En el transcurso de esta semana, recorriendo las calles céntricas de Puerto Iguazú, lugar donde se convive con mucha cantidad de brasileños y paraguayos, observé como nuestros vecinos transitan las principales arterias de la ciudad en procura de cuanto producto puedan comprar por el beneficio de sus monedas y me sorprendí con una enorme fila de gente que llegaba a unos cuarenta metros sobre la vereda, para ingresar en un local, la oficina de la ANSES.
Sobre un sector de la vereda, observé a un matrimonio de abuelos apoyado contra la pared lindera al ingreso al local y vi preocupación en la señora mayor, con lágrimas en sus ojos. Me acerqué y pregunté si podía ayudar en algo, a lo que me respondieron que, lamentablemente, habían llegado tarde al reparto de números para ser atendidos lo que les causaba un gran problema, ya que no tienen medios de movilidad, los taxis o remises cobran caro y regresar al otro día les significaba sumar cuatro viajes y deberían gastar unos 6 mil pesos que no tenían.
Aduciendo curiosidad periodística, solicité entrevistar al jefe de la dependencia local, el Sr, Heber Krieguer, a quien le consulté los motivos de la larga fila y le expliqué el caso de los ancianos. El director del área, pese a estar muy ocupado, se prestó gentilmente a nuestra inquietud. Luego de oír mi comentario, me pidió que lo aguardara y procedió a atender al matrimonio octogenario que evitó regresar al día siguiente, en un acto que llamamos de buena voluntad.
Luego de esa acción, continuamos con lo que se transformó en este artículo periodístico. El jefe de oficina nos comunicó de la asistencia crediticia otorgada a trabajadores en relación de dependencia por el ministro de economía, detalló que una gran cantidad de personas son atendidas a diario en la agencia y comentó que ese era el motivo de la larga fila.
La ANSES Puerto Iguazú brinda una atención sumamente cordial y el trabajo de los funcionarios es totalmente respetuoso y amable para la gran mayoría de personas de la tercera edad que solicitan las distintas asistencias de pensión o jubilación. Los tramites en esta sucursal son rápidos y pudimos comprobar que, pese a que existe un horario delimitado para el cierre y apertura, siempre hay personas culminando sus trámites.
El titular del área nos dijo sobre las nuevas medidas dictadas por el Ministro Sergio Massa junto a la directora ejecutiva del ANSES Fernanda Raverta con aumentos y bonos a jubilados y pensionados, asignaciones universales y refuerzo de ingresos. Destacó que existe un ciento por ciento más de aumento anual en los haberes con referencia al año 2022 y que se trata de combatir con estas extensiones la inflación. Reconoció que no alcanza, pero que los bonos que se otorgan ayudan en parte a paliar la difícil situación.
«Es norma de esta dependencia atender con la mayor amabilidad posible -continuo el jefe de oficina-, a quienes solicitan ayuda o asesoramiento sobre lo que pueda otorgar la ANSES». Agregó que se brinda información sobre si cada persona puede jubilarse o bien si tiene acceso a algún plan que lo beneficie. Nos dijo también que si existen dificultades para que la persona solicitante tenga la posibilidad de ser favorecida, se la trata con el mayor respeto y se le explica por qué no tendrá el beneficio.
Si bien Krieger exteriorizó la ardua labor cotidiana con la atención de mucha gente que se acerca, manifestó el agradecimiento a sus colaboradores a los cuales se le indica como norma tratar por todos los medios de solucionar los problemas, sabemos -continuo-, que muchas veces la gente de mayor edad tiene dificultades para entender ciertas gestiones, pero con buena voluntad se soluciona.
Indicando que detrás de cada trámite existe una persona mayor que desea ver solucionado su problema.
Allí luego de una amena conversación con Hebert Krieger pude observar a otras personas de avanzada edad en el local, aguardando como con súplica una ayuda, eran los “viejos”, olvidados por los sistemas.
Y me vino a la mente una parte de la canción del álbum Bienaventurados de Joan Manuel Serrat titulada: “Llegar a Viejo”, en plena alusión a lo que a diario pasan quienes llegan a la denominada tercera edad, lo que se aprecia:
“Después de darlo todo, en justa correspondencia. Todo estuviese pagado y el carné de jubilado abriese todas las puertas. Quizá, llegar a viejo, sería más llevadero, más confortable y duradero”.
Como finaliza la canción: “Si no estuviese tan oscuro a la vuelta de la esquina O simplemente, si todos entendiésemos que todos llevamos un viejo encima”.
De todas maneras, comprobamos que en esta oficina pública se trata humanamente bien a los necesitados que concurren al ANSES en búsqueda de ayuda…
Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico