Por Alejandro Casas*, especial para DiariodeCultura.com.ar.

A qué buscar logros insensatos

por qué forzar el curso de tu vida

la libertad está en otro lado,

afuera, quizás lejos, quizás cerca

pero siempre al alcance de la mano.

 

No busques caminos sin retorno,

que siempre puedas volver al origen

a las mañanas de primavera,

a los atardeceres de otoño.

 

Tu vida es un río

por momentos sinuoso,

y por otros la calma

que lo vuelve remanso.

 

Hay luces y sombras

hay gritos impensados,

hay voces que te nombran

hay seres que te amaron.

 

En un cascarón de nuez

viajan tu corazón y tus sueños

y tus delirios pasados.

 

La noche se hace eterna

cuando el sueño te ha abandonado.

 

Busca siempre el retorno

aléjate del dolor y las penas,

mira al cielo y a la luna,

allí encontrarás respuestas.

 

Todo se entiende un día

aunque sea el último

de tu sinuosa vida.

 

En el capullo de un suspiro

puede caber

la más inmensa dicha.

 

* Escritor, abogado y docente universitario