El Sol en la Humanidad – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

El inicio del Solsticio de Invierno austral se produjo a las 18,43 de este sábado -Hora argentina- (21,43 -GMT-). El solsticio (“Sol quieto”, vocablo procedente del latín) es uno de los dos momentos anuales en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo y la duración del día o de la noche son las máximas, respectivamente.

El de Invierno alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Capricornio en el Hemisferio Sur el 20 ó 21 de junio y el 24 ó 25 de diciembre en el Hemisferio Norte. El de Verano, en forma inversa al norte y sur del Ecuador, en las mismas fechas. En los días de solsticio, la duración del día y la altitud del Sol en esa hora son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) confrontadas con cualquier día del año. La fecha de junio se convierte en el día más corto del año en el hemisferio meridional.

Cada ciclo anual, que en el hemisferio norte es coincidente (alguna diferencia de días) evoca el principio de mundo. Así en cada rito, en cada ceremonia se repite el acto cosmogónico que representa la eterna lucha entre la luz y la oscuridad. La mayoría de las culturas antiguas lo honraban con festivales conmemorativos. En Europa, ante su arribo, desde tiempos prerromanos, realizaron distintas celebraciones y rituales, con hogueras como las famosas de la Festividad de San Juan, provenientes de fiestas paganas anteriores al cristianismo, luego asimiladas por la Iglesia (esa variante de fecha, al igual que otras ya indicada).

En México el solsticio invernal se relaciona, de manera directa, con el nacimiento del niño Mexi Huitzilopochtli, deidad local perteneciente al “rumbo del sur”, y representación de la esperanza del nacimiento de el nuevo sol, como despertar colectivo de la conciencia. En Sudamérica los pueblos originarios lo reverencian, por ejemplo los andinos con el Inti Raymi.

Un lugar vinculado y visitado es Stonehenge, monumento megalítico tipo crómlech (con hoyos, fosos, montículos, etc.), construido entre final del Neolítico y principios de la Edad del Bronce, cerca de Amesbury/Condado de Wiltshire/ 13 km de Salisbury/ Inglaterra-. Consideran los arqueólogos el origen entre 3100 a. C. y 2000 a. C. El foso y montículos circulares, primera fase del mismo, se la ubica unos 5100 años atrás. El conjunto es Patrimonio de la Humanidad, por UNESCO (1986). En el siglo XVII se pensó que los círculos de piedra, como Stonehenge, eran templos druidas. El Druidismo, religión de los druidas, clase sacerdotal de los celtas de hace dos milenios, basada en la naturaleza y elementos comunes a la Nueva Era y la Wicca, con un enfoque en la ascendencia y la naturaleza. Sin dogma ni escritura sagrada su filosofía puede ser adoptada por panteístas, politeístas, monoteístas y animistas, practicaban una tolerancia filosófica y espiritual y enseñaban que ninguna creencia o pensamiento es más cierto que otro, depende de la persona y el camino elegido. Aprendían historias y entrenaban mucho tiempo, divididos en “Ovates”, curanderos, y Druidas, filósofos y maestros. Persas, asirios, Roma, Egipto, China, pueblos nórdicos y otros ya citados, diferentes sociedades iniciáticas poseen maneras de recordar al Sol y sus ciclos en nuestras vidas, tal como afirmaba Platón, representación más evidente de la idea de la divinidad y del bien.

A un clic de distancia, una breve animación explica con total claridad las características de los solsticios. Cuídense.

Norberto Tallón

Twitter: @betotallon