Misiones es una provincia que está organizada económicamente por la explotación de sus cultivos industrializados, con los casos del Té y la Yerba Mate, pero la actividad desarrollada a través de la extracción selectiva de maderas y las plantaciones de especies forestales exóticas son el nervio motor de este estado provincial que tiene como principal atractivo el turismo en la zona de la triple frontera con las Cataratas del Iguazú.
La unión de todos los sectores relacionados con la llamada “industria sin chimeneas”, tiene el aporte incondicional de hoteleros, comerciantes y trabajadores de la sociedad local. A esto le agregamos que si Ud. visita la tierra de las cataratas observará transitar durante gran parte del día a miembros de las comunidades aborígenes de la etnia guaraní. Estos “paisanos” -como gustan que los llamen-, han encontrado en el turismo una nueva fuente de subsistencia y la visita a las comunidades aborígenes de Yasí Pora, Mbororé e Yriapú resulta una experiencia única e inolvidable ya que en el lugar puede observarse el modo de vida que tienen los guaraníes, no solo en sus viviendas totalmente autóctonas como legado de sus ancestros, sino también en la particularidad para vestirse o escucharlos hablar en su idioma.
Ellos se rigen por la autoridad del cacique y en los espacios a visitar pueden adquirirse las artesanías destacadas que elaboran, como arcos y flechas, una especie de quena que emite sonidos de aves, collares, cestas y algunas tallas de animalitos de esta selva exuberante como tucanes, coaties, onzas, etc.
Los senderos abiertos entre la pródiga selva misionera muestra el derrotero que los naturales de esta tierra colorada transitan diariamente y lo extienden a cuanta persona quiera disfrutar de las bondades de la naturaleza observando la fauna y flora tan rica en especies variadas.
Los guaraníes reconocen -entre otros-, en sus comunidades distribuidas en esta región, a los Mbyá que se encuentran radicados en Brasil, Paraguay y el noreste argentino. En la provincia de Misiones se registran como indígenas o descendientes de pueblos originarios más de 13 mil personas.
Estos oriundos encontraron en la selva tan apreciada los recursos necesarios para sustentarse en lo que ellos denominan el modo de vida mbyá.
Los distintos agrupamientos indígenas pueden ofrecer un circuito turístico de similares características, dentro de esa actividad monte adentro, los nativos exponen a los visitantes, trampas de caza llamadas Aripuca, que son usadas de forma artesanal para cazar aves, monos y otros animales pequeños. Esta armadilla tiene una altura de poco menos que un metro, realizada con palos amarrados entre sí en forma de pirámide, lo que permite capturar presa vivas sin herirlas, el disparador es accionado por el propio peso del animal.
Una empresa turística de la ciudad de Puerto Iguazú, de reconocida trayectoria, ofrece dentro de ese paseo por la comunidad originaria un camión abierto en una expedición tipo safari, recorrido que es muy visitado principalmente por turistas extranjeros, que ven en este tipo de asentamientos una particularidad que no aprecian en sus países de origen. Allí, quienes concitan la atención de estos visitantes son los niños de muy corta edad, que son mandados por sus progenitores con artesanías talladas de animales de la región con el fin de facilitar la venta -hecho que también puede observarse también en distintas calles de la ciudad en horarios nocturnos-, mientras que sus madres suelen aguardarlos en un sector cercano.
Esta manera de exponer a los pequeños -algunos de no más de 4 o 5 años-, no es bien vista por quienes visitan estas latitudes, ya que se los ve con una marcada falta de higiene, con poca ropa y en muchas ocasiones pidiendo comida en los restaurantes con mesas en la vereda. No se decir quien o quienes tienen la responsabilidad de al menos impedir esta explotación infantil, pero la sensación de observar esta situación no es acorde con los tiempos en que vivimos.
Son conocidos desde todos los tiempos los reclamos exigidos por estas comunidades exigiendo soluciones en el plano alimenticio y sanitario, entre otras solicitudes al gobierno provincial.
Desde el municipio y la provincia siempre se les acercan operativos de ayuda, igualmente ellos -los originarios-, desean mantener su tradición y continuar residiendo en la selva aduciendo su fuerte arraigo legado por sus ancestros…
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Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico