Crucigrama: Un zapatero y un pescador

Sacco y Vanzetti – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Dos inmigrantes italianos en Estados Unidos: Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, un zapatero y un pescador, fueron ejecutados en la silla eléctrica de la prisión del estado de Massachusetts, condenados por robo, asesinato y anarquismo el 23 de agosto de 1927.

Las razones: Robo a mano armada (15 776,51 dólares de la Slater-Morrill Show Company) y asesinato de dos personas (Frederick Parmenter y Alessandro Berardelli), en Pearl Street, al sur del vecindario de Braintree, Condado de Norfolk, por la tarde del 15 de abril de 1920. 20 días más tarde fueron detenidos en Buffalo, en el estado de Nueva York.

Su juzgamiento envuelto en controversias tuvo el centro de la mirada del mundo, con acusadores al magistrado y fiscal por una condena a muerte “en horas” en 1921 y permitir sentimientos discriminatorios en el jurado. Importantes juristas (como Upton Sinclair y Felix Frankfurter) apoyaron al Comité de Defensa, una organización privada efectuó apelaciones al fallo sin éxito, incluyendo las cortes supremas locales y la nacional.

Transformado el caso, en 1926, en polémica internacional, durante ese año y el siguiente se registraron protestas masivas en Nueva York, Londres, Ámsterdam y Tokio, huelgas a lo largo de Sudamérica, revueltas en París, Ginebra, Alemania y Johannesburgo. Llevó a peticiones de perdón llegaran al gobernador en incontables telegramas, y éste, Alvan Tufts Fuller, integró una comisión que confirmó el veredicto. Hubo otro juicio con el mismo juez y resultado.

En años previos y ante la cercanía de las ejecuciones, explotó una granada enviada al embajador de EE.UU. en Francia. Otras, en distintas embajadas norteamericanas, fueron interceptadas. En 1926, la casa de Samuel Johnson, hermano del hombre que alertó a la policía la noche del arresto, fue destruida por un explosivo. Un paquete bomba para el gobernador Alvin T. Fuller fue detectado. Estallaron bombas en el Metro de Nueva York, una iglesia de Filadelfia y el hogar del alcalde de Baltimore. Tras el cumplimiento de la sentencia, se produjeron más disturbios en Londres y Alemania. La Embajada en París fue rodeada por manifestantes y la fachada del “Moulin Rouge” dañada. Uno de los jurados perdió su casa en una explosión a medianoche. Menos de un año después, otro artefacto destruyó el frente de la casa del verdugo Robert Elliott. En 1932, se intentó matar al juez Webster Thayer y destruyeron su residencia, luego vivió permanentemente en su club en Boston, protegido las 24 horas del día hasta su muerte.

Desde aquel día de agosto se atribuyó lo ocurrido a la ideología anarquista y haber sufrido una injusta pena. Las investigaciones siguieron en los ’30 y ‘40. La publicación de las cartas de ambos incrementaron la creencia en su inocencia. Algunas pruebas sin debida cadena de custodia y declaraciones incriminatorias nublaron la historia. En 1977, el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, declaró formalmente que Sacco y Vanzetti fueron injustamente enjuiciados y encarcelados y que “cualquier desgracia debería ser para siempre borrada de sus nombres”.

A un clic de distancia, Joan Báez interpreta su “Balada de Sacco y Vanzetti”, acompañada de Inti Illimani, el 15 de marzo de 2014, en el Teatro Caupolicán de Santiago de Chile (la canción posee una letra en español de Ennio Morricone).

Cuídense. Y mucho…

Norberto Tallón

Twitter: @betotallon