Crucigrama: Oscar Aráiz

Danza Contemporánea – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

La danza contemporánea tiene sus fundamentos en la técnica clásica y se distingue con la suma de aspectos innovadores presentados como un desafío a las convenciones establecidas, ya que en lugar de ser solo una continuación de preceptos previa y largamente instalados ingresa una expresión artística inédita, única y rupturista. Es dable comprenderla como una evolución que transita hacia con la independencia de movimientos, la eliminación de barreras “establecidas”, se sitúa en la transmisión de sentimientos y vivencias, eludiendo la representación solamente de la imagen de belleza tradicional, una amalgama de factores hacia la libertad de expresión.

El manejo de los postulados básicos de la gravedad y la dinámica física de movimientos que incorporan, al mismo tiempo, conocimientos de la anatomía humana, técnicas respiratorias y las influencias culturales de danzas del mundo. La noción de “quiebre”, también, está asentada en el concepto de la música producido, básicamente, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, con compositores como Edgar Varese, Igor Stravinsky, Arnold Schönberg, Anton Webern y Alban Berg,

En nuestro país la danza contemporánea se construye desde las raíces de la danza moderna, principios del siglo XX, como una respuesta al ballet clásico, cuando Isadora Duncan y Martha Graham propusieron la impresión de un cuerpo libre y expresivo, que tomó carácter fundamental del cambio. Desde la década del ’40, se fue consolidando en La Argentina, con la formación de artistas y la creación de compañías, y bajo el influjo de distintas corrientes estéticas y una propia búsqueda de identidad, aportaciones estadounidenses y europeas, a la vez, sin olvidar elementos de las danzas folklóricas y otras muestras del arte.

Hay que acudir a esa época para resumir, con rapidez, el progreso del género en “estas tierras o escenarios”… Es entonces cuando se perciben los hechos citados en el párrafo anterior: artistas y agrupaciones. En 1944 se creó el Ballet Estable, convertido más tarde en una de las compañías más importantes de la danza moderna local. Por el 52 se fundó la Asociación Argentina de Danza (ASARDA). En 1968 se reúne el Ballet del Teatro San Martín, transformado, 1977, en el Ballet Contemporáneo del Teatro Municipal General San Martín. Ya en estos días del tercer milenio continúa con su innovación y generación de nuevas expresiones artísticas con el agregado de nuevas técnicas y la búsqueda en lo temático.

Uno de los iniciadores de la danza contemporánea argentina nació en la ciudad de Punta Alta, cabecera del Partido de Coronel Rosales, en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires el 2 de diciembre de 1940. Ese notorio coreógrafo y director de danza, Oscar Aráiz, hijo de Eugenio Aráiz y la escritora, poeta y psicóloga social Elvira Amado, estudió danza moderna y composición con la bailarina y coreógrafa alemana Dore Hoyer, Élide Locardi, la bailarina, coreógrafa y docente alemana, pionera del género en nuestra república, Renate Schottelius.

Asimismo se formó con Elide Locardi, María Ruanova, Pedro Martínez, Amalia Lozano y la  destacada bailarina, coreógrafa, repositora y directora de ballet rusa, radicada en Buenos Aires, Tamara Grigorieva. Se desarrolló en danza clásica en la Escuela del Teatro Argentino de La Plata. Cursó estudios complementarios de pintura, música, historia del arte y administración cultural. Se especializó en la composición coreográfica. Como bailarín formó parte del Ballet del Teatro Argentino de La Plata e integró el Grupo Cámara de Dore Hoyer.

En 1968 fue el creador del Ballet del Teatro San Martín, allí presentó sus trabajos “Symphonia”, “Magnificat”, “Romeo y Julieta” y “La consagración de la primavera”, que lo tuvo como director artístico. Por 1979 dirigió el Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires, Del 80 al 88, director de la Danse del Grand Théatre de Genève en Suiza. Desde 1990 hasta el 97 codirigió, con Renate Schottelius y Doris Petroni, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. 2002/3, director de Danza del Teatro Argentino de La Plata (Provincia de Buenos Aires). En el 2005 y 2006, ocupó la dirección artística del Ballet Estable del Teatro Colón.

Algunos, solo algunos, importantes teatros y compañías de ballet en que actuó como coreógrafo: Teatro Colón, Ballet Nacional Chileno, Royal Winnipeg Ballet, Ballet Théâtre Contemporain (Angers-Francia), Ballet del Teatro Municipal (Río de Janeiro-Brasil), Ballet del Teatro Municipal de Sao Paulo (Sao Paulo-Brasil), Stockholm Opera Ballet (Suecia), Finnish Ballet (Finlandia), Paris Opera Ballet (Francia), Joffrey Ballet (New York City), Ballet du Grand Théâtre (Ginebra, Suiza), Grupo Corpo de Belo Horizonte, Brasil, Bat-dor (Tel Aviv-Israel), Roma Opera Ballet, Berlín Opera Ballet, Het National Ballet (Ámsterdam-Holanda), Staatstheater Ballet (Bonn-Wiesbaden- Alemania), National Ballet Company (Lisboa-Portugal), Group Motion Multimedia Dance Theater de Philadelphia (Estados Unidos).

Para el Ballet Estable del Colón generó “Estancia”, “El mandarín maravilloso” y “Sueño de una noche de verano”. Estuvo a cargo las coreografías de las óperas “Bomarzo” y “Moisés y Aarón”. Para el Ballet del Teatro Argentino de La Plata: “El canto de Orfeo”, “Halo”, “La pazzía senile” y “Daphnis y Chloë”.

Colaboró con el Royal Winnipeg Ballet de Canadá con “Escenas de familia”, “Eternity is now”  y “Adagietto” (música de Gustav Mahler), con el Joffrey Ballet de Nueva York con “Romeo y Julieta” de Serguéi Prokofiev y “Heptagon” de Francis Poulenc. Junto al Ballet del Grand Théâtre de Genève, presentó “Pulcinella”, “El beso”, “Rapsodia, Tango” (de Atilio Stampone), “Ibérica”. “Matías el pintor”, “El mar”, “Los siete pecados capitales”, “Noche transfigurada”, “El carnaval de los animales”, “El público”, “Child Alice”, “Quimera”, “Los cuatro temperamentos” y la puesta en escena de “La Cenicienta” de Gioachino Rossini.

Junto al Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín estrenó “Stelle”, “Numen” del estonio/ austríaco Arvo Pärt, “Noche de ronda”, “Boquitas pintadas” (basado en la novela de Manuel Puig) codirigido con Renata Schussheim y “Bestiario” (Julio Cortázar), con música del compositor español Jerónimo Maesso, estrenado con los solistas Julio Bocca y Eleonora Cassano, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el 15 de septiembre de 1992, con motivo de la celebración del Quinto Centenario.

Puesta en escena y coreografía de la ópera “La púrpura de la rosa”, para el Grand Théâtre de Genève, en coproducción con el Teatro de la Zarzuela de Madrid (1999), de “Diario de un desaparecido” del compositor checo Leos Janacek, para el Centro Experimental del Teatro Colón. En 2004, estrenó su versión del cuento “Torito” de Julio en el Centro Cultural Recoleta. En teatro colaboró on David Stivel (“Libertad, libertad, libertad”) y codirigió “Don Fausto” de Pedro Orgambide con Emilio Alfaro.

A lo largo de su carrera también se dedicó a la docencia, dictando numerosos cursos y seminarios sobre Composición. Dirección de la carrera de Danza contemporánea de ARTE XXI, el Área de Danza de la Universidad de San Martín (2010/2018) y el Grupo de Danza UNSAM (2009/2018).

En cine diseñó las coreografías de las películas “Tango argentino” (1969) de Simón Feldman, “Canción desesperada” de Jorge Coscia (1996), “El Fausto criollo” de Luis Saslavsky (1979) y “Luces de mis zapatos” (1973), de Luis Puenzo. También colaboró en óperas, instalaciones y exposiciones.

Un puñado de sus muchísimos premios. Konex de Platino en 1989 como el más importante coreógrafo de la Argentina hasta ese momento, en 1999 obtuvo el Diploma al Mérito Konex. En 2019, nuevamente, otro Konex, esa vez el de Brillante, la máxima distinción que otorga Fundación Konex. En 1997, fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Música. Obtuvo tres premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) por su versión de la obra “Boquitas pintadas”. Doctor ‘honoris causa’ Universidad Nacional de San Martín (2016). Su versión de “Romeo y Julieta” en el Teatro Colón recibió el Premio Clarín 2005 como mejor obra de danza.

Hace unos dos meses (abril 2025), en La Gaceta de Tucumán, entrevista del periodista Jorge Figueroa en que le preguntaba a Oscar Aráiz: ¿Qué es un coreógrafo?. Respuesta: “Es alguien que intenta armonizar. Como estar en una cocina y buscar los ingredientes para cocinar algo y mezclar, ser un organizador. Eligiendo un tiempo y espacio para un intérprete. A veces es algo colectivo y dejo a veces que participe la casualidad”.

A un clic de distancia, un video de una obra coreográfica de Oscar Aráiz, la composición musical de Gustav Mahler “Adagietto”. Los bailarines son Carolina Basualdo y Manuel Martínez (publicado por él en su sitio en YouTube, año 2012. No existen más datos ni referencias).

Cuídense mucho, muchísimo más, como no lo han hecho antes. Si lo hicieron pensando en una línea decía “nunca”. La borraron.

Norberto Tallón