Cuando el proyecto no pasó de un sueño que costó muchos dólares, esta iniciativa que había sido anunciada un 5 de junio de 2013 en la provincia de Misiones, notificaba que sería una oportunidad única para dar trabajo a unas 500 personas aproximadamente en una construcción de casinos y hoteles al que bautizaron el mini “Las Vegas Argentino”.
Demás está decir que esta decisión creó una expectativa de importancia en Puerto Iguazú y la región. Para ello, se remolcó desde Buenos Aires el buque Nicolas Mihanovich, una embarcación de gran estructura de unos 8000 mts cuadrados, 100 mts de eslora y 17 mts de ancho. El navío costó la impresionante suma de 250 millones de dólares.
El barco tiene 8 pisos y como no pasaba por el puente que une Encarnación -por donde navegó hacia Iguazú-, se decidió cortar un piso entero, que luego a su arribo a Misiones fue acoplado nuevamente.
Se decía que en este mini “Las Vegas”, se iba a construir un hotel 5 estrellas con 52 habitaciones en suite de categoría internacional, con 4 salas de juego, gimnasio, piscina, spa y salón de usos múltiples, entre varios servicios más.
La embarcación se encuentra en un estado de abandono total y anclada en las márgenes del rio Iguazú, sobre la costanera iguazuence, a pasos nada más del hito de Tres Fronteras.
Es muy común observar al buque deteriorándose cada día más, el óxido va tomando cuentas de su estructura y es difícil analizar el impacto ambiental que su destrucción pueda crear en un área donde impera la naturaleza.
Al caminar por la costanera de la ciudad de las cataratas en un paseo rutinario para propios y visitantes, se ve a ese “Barco Fantasma” -como muchos lo apodaron-, de color que otrora era blanco.
El Mihanovich no será un casino flotante ni un hotel cinco estrellas de carácter internacional, la ilusión de muchos lugareños de que ese proyecto se llevase a cabo se fue diluyendo como las mismas quimeras de quienes lo idearon e invirtieron una suma de dinero impresionante.
No nos cabe dudas de que si este barco hubiese llegado a buen puerto, este Puerto Iguazú lo hubiese albergado como a uno de sus puntos estratégicos, como los son otros atractivos que posee la ciudad y que atraen a millares de turistas año tras año.
Por ahora, el Mihanovich sigue amarrado en las márgenes del rio Iguazú. Su destino final es incierto, luego de que navegase a la deriva una noche de violenta tormenta en 2016, cuando el rio Iguazú creció enormemente. La embarcación que se encontraba amarrada aguas abajo de las cataratas, soltó sus cuerdas y navegó a la deriva varios kilómetros con el peligro que eso significó.
La inversión varias veces millonaria que se iba a convertir en la promesa de emular en parte a la ciudad de Las Vegas, quedó en algo irrealizable para los empresarios y su rescate para alejarlo de una imagen nada agradable para quienes a diario observamos el gigante en franco abandono, parce no tener fecha.
La selva Iriapú, no lo tendrá como uno de sus huéspedes más visitados, los sueños de un hotel con casino se menoscabaron como el navío mismo.
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Alberto Antonio Curia es Periodista y Consultor Turístico