Nuestra Argentina tiene innumerables bellezas naturales, dignas de ser visitadas y, en los últimos años se ha potenciado el turismo nacional por las dificultades económicas de viajar al exterior.
Entre las muchas propuestas que los agentes de viajes ofrecemos es la de visitar la tierra colorada misionera donde están las Cataratas del Iguazú, elegidas en el año 2011 como una de las 7 Maravillas Naturales del mundo.
Según cuenta la historia, en el año 1542, mientras la gente del Viejo Mundo realizaba una travesía desde el océano Atlántico rumbo a Asunción del Paraguay, el adelantado español Don Alvar Núñez Cabeza de Vaca, se tropezó con las maravillosas caídas de aguas y las bautizó con el nombre de “Saltos de Santa María”.
En ese entonces esa región estaba habitada por indígenas de la etnia Mbyá-guaraní, que en 1609 fueron evangelizados por sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús, quienes conformaron un sistema de reducción, muy avanzado, con 30 pueblos en lo que hoy comprende el sur del Brasil, Paraguay, Misiones y la parte norte de Corrientes, en Argentina.
- Mbyá-guaraní
Las diferencias políticas y económicas con la corona española hicieron que los jesuitas fuesen expulsados en el año 1768. De allí en más, el espacio en el que están las cataratas quedó en el olvido hasta 1881, poco tiempo antes de la federalización de la Provincia de Misiones, época en que los misioneros se separaron de Corrientes, un año después asumió el primer gobernador, Rudecindo Roca, quien dividió el territorio en cinco departamentos.
- Ruinas Jesuíticas
Años más tarde, un 20 de setiembre de 1895, el gobernador Balestra dividió la provincia en 14 departamentos e Iguazú paso a integrar el sector fronterizo junto con Manuel Belgrano, El Dorado y San Pedro. En 1897, el pionero turístico Jordán Hummell, acompañado por dos ciudadanos del lugar realizaron una nueva excursión hasta las Cataratas del Iguazú, del lado brasileño, debido a que del lado argentino la selva era impenetrable.
A principios de 1901 e interesado en promover este destino turístico, el gobernador Lanusse viajó a Buenos Aires para convocar a la empresa naviera Mihanovich en la promoción turística de las cataratas.
En agosto de ese mismo año, llegó a Puerto Iguazú el primer contingente de turistas que visitó los saltos compartidos con el Brasil. Entre los viajeros se destacaba Victoria Aguirre quien, maravillada y a la vez desmoralizada por no poder hacer la excursión por falta de caminos donó $3000- que, sumados a otros, sirvieron para abrir la ruta de tierra entre la ciudad de Puerto Iguazú y las Cataratas.
- Victoria Aguirre
Este episodio marcó el inicio de la actividad turística en Puerto Iguazú y reivindicó la fecha de su fundación en homenaje a Victoria Aguirre (una de las principales avenidas de la ciudad lleva su nombre), considerada la protectora y pieza fundamental, que impulsó el turismo y el crecimiento de la ciudad. En 1902, Carlos Tays presentó un estudio pormenorizado de toda el área de las Cataratas del Iguazú y elaboró el proyecto de creación del Parque Nacional Iguazú, que fue aprobado y realizado tiempo después.
- Carlos Tays
El 3 de setiembre del mismo año, por iniciativa del gobierno de Misiones se promulgó la “Ley Olmedo”, que reservó para el estado nacional la jurisdicción del Parque Iguazú.
En 1907 “las tierras de Iguazú”, fueron vendidas en subasta pública, quedando la parte septentrional en manos de Domingo Arrayagaray, y la meridional a cargo de Martín Erracaborde. Fue en la misma época que la empresa minera Gibasa y Núñez, construyeron el primer hotel en Iguazú.
En 1913 se instaló la comisaría de policía, la subprefectura y una escuela primaria. En 1916 se creó el registro civil de Puerto Aguirre -como ya se lo denominaba-, en 1928, comenzó a funcionar la estafeta de correos. En el mismo año el gobierno nacional le compró las tierras de Arrayagaray para utilizarlas como zona militar y parque nacional.
El 1ro. de enero de 1935, el estado argentino dispuso la creación oficial del Parque Nacional, cuyo objetivo principal fue la conservación de la belleza natural, reconocida mundialmente: “Las Cataratas del Iguazú”, el impresionante marco de selva natural que la rodea y su fauna variada de especies que viven en total armonía con el paisaje. El parque abarca una superficie de 67 mil hectáreas y lo separa de la ciudad de Foz do Iguaçu, Brasil, el Rio Iguazú.
En 1984, las Cataratas Argentinas fueron declaradas “Sitio de Patrimonio Mundial” por las Naciones Unidas. Dos años después, la UNESCO otorgó la misma denominación al lado brasilero,
El Parque Nacional Iguazú pertenece a la eco-región selva paranaense o misionera cuyo relieve y patrón de drenaje es dominado por una meseta basáltica que alcanza los 700 mts de altura.
Puerto Iguazú posee magníficos saltos de agua que maravillan al mundo, una ciudad tranquila, serena, con una calidad de vida digna de admiración que nos recuerda tiempos pasados en otras ciudades del interior donde el ciudadano se podía sentar en la vereda a conversar con un vecino -mate de por medio-, sin peligro alguno.
En estas latitudes aún podemos tener el privilegio de darnos la mano en una tierra de paz.
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Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico