Diego Leuco y el nuevo rumbo de su carrera: “Necesitaba dejar la política, no me estaba dando nada”

Feliz. Ese es el adjetivo para definir su presente. En lo profesional, afianzado en Telenoche y Radio Mitre, y descubriéndose en Luzu TV. En lo personal, enamorado de Sofi Martínez, a quien admira profundamente. Al fin, un Diego distinto. Que se animó a cambiar

Diego Leuco: «Somos, todo el tiempo, diferentes versiones de nosotros y todas son igual de genuinas»

Diego Leuco llegó a los estudios de Infobae minutos después de finalizar uno de los últimos programas del año de Antes que nadie, en Luzu TV. Si bien este año continuó al frente deTelenochey con su programa en radio Mitre, su incorporación al streaming le dio una espaldarazo de popularidad, autenticidad y nuevos proyectos.

En una charla íntima con Teleshow,el periodista cuenta la plenitud que siente por haber apostado más al mundo del entretenimiento y empezar a producir sus propios proyectos, y por qué no, en un futuro hacer lo propio con iniciativas de terceros. Además, contó cómo nació su relación con la periodista Sofía Martínez, y cómo la vio y acompañó durante su cobertura en el Mundial de Qatar: “Yo soy solamente un espectador de lujo de una persona fascinante y de una profesional que, para mí, solo mostró, hasta ahora, el 10 %”, afirma sobre su novia.

También hubo tiempo para hablar de la paternidad, de los prejuicios a la hora de comunicar y de un 2023 que se viene a todo vértigo, y con una política que poco entusiasma. Un Diego Leuco más relajado, más involucrado y, sobre todo, más feliz asegura que los 30 años fueron definitivamente un punto de inflexión en su vida.

—La última vez que lo entrevisté, el eje de la charla fue que terminaba el programa Ya somos grandes porque no quería hacer más política, y mal no le fue. ¿Cuénteme qué pasó?

—Fue espectacular haber tomado la decisión… Me gusta tomar riesgos, tomar decisiones distintas, cambiar un poco. Cuando por ahí sentís que hay algo que ya hacés con más cotidianeidad, que decís “bueno, esto es algo que me sale automático”, siempre es lindo incomodarse un poquito, buscar. Me gusta mucho algo que dice (AndrésCalamaro: “Todo el tiempo me estoy buscando problemas nuevos”. Y un poco así vas creciendo y descubriendo. En aquel momento yo estaba muy seguro, pero obviamente era solo convicción, nada más que eso.

—¿Solo convicción o ya sabía que iba a conducir un programa por streaming?

—Cuando hablamos lo de Luzu era solamente un proyecto muy a futuro. No me acuerdo exactamente si yo ya lo tenía definido. Tomé la decisión de irme de los programas políticos mucho antes de que en mi cabeza estuviese la posibilidad de armar algo con Nico Occhiato. Yo sé que no todo el mundo la tiene y es un lugar de privilegio desde el que uno habla muchas veces, pero si tenés la posibilidad de elegir hacer algo que te hace muy feliz versus algo que ya no te hace tan feliz como antes, hay que elegir ese camino. En ese momento sentía que necesitaba dejar la política, que no me estaba dando nada. Que yo estaba dejando mucho más de lo que recibía.

—¿Qué esperaba que le diera la política?

—En lo personal, no me daba satisfacción. Por suerte audiencia teníamos, nos iba súper bien. A nivel comercial el programa también funcionaba muy bien. Pero le dije un día a mi socio que nos íbamos, y me preguntó: “¿Cómo nos vamos? Si nos va re bien”. Y le dije que a mí ya no me generaba satisfacción. Mi papá (Alfredo Leuco), Jony (Viale), que lo hace espectacular, tienen esa pasión y ese motor. Yo si no tengo el motor, y si no tengo la pasión no puedo hacerlo. Esto es re transparente: se nota mucho si vos no estás con ganas, contento, entusiasmado. Me parece un ambiente muy tóxico donde siento que cada vez hay menos cosas positivas para rescatar. Y me pareció que como comunicador había otros lugares donde yo iba a estar más pleno, pero que cuando tomé la decisión no tenía idea cuáles eran.

—Yo pensé que sí, me equivoqué.

—Cuando me voy de los lugares, me voy sin tener otra cosa. Un poco porque me divierte la aventura de descubrir o de buscar lo que quiero hacer sin la contaminación de donde estoy. Y un poco por una suerte de lealtad al lugar donde estoy de decir: “No me estoy yendo a otro lado, me estoy yendo porque este proyecto ya me dio todo lo que me podía dar y yo ya le di a este proyecto todo lo que le podía dar”. En ese proceso encontré a un loquito llamado Nico Occhiato que estaba haciendo un programa por streaming que era lo que nadie hacía, lo llamé, le dije: ”¿Hacemos algo juntos?”.

—¿Usted lo llamó?

—Yo lo llamé. Nos pusimos a hablar. Pegamos una onda increíble. Nos hicimos amigos. Y empezamos a laburar, salió Antes que nadie, que es un programa hermoso que me hace muy feliz. Es como un programa que no tiene demasiados secretos, pero sí hay una manera de trabajar, de compartir con los demás, muy linda, muy nueva, de aventura, de descubrir, de aprender paso a paso, día a día. Todo está por hacerse, todo es nuevo. Lo que te decía de los problemas nuevos: de golpe te aparecen y me encanta ver cómo resolverlos, aprender mucho. Es como encontrar un lugar donde podés ser, tanto al aire como fuera de aire, recontra pleno, recontra genuino. Y yo busco eso: en los medios o en las redes o donde sea, tenés que ser vos y contar lo que te pasa, lo que vivís, lo que ves, lo que escuchás, lo que sentís, lo que pensás desde vos, no desde una pose o desde un personaje. Para mí eso no va más. Ya todo el mundo se da cuenta, la gente está súper entrenada, el público es más inteligente que nunca. Y me parece que hay que estar a la altura de esa exigencia y que todas estas nuevas plataformas lo permiten un montón.

Diego Leuco: "Hoy en los medios o en las redes o donde sea, tenés que ser vos y contar lo que te pasa, lo que vivís, lo que ves."

Diego Leuco: «Hoy en los medios o en las redes o donde sea, tenés que ser vos y contar lo que te pasa, lo que vivís, lo que ves.»

—¿Qué es lo que más le costó mostrar?

—Nada.

—¿Las críticas le molestaron?

—Ni las miré, de hecho. Además, siento que no hubo demasiada resistencia, que fue como muy natural. En el medio todo el mundo sabía que yo, en algún momento, iba a abrir una puerta al entretenimiento porque cualquier persona que me conoce sabe que me gusta joder, me gusta cagarme de risa, cantar, imitar, boludear, actuar. También me gusta ponerme serio y hablar de cosas profundas, que es algo que también pasa en el programa de la mañana, que pasa mucho en Mitre, ni hablar de Telenoche. A mí me gusta eso, me gusta complementar. Somos todo el tiempo diferentes versiones de nosotros y todas son igual de genuinas. Y siento que había como un mini prejuicio…

—¿Había o sigue habiendo prejuicios?

—Por ahí sigue habiendo. En mí, no.

Diego Leuco conduce Antes que nadie junto a Candelaria Molfese, Micaela Vázquez y Martín “Trinche” Dardik, de lunes a viernes de 8 a 10 por Luzu TV (Instagram)

Diego Leuco conduce Antes que nadie junto a Candelaria Molfese, Micaela Vázquez y Martín “Trinche” Dardik, de lunes a viernes de 8 a 10 por Luzu TV (Instagram)

—Cuando charlamos en la radio no tenía novia, ahora sí. Cuénteme: ¿cómo nació el amor? ¿Cómo conoció a Sofía?

—Nos conocemos hace mucho. Ya habíamos estado en algún momento y después, no. Y la vida nos volvió a encontrar, cuando la llamé en la radio para hablar de ese tema y pegamos onda, y después de esa nota seguimos conversando, y cuando ella volvió de Japón nos cruzamos, y nos empezamos a ver, y de golpe estábamos de novios. Empezó a pasar.

—Se lo ve contento.

—Sí, estoy muy contento.

0 seconds of 3 minutes, 56 secondsVolume 0% Entrevista a Diego Leuco – Modo novio y paternidad

—Impecable la cobertura Sofia en el Mundial. ¿Usted la veía? ¿Sufría con ella? ¿Cómo la acompañaba?

—Yo no sufría porque no tengo ni un milímetro de duda de su capacidad. Se lo dije a ella: para mí es de las mejores apariciones en los medios de los últimos tiempos. Para mí todo lo que Sofi es como persona y como profesional se ve en ese video, en ese video con Messi. Porque para mí Sofi muestra que es una tremenda profesional por cómo lo dice, por no quebrarse, por el momento en que lo decía, por tener a Messi mirándola a los ojos, que cualquiera de nosotros se haría pis encima en una situación así, acabando de ganar una semifinal, llegando a una final del mundo. Primer mundial que le toca cubrir y decirlo de esa manera… Además, también en lo que dice y en cómo lo dice ella muestra la persona que es. Es una persona súper empática, súper emocional y con inteligencia para los sentimientos y una capacidad para poder traducir lo que siente en palabras que yo no había visto nunca en ninguna otra persona. Y eso a mí me enamora de Sofi. Hace unos días fuimos a cenar a un restaurante y el mozo se largó a llorar cuando la vio. Y eso a mí me llena de orgullo. Me cuesta decir orgullo porque orgullo siento que es como si yo tuviera algo que ver y yo no tuve nada que ver.

—Podríamos definirlo como orgullo transitivo.

—Como una especie de orgullo ajeno. Digo, es verdad que orgullo un poco responde a esa necesidad, pero orgullo como que me involucra. Yo soy solamente un espectador de lujo de una persona fascinante como es Sofi y de una profesional que para mí solo mostró,hasta ahora, el 10% de lo que puede mostrar.

—Tiene 33 años. ¿Cómo se ve como padre?

—Me encanta. Me re veo como papá. Me gusta mucho la interacción con los chicos. Tengo como una cosa muy paternal, muy incorporada. Mis viejos han sido muy amorosos conmigo. Mis viejos, mis abuelos, mi familia en general. Yo tengo mucho deseo de ser padre. No sé si ahora. Lo vivo mucho con mis perritos que sé que no son hijos por más que mucha gente los llame de esa manera, pero son lo más parecido que uno puede tener hasta que tiene un hijo de verdad. Y tengo como ese instinto de prioridad total con ellos. De hacer sacrificios que no haría por nada ni por nadie, pero por ellos sí.

—Ahora no. ¿Y para cuándo?

—En un tiempo, no sé. Yo creo que, si bien todo el mundo que tiene hijos te dice que nunca sentís que estás preparado, tengo ganas de poder desarrollar un poquito más proyectos profesionales que tengo, que no son de ningún modo incompatibles con la paternidad, sobre todo eso para los hombres. Para las mujeres es bastante más injusto. Pero sí, a mí me gustaría estar como con la cabeza un poco más despejada de proyectos para decir “bueno, quisiera dedicarme al principio full time y no estar sintiendo que dejo de hacer esto por esto”.

Diego Leuco y Sofia Martinez

Diego Leuco y Sofia Martinez

—Lo veo con la camiseta de la Selección puesta. Este fue su primer Mundial. ¿Cómo lo vivió?

—Contento. Estuve en Qatar siete días. Me tocó el partido con México, que fue el que más sufrimos.

—El que más sufrimos fue el último, me parece (risas).

—Bueno, ni hablar de la final. Pero quiero decir, en ese momento era irse al segundo partido. No nos olvidemos de eso.

—Era volver humillados.

—Y… era una humillación absoluta. La otra vez que yo recuerdo que nos fuimos en primera vuelta fue en el tercer partido. Llegamos al final con posibilidades de clasificar. Acá era ya el segundo partido, a todo o nada. Fue muy difícil. Me encantó haber estado en ese partido. Me hubiese gustado quedarme más tiempo, no pude. Para mí salir campeón del mundo era como un cuento que te contaban. Como el abuelo que te cuenta cuando estaba en la guerra. Para mí era como un plano de fantasía, de algo que había pasado y nunca más iba a pasar. No porque no se pudiera sino porque habían pasado 36 años. Es tan difícil ganar un mundial que ahora que es realidad, es como que no caigo todavía. De a poquito.

Diego Lueco : “Para mí salir campeón del mundo era como un cuento que te contaban"
Crédito: Instagram @dieleuco

Diego Lueco : “Para mí salir campeón del mundo era como un cuento que te contaban» Crédito: Instagram @dieleuco

—Lo estoy escuchando, viendo y tengo la sensación de que está más liberado. ¿Me equivoco?

—No. Esa sensación que te digo: siento cada vez que me despierto a la mañana, en cualquiera de los programas donde estoy, voy a dar lo mejor que tengo. Algunos programas serán re copados, algunos programas serán más chotos, como cualquier cosa que hagas todos los días, que lo piense cualquiera que esté viendo esto, pero tengo la convicción de que todos los días yo dejo todo. No me guardo nada. Yo amo esto. Soy feliz como nadie trabajando. Y sé que siempre dejo lo mejor y tengo las mejores intenciones, y trato de que del otro lado reciban eso. Y eso a mí me deja tranquilo.

—Hoy, siendo un conductor más desestructurado, ¿se ve cinco años más en Telenoche?

—Por supuesto me veo años en todos los lugares donde estoy. Pero, por ejemplo, hace ya dos, tres años que me metí muy fuerte en un rol que nunca me imaginé cuando era chico. Cuando era chico decía que quería ser conductor. Y ya hace varios años que descubrí que también me gusta mucho la producción.La producción comercial. La producción artística. Todo, todo el aspecto detrás de cámara. Tengo una productora con la que estamos trabajando en Luzu y con la que trabajaba en TN, no una persona sino una empresa, una productora de contenidos. Me encanta producir. Tengo muchas ganas de empezar a producir cosas para otros. De crecer también en ese camino.

—¿Qué le gustaría producir?

—Tenemos varios proyectos, diferentes cosas.

—Ah, ya tiene proyectos, amplíenos por favor sobre ellos.

—Sí, hay cosas más vinculadas a lo que ya estamos haciendo.

—¿Se ve como empresario?

—Como productor. A mí me gusta mucho esa parte. Y también es como un gusto adquirido. Para mí está bueno hacer un programa, también que el programa sea sustentable. Eso para mí es parte de los medios. Porque sino sería como testimonial. Y es algo en lo que ya vengo hace unos años laburando y quiero potenciarlo. Entonces, me veo en lo que tenga ganas de hacer en ese momento. Y mientras pueda elegir, capaz que en algún momento se me corta y no puedo elegir y haré lo que tenga que hacer, pero hoy donde estoy es porque lo elijo.

—¿Cuándo le cayó la ficha en la que quería involucrarse más y no ser solo un conductor?

—Fue pasando. Yo siempre traté de involucrarme un poquito más. Cuando me contrataban siempre trataba de decir que alguna parte la quería producir o que no quería ser contratado sino que quería producir el programa y que armemos un esquema distinto. Y siento que haber cumplido 30, y estar en un lugar tan importante como Telenoche, sintiéndome contento y contenido, me dio esa libertad de animarme y que la gente del otro lado, más tarde o más temprano, se termine dando cuenta que esto es de buena leche. Que acá no hay ninguna otra intención que no sea armar un programa lindo, que acompañe. Habrá gente que le gustará más, que le gustará menos, son las reglas del juego. Pero me parece que eso se nota. Cuando hay buena intención, cuando hay ganas, cuando hay pasión. Siento que los 30 para mí fueron un lindo punto de inflexión. Encontré en mí una parte de mi madre que es mucho más calmada, más relajada, y no tanto de mi padre, que era más obsesivo del laburo, qué sé yo, 24 por 7 trabajando.

—Y ahora, en su rol de productor y futuro empresario, ¿cómo maneja el tema de la economía Argentina?

—Es muy difícil.

—¿Y cómo hace?

—Como todo el mundo: como se puede. Lidiando con lo que te encantaría hacer versus lo que podés hacer. Esa brecha que le pasa a cualquier persona que esté viendo y tenga que pagar un sueldo. Es muy difícil emprender. Es muy difícil sostener. Es muy difícil, insisto, achicar los márgenes entre lo que vos quisieras poder dar y lo que podés dar. Son infinitos los desafíos. Pero bueno, es parte de aprender, de descubrir. Nadie tiene la vaca atada ni la va a tener. Menos en este país.

—¿Cómo arranca el nuevo año?

—Nos vamos de vacaciones con Sofi, quince días.

—¿Se puede saber adónde?

—Nos vamos a Los Ángeles, creo. Estamos ahí, ya terminando de confirmar. Después nos vamos a hacer temporada a Pinamar con Luzu la segunda quincena de enero. Va a estar increíble. Vamos a convivir todos en una casa.

—Va a ser un Gran Hermano.

—Como un Gran Hermano delirante, hermoso. Y después, el año que viene volvemos con todo, especialmente con muchas ganas de pensar cosas para otro. Estamos avanzados en algunas cosas.

—Bueno, espero que pronto nos cuente de los próximos proyectos.

—Sí, obviamente. Me encantaría. Y además de las ideas que uno tiene, siempre Jorge Lanata dice algo que está buenísimo: “¿Sabés la cantidad de diarios mejores que Página 12 me contaron a mí tomando un café?”. Pero ninguno lo hizo… Todos tenemos ideas de nuestro laburo, todo el tiempo estamos resolviendo el mundo nosotros. Hay que hacer una app, decimos. Después, ¿cuáles podés llevar a cabo? Ahí está la diferencia. Capaz que podés llevar a cabo una, dos, ninguna. No me preocupa. Tengo ganas de divertirme. A mí me gusta, yo hago esto porque me divierte. Y tengo ganas de divertirme y ojalá salgan cosas lindas y nos vaya bien. Y si no nos va bien aprenderemos de Messi, que cuenta y demuestra que cuando no te va bien es parte del aprendizaje también. No me asusta. Si yo puedo estar contento en un lugar voy a ir por ahí.

—¿Cuál fue su mayor aprendizaje en el 2022?

—Esto: que uno cuando está haciendo algo porque lo hace feliz, porque lo motiva, siempre y cuando tengas. Perdoname que lo aclare, pero hay gente que tiene una susceptibilidad muy grande: siempre y cuando tengas la posibilidad de hacerlo.

—¿Nota que la gente está muy susceptible?

—Sí, la opinión pública. No es mi intención ni ofender ni provocar. Cero. La provocación no es lo mío. Otra de las cosas por las que no me siento tan cómodo en un ámbito como es el de la política, más belicoso. A mí no me sale pelear, discutir, provocar. No soy eso. Yo soy más del consenso. Pero te decía, si tenés la posibilidad de elegir entre la comodidad o la felicidad, yo elijo la felicidad. Si tenés la posibilidad de elegir algo que te haga feliz hacelo, está buenísimo.

Diego Leuco: "Yo siento que no tengo motivos para irme a vivir a otro país".

Diego Leuco: «Yo siento que no tengo motivos para irme a vivir a otro país».

—Le pregunto específicamente al Diego Leuco, conductor de Telenoche. ¿Cómo ve el 2023 a nivel electoral?

—Yo tengo, y no me quiero hacer el estúpido, una convicción sobre la Argentina. A mí me duele la Argentina. No me gusta el país o un montón de cosas del país que tenemos. Tengo clarísima mi posición política, la sabe todo el mundo, no es nada oculto: soy muy crítico del kirchnerismo. Siento que se viene un año muy difícil para la Argentina. Agradezco que tengamos este veranito de alegría, que encima hayamos tenido la suerte de que se junte en tres semanas: campeones del mundo, Navidad, Año Nuevo, y que eso nos permita respirar un poquito, sentir una alegría, una cosa linda. Algo que merecemos. Los años electorales en la Argentina no son buenos años, lamentablemente. Son años donde el que tiene la posibilidad de imprimir plata, va a imprimir a lo bestia. Y eso después genera consecuencias que ya vivimos, que ya sabemos, pero es como si no nos importara. Va a ser un año de una campaña muy difícil, muy fea. Un año de un gobierno absolutamente quebrado como hasta ahora y peleándose a lo bestia por quién se queda con la pequeña porción de poder que se están repartiendo. El que te diga que sabe lo que va a pasar el año que viene, te está mintiendo, porque nadie sabe lo que va a pasar mañana, imaginate el año que viene. Pero para mí es un año difícil. Ojalá me equivoque.

Diego Leuco: "A mi me duele la Argentina, Nadie que te diga que sabe lo que va a pasar el año que viene te va a estar mintiendo, porque nadie sabe lo que va a pasar mañana"

Diego Leuco: «A mi me duele la Argentina, Nadie que te diga que sabe lo que va a pasar el año que viene te va a estar mintiendo, porque nadie sabe lo que va a pasar mañana»

—Para finalizar, lo vuelvo un minuto a su infancia. ¿Qué le pediría a los Reyes Magos?

—¿Para mí en lo personal o hablando de la Argentina?

—Para usted.

—Nada. Te juro que estoy… No.

—¿Nada?

—Seguir teniendo esta posibilidad de elegir. Eso me parece que es una bendición. Siento que si tengo eso no me atrevo a pedir nada. Y qué sé yo… Estoy re contento, ¿qué te voy a decir? Para mí fue un año re lindo desde lo personal con Sofi, desde lo profesional con los tres lugares donde estoy, donde me siento súper respetado, súper querido. Donde siento que puedo hacer lo que se me dé la gana, en el buen sentido, sin que nadie me diga nada. No, te juro que no me atrevo a pedir nada. Es como: “Estamos bien, no toquen nada”.

Fuente: Infobae