Personajes en Letra, Imagen y Sonido

Beatrice Cenci  (Parte 2). Por: Estela Telerman, especial para Diario de Cultura. 

La historia de Beatrice Cenci es muy conocida en Italia, o al menos ha nutrido el imaginario colectivo desde el siglo XVI hasta nuestros días. Y, como hemos dicho en nuestra entrega anterior, ha inspirado a un gran número de creadores, sobre todo durante el período  romántico (*)como podemos ver  más abajo.

Una obra teatral en verso inspirada en nuestro personaje fue  ‘Los Cenci, Una Tragedia en Cinco  Actos’ (1819) (*) de Percy Bysshe Shelley  (1792-1822 (*). Shelley escribió la obra en Roma y en Villa Valsovano (*) cerca de Livorno e hizo publicar  la primera edición en Italia. En esa época una pieza teatral de esa naturaleza no podía ser representada por tratar de temas como el incesto y el parricidio. A pesar de ello, a través de los años la obra  ha sido presentada en muchos países, como Francia, Alemania, Italia, Rusia, República Checa y los Estados Unidos.

En 1833, Astolphe Louis Léonor, Marqués de Custine  (1790-1855) (*), escritor francés  (famoso por sus crónicas  de viajes, especialmente  rusas) escribió  ‘Béatrix Cenci’ (*) acerca de la cual solamente sabemos que fue representada en el Teatro de la Porte-Saint-Martin.

Por su parte,   Juliusz Słowacki   (1809 – 1849) (*) , uno de los más    famosos poetas, dramaturgos y filósofos del romanticismo polaco escribió varias obras en idioma francés , entre ellas la tragedia teatral  “Béatrix Cenci” . Lamentablemente tampoco hemos podido obtener mayor información sobre ella.

‘Los Cenci’  es una de las ocho ‘Crónicas italianas’ (*)  de Stendhal (*) escritor, soldado, cónsul, jacobino y anticlerical  francés cuyo nombre real  era  Henri Beyle, (1783- 1842)

¿Cómo se sintió Stendhal atraído  por la historia de los Cenci?  Precisamente, al visitar la galería del Palacio Barberini (*) en 1823 (como Shelley y otros viajeros interesados en esta trágica historia), vio por primera vez el retrato de Beatrice realizado por Guido Reni y escribió: “La cabeza es dulce y hermosa, la mirada es muy tierna y los ojos muy grandes reflejan el asombro de alguien que acaba de ser sorprendido en un momento en que lloraba desconsoladamente”. Luego, Stendhal adquirió antiguos manuscritos que, entre otras, relataban la historia de Beatriz.  Dado que estaba ejerciendo las funciones de Cónsul de Francia ante los Estados Pontificios, no podía permitirse que apareciera con su nombre un relato que ponía a un Papa en tela de juicio. Por esta razón, publicó anónimamente la historia en 1837 en la ‘Revue des Deux Mondes’  (*), presentándose simplemente como traductor del  manuscrito , aunque acompaña el relato  en los comentarios de un narrador contemporáneo de los Cenci , que escribe la historia el 14 de septiembre de 1599, es decir tres días después de la decapitación de Beatriz.

Trece años después de la muerte del autor, su primo y albacea, Romain Colomb, reunió varias novelas cortas de Stendhal  bajo el título de “Crónicas Italianas”, que hizo publicar en 1855.

La obra está ambientada en la época del Renacimiento italiano(*) y en ella, Stendhal narra crímenes, adulterios, torturas, conspiraciones  con la crudeza y precisión de un proceso judicial, pero con la ternura que le despierta la hermosa víctima.

El autor y politico italiano Francesco Domenico Guerrazzi (1804 –1873) (*), relacionado con el movimiento de la Reunificación italiana, o Resurgimiento (*) es autor de varias novelas históricas,  una de las cuales es  ‘Beatrice Cenci’  (1854) (*). La obra se inspira en la conocida  leyenda, con componentes que rayan más o    o menos en la verosimilitud. En ella el autor  recurre al esquema del folletín (*)  del período romántico, en el que aparecen cuevas tenebrosas, bandoleros devotos de la Virgen, cadáveres, mazmorras, torturas y todo tipo de truculencias , como la  descripción de la ejecución en el cadalso  de Beatrice y sus hermanos.

El autor, que escribió la novela en la cárcel, condenado a prisión y luego al exilio por sus actividades políticas, parece querer reflejar su propia situación al describir la trama de injusticias y la violencia de las que son víctimas Beatrice y su familia.

Una sorpresa nos aguarda en nuestra próxima entrega.  Diremos como anticipo que  el sueco Alfred Nobel  (1833-1896)  ( *) es conocido por ser el inventor de la dinamita y, sobre todo, por los premios que hoy llevan su nombre. Lo que no muchos saben es que este  académico  fue el autor de una obra de teatro titulada Nemesis (*) , publicada póstumamente en París y que despertó las iras de gran parte del pensamiento conservador de la época, que la consideró abiertamente anticlerical.

(*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet.

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ESTELA TELERMAN  pianista,  docente, difusora de la música argentina, es columnista en Diario de Cultura [email protected]   https://es.wikipedia.org/wiki/Estela_Telerman