Demás está decir que la selva misionera alberga en su interior a una gran diversidad de flora autóctona y una fauna rica que merece ser protegida.
Desde hace un tiempo a esta parte, se ve que la conciencia del hombre enriqueció los medios de protección a estos animales y se creó el puente pasa fauna aéreo, una de las medidas que protegen la vida de quienes se veían amenazados por el hombre, que en muchas ocasiones atravesaba la ruta a altas velocidades.
Esta protección forma parte de una de las medidas de preservación de los impactos ambientales, presentada para la conservación en el área del corredor biodiversidad por las obras de pavimentación de la Ruta Nacional 101, una estructura que le permite a la fauna nativa asegurarse un mejor traslado lejos del peligro de atravesar una ruta.
Podemos mencionar que la provincia de Misiones une dos parques: el provincial Urugua-i y el Foerster, mediante los llamados «pasa faunas», uno de ellos por debajo de la ruta y el ecoducto por arriba, con el Parque provincial Welcz, este último creado en el año 2007, con la idea de originar un corredor biológico único en el continente.
En realidad, la existencia de estos protectores de la fauna selvática colabora directamente con evitar el atropellamiento de los animales autóctonos y su construcción ha servido enormemente para la protección, hecho que pudo observarse con las cámaras trampa utilizadas en el lugar, que permitieron corroborar con la tranquilidad y seguridad con que transitan de un sector a otro en la selva.
Si bien la medida no es suficiente para evitar los permanentes atropellamientos, debido a la inmensa cantidad de turistas que circulan diariamente por una de las rutas más lindas de nuestro país, la nacional 101, rodeada de selva, que atraviesa -además- el Parque Nacional Iguazú y es parte de la bella tierra colorada.
Dentro de las especies animales que habitan este territorio, destacamos a los monos Caí, ardillas serelepes, tucanes, coaties, urracas, zorros del monte, corzuelas, tortugas y yacarés en las aguas del rio, sin dejar de lado la presencia imponente por su figura del yaguareté que suele ser visto generalmente durante la noche o bien de madrugada.
Todas estas especies, con la conciencia del hombre, pueden ser preservadas; solo resta que desde los órganos oficiales de gobierno tomen la iniciativa para crear los mecanismos -como los pasa fauna-, para la protección, y también concientizar a los visitantes -principalmente- de bajar la velocidad cuando se atraviesan áreas de parques nacionales, porque dentro de ellos están sus habitantes naturales que son los animales -muchos de ellos en extinción-, y aportar nuestro granito de arena para evitar los accidentes que no son pocos.
Creemos que hace falta tomar más medidas de protección para dejar de lamentarnos la desaparición de especies emblemáticas de uno de los destinos turísticos más importantes de la argentina.
=================================================================
Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico