La grandiosa arquitectura del mas antiguo faro, todavía en actividad, hace de Corduan el Versailles del mar.
Fue construido sobre un islote a 7 kms en el mar y clasificado Monumento Histórico en 1862, al mismo tiempo que la catedral Notre-Dame de París. El faro de Corduan figura en el catastro en la parcela N°1 de la comuna de Verdon-sur-Mer.
La historia del faro es muy misteriosa y su nombre es, incluso, un enigma. La tradición señala que ese nombre se debió a que los negociantes de España que venían a cargar vinos de Bordeaux y en particular los de la ciudad de Cordue, pidieron y obtuvieron que fuera construida una torre en la desembocadura del río Gironde.
Un faro primitivo fue construido hacia 1360 bajo las ordenes del célebre príncipe Negro (Edouard, príncipe de Gales) que dirigía la armada inglesa.
Fue diseñado de forma poligonal, tenia 16 metros de altura y estaba terminado por una plataforma sobre la cual se encendía un fuego con maderas.
Un ermitaño estaba a cargo de mantener el fuego y percibía un derecho por cada barco que entraba en el río. Pero las ráfagas de viento y el océano no cesaban de deteriorar el edificio.
Los gobernadores sucesivos de la Guyana se inquietaron de esa situación y pidieron la intervención del rey Henri II e incluso de Catherine de Medicis, pero fue en vano. Hubo que esperar el reinado de Henri III y el año 1584 para que fuera decidida su reconstrucción. La primitiva torre iba, poco a poco, a ceder su lugar a un monumento grandioso, sin igual en todo el mundo.
LA PLATAFORMA
De forma circular la plataforma soporta el muro que rodea la torre. Su perímetro exterior está ocupado por edificios afectados a la habitación de los guardianes.
Alberga, igualmente, grupos electrógenos que proveen de electricidad al faro. Bajo la piedra, se encontraban sótanos en los cuales había cisternas de agua dulce. La plataforma permite también admirar la torre, como si fuera un dedo apuntando al cielo y, también, contemplar de una sola mirada el extraordinario trabajo de los arquitectos.
En el magnifico frontón, esculpido en la piedra, está la puerta de entrada que lleva hacia la planta baja. Esa puerta conduce directamente al interior de la torre. Esa primera sala de forma sensiblemente cuadrada es completada al Este por un vestíbulo de acceso, al Norte y al Sur por pequeños gabinetes alumbrados por las ventanas exteriores y al Oeste por una escalera en caracol que llega a los pisos superiores.
No se puede mas que admirar la riqueza de la decoración.
Cabezas de mujer cinceladas en las piedras, cabezas de león de las cuales se escapan volutas de flores y frutas, al igual que dos fuentes en forma de cabezas de león esculpidas en el bronce componen los principales motivos. Las fuentes sirven incluso hoy a los guardianes a recibir el agua de lluvia que recorre todo el largo de la torre. Dicho sistema sera pronto remplazada por un dispositivo que, luego de la desalinización, permitirá obtener agua dulce.
EL PRIMER PISO
Antes de acceder a la linterna es necesario trepar los escalones de la monumental escalera caracol que ocupa por si misma en ese nivel, el corazón de la torre.
Esa parte del faro fue agregada al edificio original durante los trabajos de elevación realizados en 1789 por Joseph Teulère. A esa altura la mayor parte de las piedras componen todo el espesor de la torre, y están unidas de manera tan exacta que es imposible deslizar la hoja de una cuchilla en las juntas.
Nadie sabe porqué esta parte de la torre/faro recibió el titulo de apartamento del rey. Muy bellas decoraciones –hojas y cabezas esculpidas- así como una serie de iniciales se entrecruzan y se destacan las letras L.M.T,, en homenaje a la pareja real Louis XV y Marie-Thérèse de Austria.
EL «OCULUS» DEL FARO
En el centro de la habitación está el «oculus», el pozo central por el cual los guardianes llevan hasta la linterna los combustibles necesarios para su buen funcionamiento de guía luminaria en los océanos.
En la sala se encuentran hoy los bustos de antiguos directores del Servicio de Faros y Balizas, así como una vitrina en la cual están expuestos los diferentes modelos de lámparas que equiparon la linterna hasta su electrificación, en 1948. Una puerta lateral permite acceder a la primera galería exterior desde la cual puede admirarse el magnifico trabajo de la piedra en esa parte del edificio.
LA CAPILLA
La capilla Notre-Dame de Cordouan es la última sala fechada de la construcción realizada por Louis de Foix. De forma circular se une a la forma de la torre. Su piso está pavimentado de mármol de Sainte-Anne y de mármol negro, en alternancia. Allí se inician amplios mosaicos de los que nacen columnas que soportan arcos de la bóveda.
La capilla está ademas adornada de una copa abovedada que cruza el oculus.
Los muros de piedra que rodean la capilla en ciertos lugares fueron vaciados y en esas cavidades hay cinco nichos de gran tamaño. Uno de ellos está ubicado al Este y contiene un altar de mármol blanco.
Otros contienen magníficos vitraux fechados en 1853 en los cuales figuran Sainte-Sophie, Saint-Michel, Saint-Petrus y Sainte Anne, encima de las cuales están esculpidos monogramas ornamentados de manera muy valiosa de Henri III y Henri IV.
Los últimos dos nichos están vacíos pero contenían bustos de Louis XIV y Louis XV. Finalmente, a la altura del nacimiento de la cúpula, una pequeña puerta se abre sobre la escalera que da acceso a la segunda galería circular exterior. La Asociación para la Salvación del Faro de Cordouan le dio un empujón sacro a esta capilla haciendo celebrar una misa para la Navidad de 1978. A partir de esa fecha varios niños fueron bautizados.
LA LINTERNA
La linterna alberga el sistema óptico del faro. Actualmente, esta equipada de una lampara de 6000 voltios cuyo alcance en el mar es de unos 40 kms, distancia que es considerable. A fin de poder distinguir los diferentes faros entre si, cada uno de ellos posee características propias.
El de Cordouan es reconocido por su iluminación en sectores -blanco, rojo y verde- y por la cantidad de sus ocultaciones -3 cada 12 segundos-. La linterna ofrece magníficos panoramas en el estuario del río Gironde y sobre las costas girondinas y charentaises, que parecen muy cercanas, de manera muy extraña, a pesar de los 7 kms que las separan.
______________________________________________________________________
*Jorge Forbes es un periodista argentino que reside en Francia y que desde 1982 es corresponsal en París para diferentes medios, tanto en la Argentina (Radio Continental), como de Estados Unidos (Voice of América), México (Radio Noticias) y Uruguay (Radio Sarandí).
Actualmente colabora con Diario de Cultura y con Arte y Colección y propone visitas en la capital francesa (privadas o en grupo, no mas de 4 personas) por lugares donde vivieron argentinos famosos y conocidos, así como sitios poco conocidos para turistas, incluso aguerridos en la materia. Se recomienda hacer el pedido por email a [email protected] o al teléfono celular en Francia: 00 336 0683 7915.
Se puede igualmente visitar su pagina web: www.jorgeforbes.com.ar