Por Omar Eduardo Alonso, especial para DiariodeCultura.com.ar.

En 1972 se desarrollaba el “encuentro del siglo”, como se denominó al juego de ajedrez que enfrentaba a Boris Spassky y Robert “Bobby” Fischerr, considerado este un genio mundial nunca superado.

Era tanta la expectativa generada con respecto a esta disputa, que era seguida hasta por quienes nada conocían de ajedrez.

En realidad, ese suspenso no pasaba estrictamente por las alternativas del juego entre dos maestros, sino por muchos de los aspectos del ambiente en que se desarrollaba.

Sobre todo, por las excentricidades del estadounidense Robert James Fischer.

Y para resolver una de las tantas exigencias de Bobby tuvo intervención un tresarroyense.

Antes repasemos algunos datos de los protagonistas del “encuentro del siglo”.

Bobby había nacido el 9 de marzo de 1943 en Estados Unidos. Murió en Islandia el 17 de enero de 2008. Fue campeón mundial de ajedrez entre 1972 y 1975; precisamente, accedió tras ganar ese apasionante match que comento.

Las partidas se jugaron en Islandia, donde Fischer se radicó luego hasta su muerte.

Boris Spassky se había consagrado como el décimo campeón del mundo en 1969 tras ganarle a su compatriota Tigrán Petrosian. Ruso nacionalizado francés, nacido el 30 de enero de 1937.

El 18 de julio de 1972 se producía la intervención de un tresarroyense para satisfacer una demanda del temperamental Fischer: que se le proveyera carne argentina para su consumo.

Respondía a un pedido formulado a través del maestro internacional Miguel Najdorf, que intercedía para que se hiciera esa provisión tras un pedido de Bobby.

La situación se daba a conocer y por una emisora porteña se generaba la inmediata reacción del profesor José Christian Andreasen, que por entonces era jefe de relaciones públicas de la Corporación Argentina de Productores de Carne, conocida por la sigla CAP.

Era una organización que había alcanzado proyección incluso internacional, aunque tuvo un polémico y triste final de la mano de decisiones políticas que la desmantelaron.

Andreasen ofreció los servicios de CAP, teniendo en cuenta que ello ratificaba la jerarquía mundial de nuestras carnes, prometiendo la provisión a ambos contendientes, a través de la filial que la empresa tenía en Londres.

El “Cholo”.

José Christian Andreasen era apodado por sus allegados como “Cholo”, había nacido el 20 de agosto de 1924 en Lobería y falleció en La Plata el 31 de diciembre de 2016.

Era hijo de Anthon Marinus Andreasen y Rosa Elisa Christiansen, matrimonio que tuvo once hijos, entre ellos José.

Eran propietarios de un establecimiento de campo denominado El Mirador, a unos 20 kilómetros de Tres Arroyos, a la vera de la ruta 3.

“Cholo” era egresado del Colegio Nacional de Tres Arroyos; profesor de historia egresado de la Universidad nacional de La Plata.

Fue profesor de historia en el Colegio Nacional y su sección comercial, hasta 1970.

Cuando se inauguró LU 24 Radio Tres Arroyos desarrolló un espacio con columnas de su especialidad, aunque fue por poco tiempo ya que en 1970 fue designado vicepresidente del Mercado de haciendas de Avellaneda, que por entonces era el segundo en el mundo en volumen de transacciones.

En el mismo año fue designado jefe de relaciones públicas de CAP.

Fue concejal y presidente del bloque de concejales de la UCRI y candidato a Intendente en 1962.

Fue presidente de la Asociación Argentina Criadores de Lincoln y director de la revista editada por esa Asociación.

Colaboró en medios periodísticos de la Capital Federal y el interior en temas históricos y económicos, especialmente en cuestiones referidas a la política de carnes.

Tuvo su propia publicación que denominó “Participar”, que se editó durante bastante tiempo con un amplio y variado contenido. Desde el punto de vista político, la línea editorial trazada fue criticada en no pocas ocasiones.

De todas maneras siempre es bueno recordar que la actividad periodística es profundamente subjetiva.

Tuvo especial atención en cuestiones vinculadas con la cocina criolla, los usos y costumbres. Historió sobre las comidas en 1810 explicando los motivos por los cuales los argentinos somos carne dependientes.

En los últimos años se abocó a escribir y publicar un libro denominado “El asado y sus protagonistas”, que salió al circuito de lectores en 2014.

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