Bill Gates y Guillermo del Toro en un número especial de Time: «El arte del optimismo»

Por segundo año la revista estadounidense dedica una tapa al tema. La cineasta Ava DuVernay, editora invitada de 2019, publicó textos del fundador de Microsoft, el director mexicano y la actriz y militante LGBTQ Laverne Cox, entre otros
«Aunque vivimos en una época en la que la división es la norma, en la que los prejuiciosy las creencias parecen estáticos e inmóviles; en la que la ciencia dura es materia de debate; en la que el periodismo está devaluado; en la que se les arranca su humanidad a aquellos en celdas, centros y refugios; en la que hay demasiado para organizar en nuestras cabezas, el arte apela al optimismo que tenemos dentro y nos llama a respirar«, escribió la cineasta Ava DuVernay, editora invitada del número especial de Time dedicado al optimismo.

Es la segunda vez que el semanario de los Estados Unidos dedica una edición —doble, en este caso— a la actitud psicológica y filosófica que espera lo mejor y lo más positivo. La primera tuvo como editor invitado a Bill Gates, quien en este número regresa como autor con un artículo sobre Leonardo Da Vinci, de cuya muerte se cumplen 500 años en 2019.

Este año el tema une optimismo y arte, y la pregunta principal de DuVernay (la primera directora afroamericana nominada al Oscar, por su película Selma) es «Por qué el arte es el antídoto para nuestra época». La representación de la mitad llena del vaso, o de la vereda del sol, o de todas las formas de elegir la esperanza sobre el pesimismo, detalló: «La visibilidad literal del proverbial lado bueno. Para mí, esa es la tarea del arte».

La invitación, escribió la directora de la premiada Middle of Nowhere, le llegó un día de malas noticias. No por eso la rechazó, al contrario: «Trabajar en este número con el equipo estelar de Time me ayudó a recordar una verdad sencilla: que priorizar la esperanza cuando resulte posible es hacer algo valiente y arrojado. De ese modo, esta edición es un don para mí».

Además del cofundador de Microsoft, el premiado cineasta Guillermo del Toro (La forma del agua), la actriz y militante LGBTQ Laverne Cox y la editora Lisa Lucas, escriben en un número que recorre temas como la inteligencia artificial, el espíritu creativo y el optimismo como rebeldía. Infobae ofrece una selección de fragmentos de los principales artículos.

El fundador de Microsoft escribió sobre Leonardo da Vinci.

El fundador de Microsoft escribió sobre Leonardo da Vinci.

Bill Gates: Lo que este artista legendario nos puede enseñar sobre innovación

«Cuando pienso en la conexión entre arte y optimismo, la primera persona que me viene a la mente es Leonardo da Vinci», comenzó el filántropo su artículo. A Gates siempre le ha fascinado el florentino (en 1994 estudió su Códice Leicester, la compilación de textos y dibujos de Leonardo entre 1508 y 1510) y en 2017 recibió con entusiasmo la biografía de Walter Isaacson.

«¿Qué tiene que ver un artista del Renacimiento con el optimismo? Para mí, la conexión está en la innovación. Me siento optimista sobre el futuro porque sé que los avances en el conocimiento humano han mejorado la vida de miles de millones de personas, y tengo confianza en que seguirán haciéndolo», escribió.

Los cuadernos de Leonardo da Vinci revelan la profundidad de su espíritu innovador.

Los cuadernos de Leonardo da Vinci revelan la profundidad de su espíritu innovador.

Para Gates, Leonardo fue «uno de los pensadores más innovadores de la historia». Aunque hoy su fama puede inclinarse más hacia su obra artística, como la Mona Lisa o la Última cena, «él se pensaba a sí mismo como un ingeniero en primer lugar». Y, sobre todo, era «un aprendiz insaciable», lo definió.

«Estudiaba todo lo que podía ver: el flujo del agua, la forma en que el humo asciende en el aire, el modo en que un pájaro carpintero usa su lengua. Y logró conocimientos adelantados a su época». Esas búsquedas científicas estaban en la base de su arte: «Le pudo dar a Mona Lisa esa expresión misteriosa en el rostro porque había estudiado todos los músculos que intervienen en la sonrisa».

Cuando hoy se vincula con espíritus innovadores como Leonardo, concluyó, que quieren convertir su conocimiento en descubrimientos que mejoren las vidas de las personas, siente que su optimismo tiene una raíz.

Guillermo del Toro escribió sobre la falsa concepción del escepticismo como algo bueno.

Guillermo del Toro escribió sobre la falsa concepción del escepticismo como algo bueno.

Guillermo del Toro: La elección más radical y rebelde que se puede hacer es ser optimista

«El optimismo es radical», escribió el cineasta mexicano. «Hoy en día, la manera más segura de parecer inteligente es ser escéptico por default«, ironizó.

«Tanto la historia como la fábula nos han probado que nada está nunca completamente perdido. David puede vencer a Goliat. Una playa en Normandía puede cambiar la corriente de la guerra». Y eso, enfatizó, es una acción humana. «Cada día nos convertimos en el saldo de nuestras elecciones: elecciones entre el amor y el miedo, la creencia y la desesperanza. Ninguna esperanza es nunca demasiado pequeña«.

El optimismo, definió, es «nuestro instinto de inhalar mientras nos ahogamos». Y con cada elección, las personas «deciden dejar atrás una biografía o un epitafio». Deciden entre los dos: «Inhalar o morir».

Joy Buolamwini es una académica de computación en el MIT. (Niccolo Craantini/Wikipedia)

Joy Buolamwini es una académica de computación en el MIT. (Niccolo Craantini/Wikipedia)

Joy Buolamwini: La inteligencia artificial tiene un problema con los prejuicios de género y con el racismo. Así se lo puede arreglar

La fundadora de la Liga Algorítmica de la Justicia (que detecta prejuicios en el código del software que puede discriminar a minorías como mujeres o afroamericanos) e investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), analizó sistemas de inteligencia artificial (IA) que venden IBM, Microsoft y Amazon. Halló que, en reconocimiento de caras, por ejemplo, «todos se desempeñaron notablemente mejor en los rostros masculinos que los femeninos«, y que el margen de error para los hombres de tez clara es del 1%, mientras que para las mujeres de tez oscura llega al 35 por ciento.

«Sobran los titulares que destacan notas sobre sistemas de aprendizaje automático fallidos que amplifican, en lugar de rectificar, las prácticas de empleo sexistas, los procedimientos judiciales racistas, la publicidad depredadora y la difusión de información falsa». Pero, como optimista, Buolamwini ve el lado bueno del asunto: «Al menos ahora estamos prestando atención».

El trabajo de Buolamwini confirma que los sistemas no son neutrales y propone cambios en distintos planos de actividades humanas para corregirlo. (Liga de la Justicia Algoritmica)

El trabajo de Buolamwini confirma que los sistemas no son neutrales y propone cambios en distintos planos de actividades humanas para corregirlo. (Liga de la Justicia Algoritmica)

Tras recordar que suponemos que «las máquinas son neutrales, pero no lo son», señaló que en el diseño, el desarrollo, la distribución y la administración de la IA hay una fuerte falta de representación de mujeres y etnias no blancas, que «ha llevado a la creación de una tecnología optimizada para una pequeña porción del mundo«.

Para comenzar a construir «sistemas de IA éticos e inclusivos, que respeten nuestra dignidad y nuestros derechos humanos», Buolamwini propuso que a los investigadores y los legisladores se les sumen los artistas. «El arte puede explorar las conexiones emocionales, sociales e históricas de los prejuicios en los algoritmos de una forma que no pueden los ensayos académicos y las estadísticas», destacó.

La editora Lisa Lucas es directora ejecutiva de la Fundación Nacional del Libro de EEUU. (NBF)

La editora Lisa Lucas es directora ejecutiva de la Fundación Nacional del Libro de EEUU. (NBF)

Lisa Lucas: Dejen de decir que los libros han muerto. Están más vivos que nunca

A la directora ejecutiva de la Fundación Nacional del Libro de los Estados Unidos le parece falso el lugar común según el cual «el libro ha muerto». Hace poco leyó un artículo sobre por qué la lectura estaba en decadencia, que se basaba en una encuesta del Pew Research Center según la cual el 24% de los estadounidenses no habían leído siquiera un libro en 2017. «Pero lo que yo vi es que el 76% de los estadounidenses sí había leído un libro«, escribió.

«Cuando la gente me dice que luchar por los libros es dar una batalla inútil, en ese momento mi optimismo empieza a hacer efecto. Es el momento en que enciendo mi creencia más profunda en la literatura«, escribió Lucas.

Lisa Lucas defendió la importancia de la literatura para la vida humana y presentó estadísticas novedosas sobre el aumento de la venta de libros.

Lisa Lucas defendió la importancia de la literatura para la vida humana y presentó estadísticas novedosas sobre el aumento de la venta de libros.

Tras una década de cerrar sus puertas, las librerías independientes volvieron a la escena cultural «a pesar del predominio de los minoristas en línea». 2018 marcó el noveno año de aumento consecutivo de librerías independientes en los Estados Unidos, y el quinto de aumento de ventas de libros impresos.

«La narrativa es algo fundamental para los seres humanos», siguió. «Es la manera en que exploramos y damos sentido al mundo y nos comprendemos los unos a los otros. Porque los libros nos absorben y emplean nuestra imaginación, son un medio esencial para la narrativa, y uno satisfactorio. La idea de que estos beneficios y placeres son para un subgrupo limitado de una población es peligrosa. Los libros no son exclusivos«.

La literatura es, para Lucas, una herramienta para imaginar un mundo mejor. «Y creo que es posible formar lectores: sé que tenemos un número ilimitado de invitaciones a esta fiesta».

La actriz y activista LGBTQ Laverne Cox escribió sobre el arte en la historia afroamericana. (lavernecox.com)

La actriz y activista LGBTQ Laverne Cox escribió sobre el arte en la historia afroamericana. (lavernecox.com)

Laverne Cox: Cuando necesito esperanza, miro la historia del esplendor negro

«Una voz como la suya se escucha una vez cada cien años», le dijo el director musical Arturo Toscanini a la cantante Marian Anderson. Ella había llegado a Europa para una gira que le permitiera desplegar su arte como el racismo y las leyes de segregación no le permitían en su país.

En 1939, cuando Anderson no pudo cantar en una sala administrada por las Hijas de la Revolución Estadounidense (DAR), que la cancelaron por no ser una artista blanca, la primera dama Eleanor Roosevelt dispuso que lo hiciera en el Monumento a Lincoln, ante 75.000 personas, y canceló su membresía de la DAR. «Su voz —y la dignidad y el arte con que se desempeñó— fue un comentario sobre la política racial de la época, pero también fue capaz de trascenderla«, escribió la actriz afroamericana y militante LGBTQ.

Marian Anderson cantó en el Monumento a Lincoln tras haber sufrido numerosos episodios de racismo. (US Information Agency)

Marian Anderson cantó en el Monumento a Lincoln tras haber sufrido numerosos episodios de racismo. (US Information Agency)

Esa trascendencia se ve en, por ejemplo, la vocación de Leontyne Price, que era una niña de nueve años cuando escuchó a Anderson en Jackson, Mississippi. «En 1955 Price se convirtió en la primera cantante afroamericana que apareció en una producción de NBC de la ópera Tosca para televisión«, hiló Cox.

Ese mismo año, «Anderson rompió la barrera del color en la Ópera Metropolitana, y se convirtió en la primera solista negra» que cantó en la famosa sala de Nueva York. Seis años más tarde, cuando Price debutó allí, recibió una ovación histórica: 42 minutos de aplausos de pie. Y en 1982, cuando la DAR invitó a Price a dar un concierto, la cantante se lo dedicó a Anderson.

«Cuando necesito esperanza, suelo mirar a la historia, en particular a la historia de la excelencia artística negra en los Estados Unidos«, escribió la primera actriz transgénero nominada a un Emmy. Anderson y Price «mostraron que podemos crear un espacio donde no lo existe«, agregó. «Cuando miro la historia y el esplendor de los afroamericanos, me da una enorme cantidad de optimismo».

Cicely Tyson recibió un Oscar honorífico y sigue trabajando a los 94 años. (Chris Pizzello Invision/AP)

Cicely Tyson recibió un Oscar honorífico y sigue trabajando a los 94 años. (Chris Pizzello Invision/AP)

“No se puede parar”: la leyenda de Hollywood Cicely Tyson explicó por qué no se va a retirar

A 45 años de haber sido nominada al Oscar por su actuación en SounderCicely Tyson recibió un Oscar honorífico en noviembre de 2018. «Resistí. Uno tiene que vivir los suficiente», bromeó, con 94 años, sobre el hecho. Pero además de haber vivido, Tyson siguió actuando. Recibió otros premios por su desempeño, entre ellos dos Emmy y un Tony. En 2016 el presidente Barack Obama le entregó la Medalla de la Libertad.

Time la entrevistó cuando terminaba la grabación de How to Get Away with Murder (Lecciones del crimen), la serie de ABC.

—¿Alguna vez piensa en retirarse?
Conozco a varias personas que se retiraron y, seis meses más tarde, murieron —respondió—. Durante años nos levantamos en la mañana, hicimos lo necesario para prepararnos para salir, tomamos el desayuno, nos sentamos en el automóvil o el tren o el autobús y fuimos a trabajar. Trabajamos todo el día, volvimos a la casa, comimos. Hicimos este ejercicio durante años. ¿Qué nos hace pensar que de pronto podemos dejar de hacerlo y sentarnos todo el día a mirar televisión? Tenemos que honrar este don bendito que tenemos. Es lo que nos mantiene en marcha. Mantiene la mente fluida, el corazón, todo el ser. No se puede parar, porque sería el fin.
—¿Se considera una optimista?
Si no fuera optimista, no estaría aquí. De verdad. Mire el estado del mundo hoy. Mejor somos optimistas. Realmente hay que tener fe y confianza y comprensión para sobrevivir. Y saber que no nos van a derrotar si realmente pensamos de manera positiva sobre nosotros mismos y la vida que elegimos vivir.

El artista sudafricano Nelson Makamo. (nelsonmakamo.com)

El artista sudafricano Nelson Makamo. (nelsonmakamo.com)

Nelson Makamo, el artista elegido para la tapa de Time

Durante casi una década, el artista sudafricano Nelson Makamo mantuvo un acuerdo con su pequeña prima Mapule Maoto: él le paga los estudios y ella modela para sus pinturas. La niña de 11 años es la modelo de la obra, un óleo sobre lienzo titulado «Visión de un futuro sin límites», que hizo para la tapa del número especial de Time sobre el optimismo que editó la cineasta Ava DuVernay.

El optimismo parecía un tema cortado a la medida del artista de 36 años, cuya obra tiene hoy admiradores en el mundo entero, entre ellos Oprah Winfrey. El tema principal sobre el que ha trabajado son los niños del entorno rural de Sudáfrica: «Más adelante en la vida a veces nos olvidamos que hay belleza en ser un ser humano. Pero los niños lo están descubriendo». Por eso buscó una imagen simple de una niña, «algo con lo que cualquiera se pueda identificar».

La obra de Makamo habla, mediante los niños, de la belleza de ser un ser humano. (@NelsonMakamo)

La obra de Makamo habla, mediante los niños, de la belleza de ser un ser humano. (@NelsonMakamo)

Si al comienzo de su carrera se consideraba un artista africano, ahora cree que la distinción geográfica es innecesaria: su obra, que actualiza regularmente en las redes sociales, no tiene fronteras.

Makamo creció en un pueblo del norte de Sudáfrica, en la provincia de Limpopo. Desde pequeño manifestó inclinación por el arte: «Tenía ansia por dibujar». Las historietas primero, y las obras de Vincent van Gogh y Pablo Picasso luego, lo ayudaron a convertir ese deseo en una vocación. Su mayor inspiración fue el artista Dumile Feni, quien creció en una familia pobre durante los años del apartheid, y se exilió en los Estados Unidos y el Reino Unido.

«Mi trabajo es muy diferente al suyo en términos de estilo», dijo. «Pero él me resulta importante porque necesité ver que había alguien que pudo crear una obra asombrosa a pesar de haber vivido en tiempos realmente difíciles«.