Crucigrama: Tiempo de revancha

Variaciones sobre el silencio – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

A comienzos de esta década, una encuesta, con cuatro ediciones anteriores realizadas por el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken (1977/2000), se relanzó en un trabajo conjunto de las revistas especializadas en cine “La vida útil”, “Taipei” y “La tierra quema”. “La ciénaga” (2001), de Lucrecia Martel, fue elegida la mejor película argentina de la historia, con votación de más de 540 personalidades de la cultura (directores y profesionales relacionados, en forma directa, al mundo del cine, escritores, periodistas culturales y músicos, entre otros). El segundo lugar fue para “Invasión” (1969), de Hugo Santiago, tercer escalón: “Tiempo de revancha” (1981), de Adolfo Aristarain, y “El dependiente” (1969), seguida por “Crónica de un niño solo” (1965), ambas de Leonardo Favio.

“Tiempo de revancha” se estrenó el 30 de julio de 1981, en las salas Ambassador y Callao de la Ciudad de Buenos Aires. La dirección y guión, como antes se indicó, son de Adolfo Aristarain, nacido el 19 de octubre de 1943 en el barrio porteño de Parque Chas. Su carrera como realizador es una de las más largas y destacadas en la filmografía argentina. También fue ayudante de dirección en más de 30 filmes. Sus trabajos son una combinación de la fuerza de narración del cine estadounidense clásico y los temas sociales del cine político nacional.

Producción de Héctor Olivera y Luis Osvaldo Repetto para Aries Cinematográfica Argentina. Música de Emilio Kauderer. Sonido: Daniel Castronuovo. Fotografía: Horacio Maira. Edición: Eduardo López. Escenografía: Abel Facello. Vestuario: Marta Albertinazzi. Duración 112 minutos.

La actuación, en roles principales: Federico Luppi (como Pedro Bengoa), Haydée Padilla (Amanda), Julio de Grazia (Larsen) y Ulises Dumont (Bruno Di Toro). Coprotagonizan: Aldo Barbero (Ingeniero Rossi) y Jofre Soares (El Padre), Enrique Liporace, Arturo Maly y la participación especial de Rodolfo Ranni, más las actuaciones de Jorge Hacker, Alberto Banegas, Ingrid Pelicori, Jorge Chernov, Cayetano Biondo, Marcos Woinsky, Marcela Sotelo, Lidia Catalano, Cristina Arocca, Héctor Calori, Carlos Verón, Carlos Trigo, Aldo Pastur, Osvaldo de la Vega, Jorge Velurtas y Rafael Casadó.

Con el sello del género dramático, llegó a las salas de estreno durante la cruenta última dictadura cívico-militar, ocho meses previos de la recuperación y posterior Guerra de Las Malvinas. Sin que la censura la “viera”, y aquí sin spoilers ya que puede verse completa y gratuitamente en YouTube, quizás sin avances tecnológicos actuales pero sin nada que menoscabe su gran carácter cinematográfico, es una alegoría sobre los presos políticos y los desaparecidos durante esa etapa trágica de la historia. Denuncia, precisamente, a la censura, a la vez que el estado represivo en el país, a través de varios símbolos: el mismo título, los enfrentamientos del protagonista con una empresa todopoderosa, sumando aparición de explosivos, la presencia de la muerte y un elemento puntual a la vez, que central desde la narración.

Es el relato centrado en Pedro Bengoa, un exsindicalista (Bengoa) que comienza a trabajar en una mina propiedad de una multinacional corrupta. Con un compañero allí y en la militancia obrera (Di Toro) toman una decisión, ante un plan ideado por el abogado Larsen.

A partir de la puesta en práctica de lo acordado se desatan los acontecimientos y toma de decisiones “hasta las últimas consecuencias”. El rodaje tuvo como escenario a las sierras de Tandil (Provincia de Buenos Aires), distintas calles de la ciudad de Buenos Aires, la Manzana de las Luces y el Palacio Sans Souci en San Isidro (Zona norte del Gran Buenos Aires).

Al igual que el éxito (taquilla y crítica) llegaron los reconocimientos:

  1. Premios Cóndor, Asociación de Cronistas de Cine de la Argentina.

Cóndor de Plata a la mejor película (Tiempo de revancha), mejor actor (Federico Luppi), mejor director (Adolfo Aristarain), mejor guion original (Adolfo Aristarain), mejor montaje (Eduardo López), mejor revelación masculina (Arturo Maly), mejor actor de reparto (Ulises Dumont).

  1. Festival de Cine de la Habana (Cuba), Primer Premio (Gran Coral) y Festival Mundial de Cine de Montreal (Canadá), Gran Premio de las Américas.
  2. Festival del Film Policial de Cognac (Francia), Premio de la Crítica.

Hace dos años, al cumplirse cuatro décadas de la premier, Página/12 publicó una nota de Horacio Bernardes y encabezó “Tiempo de revancha”: clásica e imperecedera.  Si hoy en día la película protagonizada por Federico Luppi soporta cualquier revisión, en el momento del estreno su aparición tomó a todo el mundo por sorpresa, la censura incluida.

El portal “clarin.com” (Sin firma) dedicó una larga crónica preguntando “Por qué no habría que perderse Tiempo de revancha, a 40 años de su estreno”. Algunos párrafos dicen: “Se cumplen cuatro décadas de una de las mejores películas argentinas, realizada en plena dictadura”.

“La mejor película sobre la dictadura. Una película en la que los personajes ponen en juego cuestiones éticas todo el tiempo, las decisiones éticas del director pasan a ser decisivas”. “Si “Tiempo de revancha” fue una película valiente fue precisamente por hacerse cargo de lo que estaba contando”, “Tiempo de revancha se erige como la mejor película sobre la dictadura hecha durante la dictadura”.

A un clic de distancia, puede verse un resumen de ocho minutos con escenas destacadas “Tiempo de Revancha – La mejor película argentina de la historia”, con ese “jugado” calificativo Oscar Camaño lo publicó en su canal de YouTube. Después, apostaría, quienes no la vieron van a quedarse con las ganas, o no.

Disculpas por el subtítulo. Cuídense.

Norberto Tallón