Historia del tren de la cancha de Boca en el barrio de Quinquela Martín – Por Gaby Zárate, especial para www.DiariodeCultura.com.ar.

“Hay una leyenda, hay una leyenda urbana que nos dice que cuando ves pasar un tren por primera vez, la primera locomotora, la primera partida y llegada de un expreso, el mundo se detiene y un legado imperdible te es otorgado. Como una magia de cuento, como una verdad revelada, como una emoción que se repetirá cada vez que lo veas, cada vez que desde tu ventana pienses en un amor perdido, en un tren al que nunca te subiste, en un tren que pasa y no volverá a pasar. ¡Aunque hay trenes ganados, claro que sí! Si que los hay, hay trenes que no pueden perderse. Hay historias de ciudad, fábulas urbanas que muestran aquello que no se dejó escapar. Esas son las vías de la vida, las vías del tren que nunca debemos dejar pasar…”  Gaby Zárate (*).

Detrás de esos ojos de muñeca hay un enigma, un pesar que no se explica, las vías de un tren que pasa frente a su ventana todos los días y por las que no para de suspirar. ¿Será un amor furtivo que huyó lejos?… Ella solo piensa en irse detrás de él, dejar el pago, buscar fortuna y tal vez fama, enamorar a un millonario con sus “ojos de hechicera”, como suele nombrarla su abuela, fascinada por lo gringa que salió la gurisa, fruto de otro amor, el de su hija bien “tierra adentro” y un soldado de la Patria que pasó por el lugar.

La historia es infinita, se repite en cada tren de nuestra Argentina, se repite en cada Pueblo y cada Barrio, se repite y se multiplica tanto que no deja de ser verdad y ser mentira a la vez. La historia del tren del pueblo, la historia de la vía de mi barrio.

Cierro los ojos y escucho el pasar del tren, tracatatrac, tracatatrac, estoy aquí en frente a la cancha de Boca esquivando el frío y el viento que vuela, casi tanto como mis pensamientos. Me imagino a la gringuita, a la gurisa de Pueblo, mirando el tren como yo, desolada por el amor no correspondido, la imagino tanto mientras escucho el tren que se me ocurre una leyenda, mi ficción pegada a la realidad.

 Hay una leyenda, hay una leyenda urbana que nos dice que cuando ves pasar un tren por primera vez, la primera locomotora, la primera partida y llegada de un expreso, el mundo se detiene y un legado imperdible te es otorgado. Como una magia de cuento, como una verdad revelada, como una emoción que se repetirá cada vez que lo veas, cada vez que desde tu ventana pienses en un amor perdido, en un tren al que nunca te subiste, en un tren que pasa y no volverá a pasar. ¡Aunque hay trenes ganados, claro que si! Si que los hay, hay trenes que no pueden perderse. Hay historias de ciudad, fábulas urbanas que muestran aquello que no se dejó escapar. Esas son las vías de la vida, las vías del tren que nunca debemos dejar pasar…

Aunque el tren de carga “tracatatea” de más, sin perder ni un minuto, inspirada por ese sonido me pongo a escribir mi historia. Estoy en el Hotel Experiencia que se está por inaugurar el próximo 15 de Junio de este año 2024, junto a la Bombonera. Estoy aquí mirando las vías las del tren de la cancha de Boca, se ven desde la ventana de UNDICI, así se llama el Condominio Hotel cuatro estrellas, que se espera sea toda una “movida” en el barrio de La Boca, ya que tiene sauna, tres salones de usos múltiples, pileta climatizada, galería de arte y más.

Este tren que se ve pasar desde la ventana de UNDICI, apareció por primera vez en septiembre de 1865 -cuando se inauguró la estación General Brown, también llamada Boca– tenía un servicio de pasajeros que, según figura en Wikipedia, dejó de existir en 1910, momento en que el ramal fue clausurado para concentrar todos los servicios de pasajeros en la actual estación Constitución. El antiguo edificio de aquella estación fue desmantelado, pero las vías se siguen usando para los trenes de carga del Ferrocarril Roca (actual Ferrosur).

“Buceando” en las redes, luego de llegar a casa, me encuentro con toda la información histórica acerca del tren de mi leyenda: Las pintorescas vías del tren que pasa frente al estadio del Club Boca Juniors, casi tan particulares como la propia Bombonera, pertenecieron a lo que fue la línea a PUERTO DE ENSENADA (1865 – 1898). El Ferrocarril Buenos Aires al Puerto de la Ensenada (FCBAPE) fue una compañía de capitales británicos que construyó y operó una red de ferrocarriles de trocha ancha (1,676 m) en la Argentina en el final del siglo XIX. El gobierno de la provincia de Buenos Aires le entregó en 1863 la concesión al estadounidense William Wheelwright.

Seguramente fue William, quien tuvo ese legado imposible de rechazar al ver el tren por primera vez funcionar junto a su gente, tuvo esa visión al aceptar la tarea de llevar adelante la construcción de un ferrocarril que conectara La Boca, Barracas, Quilmes y Ensenada, tren que con los años sería atracción turística teniendo la “pintoresca” fortuna de lindar con la multitudinariamente visitada Cancha de Boca.


El 18 de septiembre de 1865, el “Ferrocarril de La Boca”, esta fue su primera denominación, inauguró su línea principal. Su primer recorrido estaba formado por las siguientes estaciones: En la cabecera la estación Venezuela, luego Casa Amarilla, la estación la Boca (frente al actual estadio), seguida por Barraca Peña y finalmente Tres Esquinas.

Corría el año 1865 y los servicios del Ferrocarril a Ensenada se concentraban solo en una pequeña línea dentro de la misma ciudad de Buenos Aires, partiendo de una estación provisoria a la altura de la calle Venezuela y arribando hasta la mismísima vera del Riachuelo, pero no lo cruzaba, llegaba a la estación “Tres Esquinas”.

La historia del tren siguió como muchas otras historias en Buenos Aires, en el Barrio de la Boca justamente, historias de aquellos que se subieron al tren de la vida y nunca, pero nunca lo dejaron escapar. Tal es el caso de Quinquela Martin, por ejemplo, un artista plástico que impulsó el crecimiento ferroviario del Barrio a partir de su insistencia ante las autoridades para lograr la llegada del trolebús. Benito Quinquela Martin, el artista que retrató La Boca como nadie. Aunque esta es la leyenda no habla de Quinquela sino del tren… Es mi leyenda del tren, también de Uds., la que espero algún día se convierta en aquello que algunos fanáticos consideran a Boca Juniors: La leyenda de Todos!.

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(*)»Gabriela o Gaby Zárate
, ya que así firma sus trabajos, nació dentro de una familia artística que luego se vinculó con la publicidad y los medios de Argentina. Así, Gaby comenzó su carrera laboral en Agencias de Publicidad a temprana edad, siendo tan sólo una adolescente. Pasó por Productoras y medios de comunicación, con el tiempo llegó a integrar el staff del área de redacción periodística de editoriales y medios digitales. Se formó en UCES, Escuela Éter, Escuela de Cine Eliseo Subiela y en Centro Cultural Rojas (UBA), junto con cursos y talleres relacionados con el periodismo, la escritura, las artes plásticas y el arte en general. Entre otros trabajos, publicó tres blogs de estilo Periodístico y uno de Ficción, llamado Bella Oscuridad (https://bella-oscuridad.blogspot.com/?m=1)».