Crucigrama: Una historia con final oscuro

La vida de Jorge Cafrune – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Madrugada del 1° de febrero de 1978. “Incidente de tránsito”, así se lo calificó, en la ruta 27, entre las localidades de Benavídez y General Pacheco en el Partido de Tigre, en el Gran Buenos Aires.

Mientras marcha a caballo lo embiste una camioneta Rastrojero conducida, por un joven de 19 ó 20 años, Héctor Emilio Díaz y muere el cantante, compositor y autor, investigador, recopilador y difusor de la cultura nativa, Jorge Cafrune.

Poco antes había partido de Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, con destino a Yapeyú para homenajear con la cabalgata, en su lugar de nacimiento y con un cofre de tierra francesa de Boulogne-sur-Mer, al Libertador general don José de San Martín.

Había nacido cuarenta años antes en finca “La Matilde” en El Sunchal -Perico/ Ciudad del Carmen/Provincia de Jujuy- con el nombre Jorge Antonio Cafrune Herrera. Sus abuelos paternos y maternos eran inmigrantes provenientes de Siria y Líbano.

Apodado “El Turco”, fue uno de los cantantes folclóricos argentinos más populares de su tiempo, además de realizar un enorme trabajo de rescate y difusión de la música popular.

Cursó sus estudios secundarios en San Salvador de Jujuy, al tiempo que tomaba clases de guitarra con Nicolás Lamadrid. Luego se trasladó con su familia a Salta. Allí formó su primer grupo: “Las Voces del Huayra”,  conjunto “descubierto” por Ariel Ramírez, que los convocó para una gira por el país. Ante una nueva invitación de Ramírez, formó “Los cantores del Alba”.

Más tarde, se convirtió en solista. Como tal, debutó en el Centro Argentino de la capital salteña. Inició un largo recorrido nacional, pero no consiguió buena recepción en Buenos Aires. Siguió, entonces, con actuaciones en Uruguay y Brasil. Debutó en televisión en Canal 4 Montecarlo de Montevideo. Contactó a Jaime Dávalos, asistió fuera de cartel al cordobés Festival de Cosquín y fue elegido por el público “Primera Revelación”.

Registró el primer disco solista. Se presentó en radio, televisión y teatros, además de conciertos a lo largo de toda la Argentina, con preferencia por visitar pueblos pequeños antes que grandes ciudades. Fue la consagración definitiva.

Conoció y promovió a José Larralde y en Cosquín, sin conocimiento de la organización, presentó a Mercedes Sosa. En los 70 grabó discos y giró, además de nuestra república, por España y Francia. Integró comitivas artísticas que llegaron a Estados Unidos y España. El éxito en la península ibérica fue absoluto. Se radicó allí por varios años para retornar en 1977.

En esa noche de verano, a poco de salir, si bien testimonios y circunstancias abonan firmemente la teoría de un asesinato planificado por la dictadura cívico-militar del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” y ordenado por Coronel Carlos Enrique Villanueva, el hecho nunca se esclareció.

Apenas algunas semanas antes, en la Plaza Próspero Molina de Cosquín 78, ante la multitud y, pese a estar prohibida, a pedido de ese público cantó “Zamba de mi esperanza”…

Norberto Tallón

(Twitter) @betotallon