango bajo Napoleón I, y prohibida directamente por Luis XVIII y Carlos X. Se reinstauro, brevemente, tras la Revolución de Julio de 1830. En los interregnos hubo otras canciones. La recuperación se produjo durante la Guerra franco-prusiana como forma de motivación al pueblo. En el siglo XIX y principios del XX, se la catalogó “himno del movimiento revolucionario internacional” y la acogió la Comuna de París en 1871, con una nueva letra y el título “La marsellesa de la Comuna”. Ocho años más tarde, 1879, fue restituido como himno nacional de Francia, y así permaneció desde entonces. Hoy por hoy solo se canta la primera estrofa (a veces la sexta y séptima) y el estribillo. La intérprete Mireille Mathieu grabó una versión en la que entona “La Marsellesa” con la primera, quinta y sexta estrofas, además del estribillo. Los versos originales recibieron críticas, aún en Francia, y hubo intentos fallidos de reformularlos.
Debido a su alto desconocimiento entre muchos jóvenes, la ley Fillon para la reforma de la educación de marzo de 2005, incluye la obligación del aprendizaje de “La Marsellesa” en las escuelas infantiles y primarias, incluyendo junto a la canción otros símbolos nacionales: la figura de “Marianne”, con su gorro frigio, el oleo sobre lienzo “La Libertad guiando al pueblo” de Eugène Delacroix, un ícono que se exhibe en el Museo del Louvre.
Es dable encontrar “citas” en cantidad de obras musicales: La zarzuela de Manuel Fernández Caballero, el lied de Robert Schumann “Los dos granaderos”, la película “Casablanca”, el tema de Django Reinhardt y Stéphane Grappelli “Echoes of France”, una versión reggae de Serge Gainsbourg, la canción “Viudita de Clicquot” de Joaquín Sabina… solo algunas.
A un clic de distancia, “La Marsellesa” (La Marseillaise) de Rouget de Lisle, en la voz de la actriz y cantante Candice Parise, la música de la Banda del Cuerpo de Bomberos de París, participación del Coro del Ejército francés y la Juventud Académica y Deportiva con dirección del Sargento Jefe Julien Voisin. Los arreglos de Rouget de Lisle y Héctor Berlioz. Publicado en su sitio de YouTube por la propia vocalista en 2022.
Párrafo Necesario. Según la inteligencia artificial (IA) ChatGPT, estos son los himnos más bellos del mundo: 1 “La Marsellesa” – Francia, 2 “God Save the Queen” – Reino Unido, 3 “Himno Nacional de Rusia” – Rusia, 4“Himno Nacional de Japón” – Japón, 5 “Himno Nacional de Italia” – Italia, 6 “Himno Nacional de España” – España, 7 “Himno Nacional de Brasil” – Brasil, 8 “Himno Nacional de México” – México, 9 “Himno Nacional de Sudáfrica” – Sudáfrica, 10 “Himno Nacional de la India” – India. Con total respeto por cada uno de ellos y las naciones que representan (reflexión que por razone obvias no incluye a “La Marsellesa”): Unos más, otros menos (sin mencionar) alguno aburridísimo, otros más para bailar que honrar a su Patria y el resto más menos que más.
Una pregunta. Los “genios” participantes de cualquier procedimiento del (IA) ChatGPT: ¿Sufren deficiencias auditivas, poseen algún básico conocimiento musical? ¿”Alguien o alguienes” evaluaron y/o ayudaron con las aproximad as 200 canciones patrias para calificarles? ¿En algún instante de sus vidas escucharon el Himno Nacional Argentino? ¿Para semejante y “contundente” conclusión, es válida esta artificial vergüenza inteligente? ¡Andá pa’yá!
Cuídense mucho, muchísimo más, como no lo han hecho antes. Si lo hicieron pensando en un límite que decía “nunca”. Lo borraron.
Norberto Tallón