Más que un deseo, es una necesidad la creación de un corredor turístico en la frontera argentino-brasileña sobre el puente Tancredo Neves. El cruce fronterizo, hacia y desde la ciudad de Puerto Iguazú y su vecina Foz, generan el diario inconveniente de tener que soportar largas filas de tránsito, ya que es constante el ir y venir de brasileños y paraguayos, hacia el territorio argentino, debido a la devaluación del peso argentino. En su mayoría, son brasileños que, con su moneda, el Real, obtienen 42 veces más por el peso argentino.
La circulación de vehículos se genera a toda hora; ingresan en nuestro país a efectuar las compras de todo tipo de artículos. Los supermercados son los más favorecidos. Productos cómo: aceites, harinas, vino, carne, de higiene y limpieza, combustible y cuanta mercadería les interese, son llevadas hacia las distintas ciudades cercanas a la Argentina, en esta región.
Para ello, desde la Cámara de Comercio de Iguazú, por intermedio de su Presidente Joaquín Barreto, pidieron a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), una reunión para que se gestione ante el gobierno nacional, la “vieja” idea de ampliar la frontera, mediante el tan ansiado Corredor Turístico que una a Brasil y Paraguay y que sea de libre acceso.
La revisión de este proyecto es de una imperiosa necesidad, porque la conexión entre las ciudades vecinas no solo es de carácter turístico sino, además, comercial y de salud. Esta iniciativa facilitaría, en gran medida, el diario vivir de quienes tienen que soportar filas interminables y trámites burocráticos. A esto debemos sumar la falta de personal de Migraciones, las obsoletas instalaciones y un viaducto deteriorado. Estos hechos son generadores del “cuello de botella”, que crea un marcado malestar a quienes deben movilizarse.
Desde hace varios años, los comerciantes de Iguazú anhelan una solución a esta problemática y la gestionan continuamente.
Días pasados, en la ciudad de Córdoba se presentó esta inquietud en una reunión de la Comisión de Frontera y Legalidad. El objetivo principal fue el de conseguir que las personas que ingresen a Puerto Iguazú pasen sin realizar el trámite migratorio. Solo tendrían que realizarlo aquellos que utilicen esta vía de acceso y no permanezcan en la ciudad.
El plan inicial, hablaba de trasladar el control de migraciones para los extranjeros que vinieran a la Argentina al sector del Lago Urugua-í.
Está en manos de las autoridades nacionales la decisión que llevará a un gran alivio a los ciudadanos que por distintas necesidades se movilizan, a diario, a esta área de gran relevancia turística.
Se necesita desagotar este espacio para un mejor flujo de brasileños y paraguayos que, en su mayoría, dejan muy buenos dividendos al comercio local y para aquellos que viven en Puerto Iguazú tener la misma practicidad para trasladarse a las ciudades vecinas.
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Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico
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