El tratamiento actual, señalan los expertos, se centra en el uso de terapia antirretroviral, la cual suprime la replicación del VIH, pero no lo elimina del organismo afectado.

No es una cura para el virus y, además, se trata de una terapia que debe ser administrada de por vida, pues su suspensión reactiva el proceso de replicación y provoca el desarrollo del sida.

El VIH puede reactivarse porque tiene la capacidad de integrar su secuencia de ADN en los genomas de células del sistema inmunológico, donde puede permanecer inactivo y fuera del alcance de los fármacos antirretrovirales.

«Ahora tenemos un camino claro para avanzar hacia pruebas con primates no humanos y, quizá, hacia pruebas clínicas con pacientes humanos para dentro de un año», concluye Khalili.