Personajes en Letra, Imagen y Sonido

Paolo y Francesca (Parte 1) Por: Estela Telerman, especial para Diario de Cultura.

La presentación de 2014 en el Teatro Colón de Buenos Aires de la ópera en un acto Francesca da Rimini (*) de Sergei  Rachmaninoff (1873-1943) (*) nos ha llevado a recorrer el camino de la  leyenda de los amantes  Paolo y Francesca, que pasaron a la historia gracias a la pluma de un gran poeta medieval florentino. El pasaje dedicado a  Paolo y Francesca es quizá uno de los  más memorables de  la Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321)(*). En el canto V del Infierno, Dante nos  habla de un amor que trasciende la muerte. Los amantes continúan unidos en el  círculo infernal destinado a  los lujuriosos: el castigo les ha llegado, pero el amor perdura aún en el infierno. Al llegar Dante al Segundo Círculo del infierno, encuentra a la joven: «Francesca, tus tormentos me arrancan lágrimas de tristeza y de compasión»,  le dice. Lo interesante es que Francesca cuenta a Dante su historia de amor, pero nunca nombra a su amante, y tampoco lo hace el poeta.  Los historiadores hallaron luego  la fuente del relato, proporcionando el nombre de Paolo Malatesta y de su hermano Giovanni (Gianciotto). Francesca tenía un parentesco con amigos del Dante, y de ahí el conocimiento de la historia por parte del autor de la Divina Comedia. Francesca da Rimini (*)  fue una noble italiana de la Edad Media que nació en Rávena en 1255 y murió en Gradara en 1285. Era hija del gobernador de la ciudad Guido da Polenta (1275–1290) (*). Guido, por razones económicas casó a su hija con Giovanni Malatesta (Gianciotto) (*), heredero de Malatesta da Verucchio, señor de Rímini. Gianciotto era un hombre deformado por una horrible joroba.  Sin entrar en detalles acerca de la discriminación diremos que fue su apuesto hermano Paolo el encargado de pedir la mano de Francesca, que aceptó la propuesta, realizándose el casamiento por poder a través de Paolo.  Al conocer la joven a su esposo después de la boda  se dio cuenta de la maniobra de la cual había sido víctima. Nada puso impedir el irrefrenable amor entre ella y su cuñado. Según nos cuenta Dante (el primero que relató la historia), Francesca y Paolo, seducidos por la lectura de la historia de Lancelot (*) y Guinevere (*), se unieron en un ardiente beso, instante en el cual  fueron sorprendidos y asesinados por Gianciotto.  La triste historia trascendió  a través del tiempo inspirando obras pictóricas, literarias, musicales y cinematográficas. Años después del relato de Dante, Giovanni Boccaccio (1313-1375) (*) en sus Exposiciones sobre la Comedia de  Dante (*)  también hizo referencia a la trágica historia. En la literatura del Romanticismo (siglo XIX) hasta  principios del XX el tema  recurrió una y otra vez.   Ejemplos son el poema titulado Historia de Rímini (1816), del escritor y ensayista inglés Leigh Hunt (1784-1859(*), Francesca da Rimini (1818)(*) del piamontés Silvio Pellico (1789-1854)(*), obra de la cual el actor y dramaturgo italiano  Antonio Petito (1822-1876)(*) ha hecho una farsa llamada ‘Francesca da Rimini: Tragedia en vapor’http://www.youtube.com/watch?v=YAA1EbEFca4 . El poeta, dramaturgo y diplomático estadounidense George Henry Boker (1823-1890)(*)publicó una tragedia en verso llamada Francesca da Rimini(1853)(*),que se utilizó luego en forma dramática. Jan Neruda (1834 – 1891)(*) fue un poeta, cuentista, dramaturgo y novelista checo, cuyo apellido se hizo famoso en la historia de la literatura latinoamericana al haberlo adoptado como seudónimo el poeta chileno Ricardo Eliécer Neftalí Reyes (1904-1973)(*), que asimismo eligió como nombre de pila la traducción al castellano del nombre de Paolo Malatesta, a quien citó en  ‘Ivresse’, de su colección de poemas Crepusculario (1919)(*):’Hoy que danza en mi cuerpo la pasión de Paolo / y ebrio de un sueño alegre mi corazón se agita:/ hoy que sé la alegría de ser libre y ser solo/ como el pistilo de una margarita infinita. Asimismo, en 1860, Jan Neruda  había escrito una obra teatral llamada Francesca da Rimini (*) En los primeros años del siglo XX se produjo una conjunción de obras referidas al tema.  En 1900 el poeta y dramaturgo Stephen Phillips (1864-1915) escribió Paolo y Francesca (*), que fue estrenada exitosamente en Londres dos años después. El estadounidense Francis Marion Crawford (1854-1909) (*) escribió ‘ Francesca da Rimini’. (1902)(*)  que estrenó en París la actriz francesa  Sarah Bernhardt (1844-1923)(*). La obra fue traducida por  Marcel Schwob(1867-1905)(*). En esta obra se basó Franco Leoni (1864-1949) (*) para componer la ópera del mismo nombre. Pero quizás la obra más famosa sea el drama Francesca da Rimini (1902), que Gabriele D’Annunzio (1863-1938)(*)escribió para su amante la actriz Eleonora Duse (1858-1924)(*). Como vemos, en los albores del siglo pasado las dos actrices más famosas de la escena europea encarnaron al personaje en dos obras diferentes. Es realmente lamentable que no existan registros filmados que nos habrían permitido comparar esas actuaciones sin duda geniales. _____________________________________________ (*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet. ESTELA TELERMAN  pianista,  docente, difusora de la música argentina, es columnista en Diario de [email protected]