Crucigrama: Marilyn

Reflejos de una vida… – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.

Como las imágenes multiplicadas simétricamente, según se mire, desde el extremo opuesto a través de las láminas de vidrio los varios objetos irregulares del interior del tubo ennegrecido del caleidoscopio la vida, a medida que se la transita ineludible y obligatoria, entrega reflejos llenos de alternativas, contradicciones, alegrías, tristezas, etc. con la “obligación” de sortearlos y seguir adelante. A veces con la persistencia de mejores condiciones, tanto en maneras y tiempos, otras tropezando con obstáculos casi permanentes. Muchos lo describen en una frase ¿hecha?: “Es el destino”. La fuerza desconocida que, necesaria y fatalmente, encadena los sucesos.

Tantos han sido, en lo que se trata, un corto espacio temporal, si se quiere, los que se narrarán como reflejos del “todo” de esta historia particular, ya que cada uno de sus instantes, detalles, ciclo o época, entretelones, serían imposibles para esta columna.

Nacida en Los Ángeles County Hospital, de esa ciudad californiana en la que a su vez se crió, el 1° de junio de 1926, con el nombre de Norma Jeanne Mortenson, hija de Charles Stanley Gifford y Gladys Pearl Baker, apellido que utilizó luego del expresado en el acta su madre lo tomó de su segundo esposo: Mortensen, más tarde usaría el materno Baker. Transcurrió gran parte de su infancia entre doce hogares temporales y un orfanato. A los 16 años se casó, en 1942, con James Dougherty, un policía local de, entonces, 21 años. Se separaron en el 46.

Trabajó en una fábrica durante la Segunda Guerra Mundial, conoció a un camarógrafo de cine que la conectó al género en que iniciaría una exitosa carrera, como modelo pin-up (para portadas y/o afiches sugerentes), pronto tuvo breves contratos con 20th. Century Fox y Columbia Pictures en roles menores de películas. En los dos años siguiente de volver a Fox, logró ser una actriz popular en varias comedias, la “rubia explosiva”, y dramas. Surgió un escándalo al revelarse había posado desnuda en una sesión fotográfica en sus comienzos. No hubo “daños” sino mayor interés en su camino.

La “Explosive Blonde” se transformó en uno de los símbolos sexuales más populares de los ’50 e inicios de los ’60, asimismo un emblema de la “revolución sexual” de esos tiempos y en una de las intérpretes más cotizadas durante una década, a través de filmes con taquillas, hoy de miles de millones de dólares.

Actriz, modelo y cantante Marilyn Monroe, para 1953, era de las estrellas de Hollywood con más suceso comercial. Desde allí al protagonizar “Niágara” rodó once filmes (sumando 21 en su filmografía): “Gentlemen Prefer Blondes (Los caballeros las prefieren rubias)”, “How to Marry a Millionaire (Cómo casarse con un millonario)”, “River of no Return (Río sin retorno)”, “There’s No Business Like Show Business (No hay negocio como el espectáculo)”, “The Seven Year Itch (La comezón del séptimo año)”, “Bus Stop (Parada de autobús)”, “El príncipe y la corista (The Prince and the Showgirl)”, “Some Like It Hot” (Una Eva y dos Adanes)”, “Let’s Make Love (Hagamos el amor/La adorable pecadora)” y “The Misfits (Los inadaptados)”. Situada en su carácter de estrella, apareció desnuda y fue la tapa del primer número de la revista “Playboy”. Forjó su imagen pública en su trayectoria, se decepcionó al sentirse encasillada y mal remunerada por el estudio, que la suspendió a principios del 54, sin embargo regresó enseguida con “La comezón…” en 1955, una de sus más célebres actuaciones.

En ese lapso la compañía se mostró reacia a renovar su contrato y ella respondió fundando su propia productora de cinematográfica, a la que le dedicó todo un año para construirla y empezó a estudiar “actuación del método”, en el Actors Studio, con Lee Strasberg. Luego la Fox le firmó un nuevo acuerdo con más control y mejor salario, llega la seguidilla de títulos memorables. Esos trabajos incluyeron su primera producción independiente (“El príncipe y…), la crítica la aclamo, ganó el Globo de Oro a La Mejor Actriz por “Some Like It Hot”. Su última película fue el drama “The Misfits” (1961).

El primer premio del séptimo arte fue un “Henrietta” (ganó dos veces), categoría discontinuada de los Globos de Oro, como Mejor personalidad joven de taquilla. De 1952 al 54 recibió reconocimientos de revistas como “Photoplay” y “Look”. Nominaciones a los BAFTA y Globo de Oro. En el 58 obtuvo el David de Donatello a la Mejor Actriz Extrajera, por el mismo rubro, también. el Crystal Star en 1959. En el 60 se alzó con el Globo de Oro a la Mejor Actriz de cine en comedia  o musical por “Some Like It Hot”, esa temporada se le otorgó su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood (En Hollywood Boulevard 6801, entre calles La Brea y Sycamore, exactamente frente al Teatro Dolby (antes Kodak). Su último galardón en vida fue el Henrietta en Película Mundial Favorita. En 1999, el American Film Institute la clasificó en el sexto lugar de su lista de las más grandes leyendas del cine femenino de la Edad de Oro de Hollywood. “Diamonds Are a Girl’s Best Friends” ocupó el puesto 12 de las mejores canciones estadounidenses de los últimos 100 años. “Variety” la llamó “una comediante con esa combinación de atractivo sexual y sincronización que simplemente no se puede superar”. Un dato: nunca recibió, siquiera una nominación al Oscar.

La atención de los medios fijó su mayor atención en su vida privada, en tanto luchaba contra la adicción y transtornos de estado de ánimo. Sus muy publicitados matrimonios fueron con la celebridad retirada del beisbol Joe DiMaggio y el dramaturgo Arthur Miller, ambos concluyeron en divorcios. Cuando estelarizó “Let’s Make Love”, a fin del 59, una producción controvertida en guión y reparto, durante el rodaje tuvo una affaire extramatrimonial con su compañero de rubro, difundida e incluida en la campaña publicitaria, el actor y cantante ítalo-francés Yves Montand.

Desde los últimos meses de 1960 su salud y estado emocional se deterioraron. En la noche para vencer su insomnio acudía, por teléfono, a su psiquiatra y analista, a la vez que visitó a otros médicos por su consejo. El asunto empeoró por dolor en sus cálculos biliares, la creciente adición a drogas y barbitúricos más la caída de su estado anímico. Su última filmación se detuvo para una semana de internación para desintoxicación. La prensa abordó ese “mal panorama” sin revelar las causas. Se sometió a tratamientos pero la depresión la devolvió un mes al hospital. En 1961 salió un tiempo con Frank Sinatra. A principios del 62 se mudó de manera permanente a California, compró una casa en el 12305 Fifth Helena Drive en Brentwood, un barrio del oeste de Los Ángeles.

Los planes de una propia coproducción con Fox (George Cukor en la dirección junto a Dean Martin y Cyd Charisse), la encontró más enferma e inconvenientes para trabajar. El 19 de mayo cantó el “Feliz cumpleaños, señor Presidente” en una celebración, anticipada al día exacto, de John Fitzgerald Kennedy, en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. Un vestido ceñido color beige, cubierto de pedrería la hacía parecer desnuda. Poco después filmó una escena para “Something’s Got to Give” desnuda en una pileta de natación. Presente el periodismo invitado para impulsar la publicidad, así posó para las fotos, las primeras de una diva de su importancia en el punto más alto de su fama, que se publicaron en “Life”.

El 7 de junio, la Twenty Century Fox la despidió, demandó, reemplazó y, finalmente, culpó de la desaparición del emprendimiento y difundió dichos negativos sobre ella, llegando a mencionar un “trastorno mental”. A continuación lamentó su decisión volvió a negociar a finales del mismo mes sobre otro proyecto.

Para reparar su imagen pública participó en distintas acciones sumando entrevistas para “Life” y “Cosmopolitan” y su primera sesión de fotos para “Vogue”, con el fotógrafo Bert Stern en dos series de imágenes, una de moda estándar, la otra posando desnuda, editadas póstumamente, tituladas “La Última Sesión”.

Distintas evidencias permiten saber de sus posturas claras en ciertos temas políticos y sociales: Defensa activa de los derechos civiles e igualdad racial, preocupación por la situación laboral, minorías y personas en situación de pobreza. Al mismo tiempo, por un lado rechazo al macartismo. Por otro promocionó la libertad artística y de expresión, compromiso con causas pacifistas y preocupación por la amenaza nuclear. Expresó su aprecio por la democracia y figuró los registros de voto del Partido Demócrata. El FBI investigó la investigó por presuntas conexiones con el comunismo, aunque muchas celebridades, en esa época, fueron objeto de investigaciones similares. Los documentos se centraban en sus relaciones con Arthur Miller.

En su casa de Brentwood, se encontraba Eunice Murray, el ama de llaves pasando la noche, que despertó y observó luz en el dormitorio principal, llamó, sin respuesta, a la puerta cerrada, por lo que contactó al psiquiatra, Ralph Greenson, quien llegó al rato, ingresó en la habitación a través de una ventana y la halló muerta en su cama. Luego arribó el médico de Monroe, Hyman Engelberg, cerca de las 3:50 de la madrugada del 5 de agosto de 1963 y la declaró muerta en el lugar, a los 36 años de edad. A las 4:55, el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jack Clemmons, recibió una llamada del Dr. Greenson que le informó del hecho. El policía fue el primero en llegar y advirtió una incongruencias en las declaraciones de los muy nerviosos dos médicos y el ama de llaves, y con un retraso en el aviso. Percibió posibles alteraciones en la escena, las sábanas recién cambiadas y limpias, el cuerpo había sido movido, además lo sorprendió que, a esa hora, la señora Murray lavara ropa. La postura del cadáver era antinatural, tampoco había agua ni jarra ni vaso con que hubiera podido ingerir las pastillas, por lo que consulto a los médicos. Más tarde, en la aparecería “muy oportunamente” un vaso a la llegada de otros detectives y forenses.

Monroe, según los exámenes, murió reaimente entre las 20:30 y las 22:30 de la noche del 4 de agosto, la pericia toxicológica señaló a una intoxicación aguda por barbitúricos como causa de la muerte. Tenía 8 miligramos por 100 mililitros de una solución de hidrato de cloral y 4,5 de pentobarbital  (Nembutal) en sangre y 13 mg de pentobarbital en el hígado. Existían frascos de medicamentos vacíos junto al lecho. Se descartó la posibilidad de sobredosis accidental porque las encontradas en su cuerpo estaban varias veces por encima del límite letal. El Departamento Forense del Condado recibió asistencia en su investigación del Equipo de Prevención del Suicidio de la ciudad, con conocimientos especializados sobre el suicidio. Debido a testimonios recibidos de especialistas y los antecedentes el forense adjunto Thomas Noguchi clasificó el deceso como probable suicidio. Se tome uno (el de la declaración) u otro (el de la presunción forense) día, el próximo lunes o martes se cumplirá un nuevo aniversario de su triste final. ​Hay quienes han señalado que la falta de ciertas pruebas, conducen en la teoría de un asesinato, aludiendo la cantidad de horas transcurridas antes del aviso, y como el conveniente arreglo del cuarto, fue una manipulación a conveniencia antes de comunicar el asunto. La repentina muerte de Marilyn fue noticia de primera plana, prácticamente en todo el mundo. El funeral se efectuó en el cementerio Westwood Village Memorial Park el 8 de agosto, con carácter privado al que solo asistieron los más cercanos.

Marilyn Monroe sigue siendo un icono de la cultura popular. Los reflejos de su vida son eso, una mezcla de claroscuros más o menos intensos, recordables o no.

“Señor, recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre… y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos)…

Sola como un astronauta frente a la noche espacial”.

“Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!”

Fragmento de “Oración por Marilyn Monroe”.

(Ernesto Cardenal, poeta, sacerdote, teólogo, escritor, escultor y revolucionario nicaragüense).

A un clic de distancia, Marilyn Monroe canta el Standard de Jazz  «Diamond Are A Girls Best Friends (Los diamantes son los mejores amigos de una chica)», en su vigésima película «Gentleman Preferí Blandes (Los caballeros las prefieren rubias)”, producida por FOX en 1953. Versión remasterizada en 2008 y publicada en el sitio “Marilyn Monroe” de YouTube.

Cuídense mucho, muchísimo más, como no lo han hecho antes. Si lo hicieron pensando en un límite que decía “nunca”. Lo borraron.

Norberto Tallón