En el château de la Gaffelière se nota la presencia de una familia, los Malet Roquefort, instalados en Saint Emilion desde 1705.
Esta familia desarrolla una historia rica en idas y vuelta desde la época de los vikingos. Un verdadero torbellino tanto de los personajes como de las fechas.
Entre el ancestro vikingo de 1066 y el valiente caballero que partió a las cruzadas a Túnez con San Louis en 1267, la línea familiar de los Malet Roquefort tiene muchas partes incompletas y seguramente se hacen mil preguntas y no es extraño que, en ese contexto, por ejemplo, Bérangère de Malet-Petges se preguntara de vez en cuando; «Bérangère quién sos», «Cuál es tu lugar», «Porqué estás aquí»?
- Bérangère de Malet-Petges
En ese contexto, para su padre, el conde Leo de Malet Roquefort, el invitado que confunde las estrías de un blasón heráldico o, que apenas puede notar los componentes del mismo, corre el riesgo de provocar su ira. » Pero, en fin se trata de cultura general»! se irrita el patriarca.
Y su hijo Alexandre le contesta gentilmente: «Querrás decir, tu cultura general», le afirma el que es copropietario del château La Gaffeliere, con su hermana Bérangère de Malet-Petges, y de su hermano mayor Guillaume.
Alexandre de Malet Roquefort dirige el primer gran «cru» (caldo), clasificado con su nombre, al igual que el conjunto de las propiedades de la familia, reunidas bajo la marca Dominio Conde de Malet Roquefort. Una etiqueta en el cual está, también, representado su medio hermano menor, Stanislas, y su media hermana Anastasia.
Leo, conde de Malet Roquefort tuvo cinco hijos de sus dos matrimonios, pero eligió transmitir a sus primogénitos la histórica propiedad, escondida entre las colinas de Pavie y Ausone, una planicie calcárea, acotada arcillosa-calcárea, al pie de la ladera más silicosa. Château La Gaffelière es la bandera familiar.
En cada frasco del primer gran cru (caldo) de gran clase, los escudos aparecen magnificados. Es decir, la importancia concedida al blasón por ese clan, reivindica el nombre Malet, es uno de los más antiguos de Francia. Orgullosos de serlo y de enorgullecerse de ver el escudo de familia en el de un soldado representado en «La tapicería de Bayeux».
- Tapicería de Bayeux
Se trata de Guillaume Malet, señor de Graville, fundador en 1050 de la abadía de Sainte Honorine, que domina Le Havre y compañero de Guillaume el Conquistador. Lo acompaño a Inglaterra, y allí se casó con una Lady Godiva, y lo hizo conde de Suffolk, y es formalmente identificado con el bastardo de Normandía durante la batalla de Hastings en 1066.
- Abadia de Sainte Honorine
«En la noche del combate» cuenta Alexandre de Malet con tanto entusiasmo que uno podría imaginarse que el hecho ocurrió apenas ayer, y ver a su antepasado surgir en la habitación. Y continúa… «cuando Guillaume (el Conquistador) se enteró que Harold (rey de Inglaterra) murió de un flechazo en un ojo, pidió a nuestro antepasado ir a buscar los restos mortales y enterrarlo en una playa de canto rodado al pie de Hastings».
En los Malet Roquefort, la historia de Francia está viva. Como la «nobleza de la espada», precisa Berangère de Malet-Petges, la cual siente un profundo respeto por sus ancestros que supieron «ganar sus títulos con el precio de su sangre».
Grandioso y divertido, el relato familiar está salpicado de proezas y de hazañas… «Nuestros antepasados siempre se comportaron bien. Todos tratamos de seguir transitando esos valores, es decir: nobleza, honestidad, coraje y perseverancia. Todo eso pesa sobre nuestras espaldas, y todo eso nos obliga», afirma con firmeza la heredera.
Porque sí, el peso de los siglos es a veces pesado de llevar, y sobre todo cuando hay que mantener y transmitir una propiedad vitivinícola, como el château La Gaffelière, en la misma familia desde 1705. «Nuestro padre, nuestro abuelo y nuestro bisabuelo nacieron en La Gaffelière. Hoy, somos tres. Crecimos aquí, y nuestro corazón late por esta tierra», explica Bérangère de Malet-Petges. «Pero mi hermano Alexandre tiene dos hijos, yo tengo cuatro hijas. Guillaume no tiene hijos. Dentro de 40 años seremos treinta. Es que la fragmentación de las generaciones va permitirnos conservar la propiedad?. Buscamos una solución».
Soluciones, la familia siempre las encontró. De un siglo a otro perpetúan nombres idénticos: Guillaume, Louis, Leo y Alexandre. Una antorcha y el blasón. Pese a algunos sobresaltos rocambolescos acaecidos el siglo pasado. En 1907 un estafador se volatilizo con una parte de objetos, joyas y la sortija de sello de los Malet. En 1916 una «plebeya», hizo vacilar la reputación de los Malet.
«Este episodio seguro le va a gustar», me previenen bromeando Alexandre y Bérangère. Dejan a cargo de su padre el resumen del día aciago de Louis de Malet Roquefort, a su regreso de la Gran Guerra. «Joven elegante, guapo, deportista; en 1916, mi padre conoce a una mujer bellísima durante un permiso en un pueblo.
- Louis de Malet Roquefort
Dueña de Canon-Boitard, propiedad vitivinícola vecina, Marthe Perraud, quien pretende ser una viuda de guerra. Mi padre se enamora perdidamente. Las cosas van muy rápido en esa época. Mi padre tenía la costumbre de decir que no se era demasiado observador en ese tiempo. No se sabia si se regresaría o no de la guerra». Por lo tanto, la pareja contrae matrimonio y Marthe inicia grandes trabajos.
«Pero en 1920 el primer marido resucita», ríe a carcajadas Leo de Malet. Herido de guerra y víctima de una amnesia, regresó tranquilamente de Alemania. Fue un escándalo y entonces, Louis de Malet Roquefort, logró anular el casamiento por parte de la alcaldía y sobre todo por el Vaticano.
- Leo de Malet Roquefort
El intermedio escandaloso podría haber sido borrado de los archivos familiares si no hubiera dejado huellas en la piedra, ya que es a Marthe Perraud que le apareció un falso château neo gótico, con vitraux, acordonado, torre defensiva y ventanas treboladas.
«Pfttt!, locuras de grandeza». Leo de Malet Roquefort; fruto único de las segundas nupcias de su padre en 1930 con Alice Fouchou de 17 años. «Mi madre había sido elegida Miss Bordeaux, delfina de Miss Francia. Era la hija del representante de los champagne Lanson en el sudoeste». Cuando sucede a su padre en 1958, Leo de Malet Roquefort tenía 25 años. Ya en esa época, los derechos de sucesión en Saint-Emilion eran demasiado pesados para ser asumidos.
Para conservar La Gaffelière se tuvo que separar del château Puy-Blanquet, hermosa propiedad que domina el valle de la Dordogne, y lugar más apreciado y querido por la bisabuela de Bérangère de Malet-Petges. Por una de esas vueltas del destino la propiedad viene de ser adquirida por la familia. «In Arduis Fortior!» (más fuerte en la adversidad).
- Château Puy-Blanquet
- Château La Gaffelière- Primer gran cru clase – 33330 Saint Emilion (geffelière.com)
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*Jorge Forbes es un periodista argentino que reside en Francia y que desde 1982 fue corresponsal en París para diferentes medios, tanto de la Argentina (Radio Continental), como de Estados Unidos (Voice of América), México (Radio Noticias) y Uruguay (Radio Sarandí).
Actualmente colabora con Diario de Cultura y con Arte y Colección y propone visitas a la capital francesa (privadas o en grupo, no más de 4 personas) por lugares donde vivieron argentinos famosos y conocidos, así como sitios poco conocidos para los turistas, incluso aguerridos en la materia. Se recomienda hacer el pedido por email a [email protected] o al teléfono celular en Francia: 00 336 0683 7915.
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