6 experiencias que tus hijos nunca olvidarán

Hay vivencias infantiles que quedan registradas como momentos memorables en nuestro cerebro.

La capacidad de asombro y sorpresa de la infancia es difícilmente equiparable a la de otras etapas de la vida. Este es uno de los motivos por los que muchas experiencias infantiles se recuerdan siempre. Pero para que el momento sea memorable, la actividad debe despertar curiosidad, generar alegría y diversión y, si además está cargada de significado, puede contribuir a que los pequeños encuentren un propósito en la vida cuando crezcan.

Además de facilitar la búsqueda de sentido en la experiencia vital, los beneficios de que una vivencia se grabe en la memoria son múltiples. “El hecho de que el cerebro aprenda y adquiera nuevas experiencias hace que los niños puedan entender el mundo y relacionarse con él. Así está preparado para lo que vendrá en el futuro”, explica Alba García, neuropsicóloga clínica. Más adelante, recuperar estos recuerdos puede ayudar a configurar el carácter, mejorar la capacidad de adaptarse a situaciones o de olvidar ciertas manías.

Por qué son tan importantes las primeras experiencias

La National Association for the Education of Young Children (NAEYC) indica que la evocación de experiencias de juego alegres y significativas ayudan a unir a las familias emocionalmente, incluso mucho después de que los niños hayan crecido.

Las primeras experiencias se graban con fuerza en la memoria. “Esto sucede porque en ellas se implican todos nuestros sentidos. Algo que provoca nuevas conexiones cerebrales que hacen que tan solo un determinado olor, color, o tacto despierten ese recuerdo más adelante”, explica la psicóloga.

Cada nueva vivencia genera una sinapsis o conexión neuronal en el cerebro del niño, por lo que cuantas más experiencias, más conexiones. “Cada asociación cambia literalmente la composición física del cerebro, ya que las neuronas se vinculan constantemente basándose en nuestras experiencias. En consecuencia, se almacena en la memoria para recuperarla cuando nos sea necesaria”, indica García.

Inculcar el valor del reciclaje de materiales, la creatividad y todos los beneficios de trabajar con las manos contribuyen a que un juguete DIY sea una experiencia inolvidable. Foto: ilustración Shutterstock.

Inculcar el valor del reciclaje de materiales, la creatividad y todos los beneficios de trabajar con las manos contribuyen a que un juguete DIY sea una experiencia inolvidable. Foto: ilustración Shutterstock.

Vivencias inolvidables: propuestas fáciles y divertidas para toda la familia

Ya sea a través de planes novedosos o de actividades cargadas de significado, crear experiencias memorables resulta beneficioso para el presente y el futuro de los niños. Estas propuestas son fáciles, divertidas e implican a toda la familia.

1 – Armar una huerta

El simple hecho de meter las manos en tierra y agua tiene el éxito asegurado entre los pequeños, ya que introducir el juego en cualquier actividad genera una respuesta respuesta emocional positiva. “Sin esta conexión emocional, la experiencia es simplemente una actividad; no es juego”, indican desde NAEYC. Sin perder de vista esta perspectiva, los niños pueden enriquecerse también del proceso de investigación de búsqueda de especies, de la construcción del espacio y, posteriormente, de su mantenimiento.

El simple hecho de meter las manos en tierra y agua tiene el éxito asegurado entre los pequeños, ya que introducir el juego en cualquier actividad genera una respuesta respuesta emocional positiva. Foto: ilustración Shutterstock.

El simple hecho de meter las manos en tierra y agua tiene el éxito asegurado entre los pequeños, ya que introducir el juego en cualquier actividad genera una respuesta respuesta emocional positiva. Foto: ilustración Shutterstock.

Es una experiencia con la que se fomenta la responsabilidad, la ciencia y en la que puede participar toda la familia. “Cualquier actividad lúdica va a fomentar la motivación del menor para el aprendizaje, pues proporcionará placer al niño y le ayudará a valorar todo lo que está sucediendo”, indica García. Por si todavía faltan motivos para iniciarse en la agricultura urbana, la huerta tiene asociada otra actividad cargada de emoción y placer para realizar sin salir de casa: convertir la cosecha en una deliciosa cena. Seguí leyendo cómo armar tu huerta ideal en tu casa.

2 – Diseñar un juguete

Inculcar el valor del reciclaje de materiales, la creatividad y todos los beneficios de trabajar con las manos contribuyen a que un juguete DIY sea una experiencia inolvidable. “En esta atmósfera libre de riesgos, donde la realidad está suspendida, los niños tienen la seguridad y la protección que necesitan para experimentar, probar nuevas ideas e investigar las leyes de la naturaleza”, sugieren desde la National Association for the Education of Young Children.

Un barrilete, un muñeco de trapo o una caja para almacenar sus cosas son algunas de las múltiples propuestas que presenta esta tarea lúdica. “Las actividades manuales ayudarán al desarrollo muscular y de la fuerza de los niños, además de proporcionar una maduración en la sincronización de movimientos, mejorando la precisión gestual y el lenguaje”, comenta García.

3 – Cuidar de animales

Pasar tiempo con animales es una de las actividades más valiosas para los niños. El contacto con mascotas u otras especies domésticas mejora la calidad de vida de las personas y, según indican los estudios, también el bienestar. Que los niños disfruten de una jornada ayudando en un refugio de animales no solo mejorará su autoestima y empatía, también sentirán que están contribuyendo con la sociedad.

“Es una actividad que favorece valores y aspectos positivos en el cerebro. Además, suele ser muy beneficiosa para aquellos niños que tienen un comportamiento más disruptivo dentro de la familia o del aula, ya que pone en práctica la inhibición de algunas conductas y fomenta el respeto hacia los demás”, añade García.

Además de facilitar la búsqueda de sentido en la experiencia vital, los beneficios de que una vivencia se grabe en la memoria son múltiples. Foto: ilustración Shutterstock.

Además de facilitar la búsqueda de sentido en la experiencia vital, los beneficios de que una vivencia se grabe en la memoria son múltiples. Foto: ilustración Shutterstock.

4 – Vivir una aventura en la naturaleza

Quizá sea una de las experiencias más enriquecedoras para toda la familia. “Las actividades que se pueden realizar en contacto con la naturaleza promueven el ejercicio físico y los hábitos saludables. Además, montar en bici, caminar por el campo u otros ejercicios… proporcionan al cerebro del niño una mayor liberación de endorfinas que hace que disminuya el estrés”, expone García.

Tanto en una plaza, como en un parque o en el campo los más pequeños pueden aprender recursos para orientarse, así como descubrir la vegetación local a través de juegos. “Jugar en contacto con la naturaleza desarrollan un mejor desempeño en las tareas en las que interviene la atención. Algo que se refleja en una mayor capacidad de concentración en el ámbito escolar, por ejemplo”, sugiere la psicóloga.

El entorno ofrece tantas posibilidades de juego como las opciones que pueda imaginar quienes disfrutan de ella. Esto es fundamental, ya que es importante que la actividad lúdica también sea espontánea. “A menudo, el juego es totalmente imprevisto. Este sentido de lo desconocido brinda a los niños oportunidades para desarrollar flexibilidad en su pensamiento y toma de decisiones, que es una habilidad vital para la vida”, indican desde NAEYC.

5 – Hacer entrevistas familiares

Conocer la historia reciente, fomentar los vínculos familiares y descubrir el legado familiar es una tarea que puede desarrollarse a través el juego. Los pequeños pueden convertirse en investigadores o periodistas creando entrevistas para saber cómo vivían sus abuelos, tíos u otros parientes años atrás.

“Las relaciones afectivas establecidas a través de estas situaciones fomentarán el desarrollo emocional que tendrá como consecuencia una maduración en las situaciones vividas, conocimiento de las reglas de convivencia en las actividades colectivas”, dice la psicóloga.

Una buena forma de liberar tensiones dentro de la familia es una guerra de almohadas. Foto: ilustración Shutterstock.

Una buena forma de liberar tensiones dentro de la familia es una guerra de almohadas. Foto: ilustración Shutterstock.

6 – Guerra de almohadas

Una buena forma de liberar tensiones dentro de la familia es una guerra de almohadas. Ver como papá y mamá se entregan al juego, en un rol diferente al que tienen normalmente, es algo que les quedará grabado en la memoria para siempre.

Asimismo, este juego mejora la sinergia y el vínculo entre ambos, además de ayudarles a tomar conciencia corporal. “Es una experiencia que provoca muchas emociones agradables para toda la familia y, por lo tanto, fomenta el buen clima”, añade García.

Fuente: Rocío Navarro Macías, La Vanguardia.