El cartero NO llamó dos veces

Por Omar Eduardo Alonso, especial para DiariodeCultura.com.ar.

En 1946 se conocía la película “El cartero llama dos veces”, protagonizada por Lana Turner (foto) y John Garfield en los roles centrales y tuvo gran repercusión.

En este caso voy a relatar una historia distinta: cuando el cartero NO llamó dos veces y el protagonista central fue un tresarroyense.

Me refiero a Ismael “Lito” Castro, un ícono dentro de los fotógrafos que cumplieran funciones en el diario local, nacido el 28 de marzo de 1929 y trágicamente desaparecido el 22 de julio de 1984.

La desaparición del Fournier

Entre el 21 y 22 de setiembre de 1949 desaparecía en el estrecho de Magallanes el Rastreador Fournier, en medio de una fuerte tormenta. (foto)

La información oficial indica que no hubo sobrevivientes, pero es una verdad relativa.

Entre 1937 y 1940 se construyeron en un astillero privado de San Fernando, 9 unidades de ese tipo. El Fournier fue botado en agosto de 1939 y asignado al año siguiente a la escuadrilla de rastreo y minado con asiento en la Base Naval Puerto Belgrano.

Tenía una dotación de 62 hombres, y además de las funciones específicas había participado en dos campañas antárticas.

Su nombre correspondía al del corsario César Fournier, quien participara en la guerra con Brasil.

Al momento de su desaparición viajaba, estudiando la fauna marina, el naturalista argentino Raúl Wernicke, y solo se encontraron los cadáveres del personal superior de la nave que ocupaban el puesto de mando.

El resto de los tripulantes se fue a las profundidades, sin posibilidades de evacuación.

El tresarroyense Ismael Castro integraba la dotación, pero había debido permanecer en tierra, por una indisposición física.

Una circunstancia especial determinó que pueda ser técnicamente considerado el único sobreviviente de la tripulación del rastreador donde cumplía funciones de radiotelegrafista.

El diario

En 1951 ingresó al diario local La Voz del Pueblo para cumplir funciones de radiotelegrafista, ya que por entonces era la forma de recibir las noticias.

Sin embargo, se fue adosando a actividades de reportero gráfico, laboratorista, y fotomecánica, transformándose en una persona incorporada a la identidad del medio de comunicación.

Era un amante del deporte, especialmente el automovilismo. Un verdadero apasionado.

En 1984 fue asignado a la cobertura de la competencia de Turismo de Carretera en 9 de Julio.

El reventón de un neumático en plena curva, y cuando faltaban dos vueltas, hizo que el automóvil Dodge número 6 de Oscar Aventín prácticamente volara superando el vallado de seguridad detrás del cual se hallaba Lito.

Este murió prácticamente de forma instantánea, pero ello no impidió que tuviera la sagacidad de hacer una toma final del auto que se acercaba a su cuerpo de manera implacable (foto).

Fue un profesional hasta el último momento, pero esta vez el cartero no avisó. Simplemente le hizo llegar el mensaje final cuando tenía solo 55 años.

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Las fotos de Ismael Castro, muchas en la redacción del diario, en alguna con periodistas emblemáticos de la época.

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