Un argentino en Brasil: Rutas alternativas hacia las playas Catarinenses

POR LOS CAMINOS MÁS CORTOS, O POR LAS CATARATAS DEL IGUAZÚ – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Se acerca el período de vacaciones de verano y es muy importante no solo elegir el destino turístico, sino también pensar la ruta a seguir. Por ejemplo, si la idea es viajar al estado de Santa Catarina, Brasil, para disfrutar de algunas de sus excelentes playas, existe el camino más seleccionado por los viajeros, es decir: si el punto de partida es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tomamos Autopista Panamericana y vamos dejando atrás entre otras localidades; Garín, Ingeniero Maschwitz, Escobar, Campana, Zarate -donde atravesamos los dos puentes del Complejo Zarate Brazo Largo-, y accedemos a la Ruta 12 en el desvió Ibicuy hasta Ceibas, ya por carreteras entrerrianas sobre la Ruta Nacional 14, pasando por Gualeguaychu, Concepción del Uruguay, Colón, Federación, etc. hasta llegar al acceso a Paso de los Libres, Corrientes.

Allí hacemos los trámites aduaneros y transitamos hacia Uruguaiana -ya en dominios brasileños- por la ruta BR 472, y luego de viajar 65 kmts., nos encontramos con el cruce de la BR 290 y la BR 293, continuamos por la primera, pasamos por Alegrete hacia Sao Gabriel, Rosario do Sul y allí algunos viajeros deciden descansar, porque resta menos de la mitad del camino: solamente 815 kilómetros, si deseamos como destino final Balneario Camboriu y menos si vamos a Florianópolis u otras oplayas anteriores.

Sao Gabriel, es uno de los lugares para descansar y proseguir al día siguiente hacia el punto escogido. Esta ciudad es tomada como parador debido a que existe buena oferta anfitriona y queda a la orilla del camino, donde se encuentran restaurantes, hoteles y posadas.

Al otro día, luego de un reparador descanso, continuara el viaje siempre por la BR 290 hasta Porto Alegre y tan solo 94 kmts después se accederá a Osorio, donde comienza su tráfico por la autopista BR 101, en la que se pasa por la balnearia ciudad de Torres, Tubarao, Laguna, Imbituba y se llega a Florianópolis.

Si eligió “Floripa” y sus playas, muy visitadas por argentinos, allí termina su travesía de ida; si va a Celso Ramos tiene que conducir 30 kilómetros más, 50 a Bombas y Bombinhas y unos 70 si sigue hasta Camboriu.

La otra opción que le proponemos para llegar a estos mismos destinos, tiene 339 kilómetros más, pero permite conocer –si es que aún no las visitó-, las imponentes Cataratas del Iguazú.

Para esto, cuando está a la altura del kilómetro 697, en vez de ingresar a Paso de los Libres, continúa por la ruta 14, vía Yapeyú, pasa por Santo Tomé, Gobernador Virasoro, San Ignacio, Puerto Rico, El Dorado, Wanda y llega a la tierra de las cataratas, Puerto Iguazú.

Iguazú, es el lugar apropiado para hacer un alto en el camino porque Ud ya recorrió 1300 kmts, allí, existe una amplia oferta hotelera con precios variados.

Los magníficos saltos de agua siempre son dignos de visitar y si no los conoce, es una buena oportunidad. Como su intención es: sol y mar en playas brasileñas, con dos día en la tierra colorada le bastará para admirar las imponentes Cataratas del Iguazú.

Para seguir su marcha, solo debe atravesar el puente Tancredo Neves, que separa al Brasil de la Argentina, dista tan solo a 6 kmts y de esta manera comienza su derrotero por dominios brasileños.

Por la ruta BR277 se va hasta el destino deseado, dejando a su paso las ciudades de Cascavel, Larangeiras do Sul, hasta llegar a Curitiba –ya en la BR376-. En esa hermosa ciudad, se hace contacto con la ruta más larga de Brasil: la BR 101. Esta importante autopista lo lleva hasta Joinville, ya en tierras catarinenses y cerca de su destino elegido cruzando por las pequeñas, pero lindas ciudades de Penha, Porto Belo, Itapema, con destino Camboriu o los que le siguen.

En este pasaje de más de 300 kmts, y si no tiene prisa en sus vacaciones, existen plazas poco conocidas a nivel turístico por los argentinos, caso los pequeños pueblos de pescadores en torno a Joinville, como Sao Francisco do Sul –Ciudad histórica fundada en 1553 con sus iglesias construidas con arena y aceite de ballenas y arquitectura colonial- , el paseo por la Bahía de Babitonga y por 14 islas, desde las que se observan delfines en la puesta del sol.

O de pasada disfrutar “Beto Carrero”, el parque temático más importante de Sudamérica en la ciudad de Penha y, si puede, visitar –aunque sea por unas horas-, Curitiba, considerada un ejemplo internacional por su calidad de vida, producto de ser una de las ciudades más limpias del mundo, donde el reciclado de basura es a través de varias cooperativas que sirven no solo como sustento de muchas familias, sino también un verdadero ejemplo de cómo conservar el planeta.

Estimado lector si aún no organizó su viaje a tierras brasileñas, tiene la opción de una ruta que tal vez no pensaba, pero puede ser la alternativa de conocer lugares maravillosos aunque recorra algunos kilómetros más de los habituales… hasta el próximo paseo…

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