El museo más importante de Nueva York considera vender obras de arte para pagar sueldos y gastos

El Museo Metropolitano de Arte, más conocido como el Met, se plantea desprenderse de algunas piezas como “medida temporal” para paliar la difícil situación económica que atraviesa por la pandemia.

Por la pandemia, el Museo Metropolitan de Nueva York, más conocido como «el Met», estudia vender obras para sobrevivir. El año pasado estuvo cinco meses cerrado y abrió lentamente, con protocolo y menos visitantes, a fines de agosto del año pasado. Esto generó un fuerte impacto en las arcas de la institución. No es la primera vez que el Met pone su arte a la venta: en el pasado, el museo, que alberga obras de Van GoghRembrandt, El Greco y Monet, entre otros, ya había vendido obras, pero con la intención de comprar otras. Ahora, en cambio, lo haría para pagar salarios.

Max Hollein, actual director del museo, aseguró que se plantean la «desadquisición» de obras –el término formal que se utiliza para referirse a la venta de piezas– para apoyar su «presupuesto y su personal durante esta crisis sin precedentes».

Hollein aseguró, sin embargo, que se trataría de una «medida temporal» y recordó que la institución ya había atravesado otros momentos difíciles a lo largo de su historia, como la pandemia de 1918, la Gran Depresión, las guerras mundiales y el atentado terrorista del 11S, “pero nunca ha vivido un año tan duro como el 2020”, remarcó.

El museo, el más grande de Estados Unidos, cuenta con un presupuesto de 320 millones de dólares anuales y en agosto de 2020 había despedido a más de 350 empleados de los 2.000 que tenía, lo que significó una reducción del 20 por ciento de su personal. Esta reducción se explica, en parte, a que recibe poco dinero público y el fuerte de sus ingresos son donaciones.

Employees stand guard as visitors gather at the entrance hall during the public reopening at the Metropolitan Museum of Art in New York, U.S., on Saturday, Aug. 29, 2020. After more than five months in hibernation, the museums of New York are slowly starting to reopen, reawakening part of the cultural life of the city. Photographer: Nina Westervelt/Bloomberg

Employees stand guard as visitors gather at the entrance hall during the public reopening at the Metropolitan Museum of Art in New York, U.S., on Saturday, Aug. 29, 2020. After more than five months in hibernation, the museums of New York are slowly starting to reopen, reawakening part of the cultural life of the city. Photographer: Nina Westervelt/Bloomberg

Históricamente, el ingreso correspondiente a las entradas representaba solamente un 14 por ciento de su presupuesto pero desde 2018, cuando se empezó a cobrar la entrada completa (25 dólares), este porcentaje del presupuesto total del museo ascendió al 17 por ciento. Hasta antes de ese año, la entrada se estipulaba a partir de un «precio sugerido». En su momento, el precio fijado en el valor de la entrada abrió un debate (una tarifa dirigida principalmente a los turistas) en torno a las formas de financiación de los grandes museos. Antes de la pandemia, la institución recibía unos siete millones de visitantes por año.​

La crisis llega en el momento menos oportuno, justo cuando el museo se disponía a celebrar su 150 aniversario (para el que había preparado importantes eventos y exposiciones) y ha provocado una pérdida de ingresos de 150 millones de dólares en 18 meses. De cara a a dichos festejos, el museo había adquirido 2.500 obras de arte, de algunas de las cuales ahora se desprendería, aunque no trascendió cuáles están «a la venta». 

Creado en 1872, el museo tiene más de dos millones de obras de arte de todo el mundo, repartidos entre más de 186 mil metros cuadrados. De julio de 2017 a julio de 2018 batió su récord de visitantes, con 7,36 millones de personas. Un número que parece difícil de repetir en el corto plazo.

Employees work behind protective barriers at the ticket counter during the public reopening at the Metropolitan Museum of Art in New York, U.S., on Saturday, Aug. 29, 2020. After more than five months in hibernation, the museums of New York are slowly starting to reopen, reawakening part of the cultural life of the city. Photographer: Nina Westervelt/Bloomberg

Employees work behind protective barriers at the ticket counter during the public reopening at the Metropolitan Museum of Art in New York, U.S., on Saturday, Aug. 29, 2020. After more than five months in hibernation, the museums of New York are slowly starting to reopen, reawakening part of the cultural life of the city. Photographer: Nina Westervelt/Bloomberg

Más allá de las estrategias alternativas de recaudación en abril, el Met inaugurará la exposición que cada año se ubica en la azotea del museo y que este año corre a cargo del estadounidense de origen venezolano Alex Da Corte. En junio llegará The New Women Behind the Camera (Las nuevas mujeres detrás de la cámara), que repasará la historia de la figura de la mujer como fotógrafa, así como The Medici: Portraits and Politics (Los Medicis: retratos y políticas), que se centra en los retratos que se pintaron gracias a estos mecenas.

Antes, a finales de marzo, se le dedicará una amplia exposición a la estadounidense Alice Neel, una artista y activista que vivió en Nueva York y que retrató a la sociedad marginada de los años 60 y 70, como familias de inmigrantes latinos u hombres homosexuales.

El Louvre, como el Met

La situación del Met no es ajena a la de otros grandes museos del mundo, como por ejemplo el Louvre de París, que cobra una entrada de 15 euros por adulto (unos 18 dólares). En el último tiempo, el museo francés se las ingenió para atravesar los efectos económicos de la pandemia, apelando a estrategias de marketing como la promoción de mechandising vinculado al arte (remeras, buzos y fundas de celulares impresas con motivos que refieren a obras que forman parte de la colección) y a finales de enero pasado, creó una identidad online independiente con su propia tienda electrónica, donde se pueden encontrar relojes “temáticos”, juegos de mesa y hasta un perfume.

La ampliación de los productos del merchandising es sólo una de las tantas vías alternativas de financiación a las que apela el Louvre, y se suma a subastas para recaudar fondos y alquiler de espacios y salas a artistas fotógrafos, productores, diseñadores de moda y directores de cine.

A woman wearing a face mask walks past the glass pyramide of the Louvre museum closed as part of COVID-19 restrictions measures to fight the coronavirus disease outbreak in France, January 7, 2021.   REUTERS/Christian Hartmann

A woman wearing a face mask walks past the glass pyramide of the Louvre museum closed as part of COVID-19 restrictions measures to fight the coronavirus disease outbreak in France, January 7, 2021. REUTERS/Christian Hartmann

En 2018, los artistas Beyoncé y Jay-Z se apoderaron de las galerías, las escaleras, los pasillos y el patio principal del Louvre para producir el videoclip de la canción Apeshit, interpretada por The Carters, dúo que ambos integran. El video lleva cosechadas más de de 200 millones de reproducciones en YouTube. Se estima que los artistas pudieron haber pagado cerca de cincuenta y cinco mil dólares al día por el alquiler del espacio.

Más recientemente, los creadores de la serie de Netflix Lupin alquilaron el museo durante cinco días y noches. Según las autoridades del museo, «el costo del museo depende del proyecto».

Fuente: Clarín