Crucigrama: Una sombra descalza

Abebe Bikila en el maratón de la Ciudad Eterna – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

El maratón es la única competencia vigente entre las atléticas, en este tiempo, de los Juegos Olímpicos Modernos que corre por calles y rutas y, con frecuencia, culmina con una vuelta a la pista el estadio. Forma parte desde Atenas 1896, como recreación del itinerario entre el pueblo griego de Maratón hasta la capital Atenas. En la cita de París 1924 se estableció de forma definitiva su extensión en 42 kilómetros y 195 metros. En Los Ángeles 1984 se sumó la versión femenina.

Los únicos que lograron dos medallas de oro fueron el etíope Abebe Bikila y el alemán oriental Waldemar Cierpinski. Etiopía lidera el medallero dorado con 4, Estados Unidos y Francia lograron 3, en tanto que Kenia, Sudáfrica, Italia y La Argentina consiguieron 2. Juan Carlos Zabala (Los Ángeles 1932) y Delfo Cabrera (Londres 1948) fueron los Oros nacionales y Reynaldo Gorno fue Plata en Helsinki 1952.

Pero el tema es Abebe Bikila, nacido en Jato y muerto por consecuencia de un accidente de tránsito, a los 41 años de edad, en Adís Abeba, ambas ciudades de la africana Etiopía. Miembro de la Guardia Imperial de Haile Selassie. Comenzó en el deporte a los 17 años, el entrenador sueco Onni Niskanen lo descubrió y entrenó. Por sus hazañas olímpicas es parte de los héroes nacionales. El estadio nacional de la capital, Adís Abeba, lleva su nombre.

Si bien, aún con problemas de salud, se consagró por segunda vez en Tokio 1964, es el maratón olímpico de Roma, en las calles y avenidas de la Ciudad Eterna, donde transcurrió este suceso. El día de la carrera se probó calzado que el sponsor, la compañía alemana Adidas, suministraba a aquellos que lo deseara. Que no quedaran muchos y no fueran de su medida motivó la determinación, antes que la incomodidad prefirió participar descalzo, tal como en los entrenamientos en su pueblo. Su coach, antes de la partida, le indicó acerca de los mejores y qué números llevaban: la estrella rusa Sergei Popov y un marroquí.

La largada en el Campidoglio, la colina de la Antigua Roma, lo mostró, junto a Popov, entre los primeros. A mitad del trayecto alcanzó la punta con los números en su memoria y fue pasado por el “185”, que no era parte de la “lista”, éste apuró el tranco, se volteó y lo miró “extraño”. Bikila avanzó sin perder distancia hasta que ese rival, volvió a girar y lo escupió. Pensó que no debía reaccionar ya que su objetivo era otro, pero advirtió que era Rhadi Ben Abdesselam, el marroquí que debía tener el “26” en su pechera y usaba otro como elemento de confusión. Entonces limpió el salivazo de la cara y encaró la etapa del honor en la lucha. En la marcha se negó tres veces a hidratarse, tomó la cuarta botella, pero la descartó sin mojarse los labios. Superada toda la Vía Appia primitiva y la tumba de Cecilia Metella (hija de un cónsul romano), se acerco al “Obelisco de Axum”, monumento de su patria, 24 m de alto, robado por las tropas italianas al finalizar la segunda Guerra de Abisinia y erigido en la Piazza di Porta Capena, entrada de la Muralla Serviana del pretérito Imperio. Al enfrentarlo, contó luego, sintió que sus piernas adquirían una energía distinta, no tenía frenos, el patriótico símbolo sacudió una fuerza interior inédita en su cuerpo. Luego El Arco de Constantino, allí los jueces agitaban los brazos y los espectadores vitoreaban con asombro, algunos lo insultaban.

Rhadi quedó atrás, él siguió corriendo imaginando lejos la meta, la cara sin muestra de cansancio, por el contrario, apuró el paso, rechazó a los que lo cortaban para felicitarlo. Fue su capitán que se acercó y sentenció “Ganaste”. Primero desconfió hasta aceptar la realidad y en su cuerpo liviano ya saltaba por el aire. Abebe, es el vocablo que significa “la flor que crece, recién empieza a florecer”. La sombra que recorrió más de 42 km con los pies desnudos y su marca lo transformó en recordman mundial. 24 años, desconocido, cabello crespo, dientes deslumbrantes, ojos negros y brillosos… El primer hombre de raza negra en obtener medalla de oro en el Maratón Olímpico. La historia, y por qué no leyenda, de Abebe Bikila.

A un clic de distancia, un video de aquella “hazaña”, narración en inglés (no fue posible conseguir doblaje o subtítulos) pero un testimonio que, quizás, no necesite relato.

Cuídense… mucho, más que antes, que todavía no se terminó.

Norberto Tallón

@betotallon