«En el pasado no adoptamos una visión suficientemente amplia sobre las conversaciones en nuestra plataforma. Fue un error y venimos trabajando muy duro en los últimos dos años y medio para corregirlo. Queremos reducir el contenido malo en la plataforma», expresó Esteban Israel, director de comunicaciones para LATAM. Hay hitos que marcan ese punto de quiebre en Facebook: el escándalo de filtración de datos con la consultora Cambridge Analítica y las elecciones en EEUU que puso a Donald Trump en la Casa Blanca.
Para este plan, Facebook trae la experiencia de varias elecciones complejas, como las de Brasil y México, o más aún las de India, donde participan 950 millones de sufragantes, y la Unión Europea, en las que se deben analizar contenidos en 24 idiomas.
Esta estrategia llevó a Facebook a invertir miles de millones de dólares en personal y herramientas tecnológicas más sofisticadas. De hecho, destacaron que desde los comicios en EEUU de 2016, donde las redes sociales jugaron un papel clave, las interacciones entre los usuarios y las fake news se redujo un 50%. «Entendemos lo que está en juego, es un momento importantísimo para el país y por eso queremos evitar que nuestros instrumentos, tanto Facebook, Instagram como Whatsapp sean utilizados de una forma abusiva durante la campaña», ratificó Israel.
«Siempre va a haber actores maliciosos que van a querer aprovechar la plataforma. Tenemos que estar un paso adelante. Esto es como una carrera armamentista», agregó Marcos Tourinho, gerente de Políticas Públicas y Elecciones.
Por otro lado, en busca de mayor transparencia, Facebook detallará con un rótulo específico el contenido que sea anuncio político, que además estará agrupado en una “biblioteca de anuncios”, de acceso libre, con todas las publicaciones de cada página partidaria. Se detallará cuánto gastó cada agrupación y qué alcance tuvo el aviso.
El trabajo que encara Facebook tiene un estrecho vínculo con la Cámara Nacional Electoral, que reportará cuando detecte publicaciones que violen la ley. «El objetivo es que no haya una manipulación de las elecciones a través de nuestras plataformas», ratificaron. En ese sentido, aseguraron que hasta ahora no hay evidencia de que exista algún intento de hacerlo.
En tanto, Julieta Shama, gerenta de Alianzas Estratégicas con Medios de Facebook, señaló que las campañas desinformación se combatirán desde un enfoque basado en tres puntos: «Eliminar, reducir e informar». Se borrarán todo contenido que viole las normas de la red social, y se reducirá la circulación otros que vayan en contra de la mejor experiencia de usuarios. Por ejemplo, entran en esa categoría los «clickbait», como se denomina a publicaciones que títulos que buscan atrapar lectores pero su contenido no cumple ciertos requisitos de calidad y valor. Este tipo de acciones «reducen la distribución de noticias falsas en un 80% en promedio», que viene a ser el segundo eje.
En cuanto al tercer punto, el de informar, Facebook destaca la aplicación del “botón de contexto” que se suma a cada publicación, y donde se detallan cuestiones como quién creó la página, si se fusionó con otras, y que modificaciones se le hicieron al contenido.
También habrá medidas para Instagram y principalmente WhatsApp. En el primer caso la propia red tiene herramientas de verificación de las imágenes. En cuanto a la aplicación de mensajería hay ciertas complejidades, porque las conversaciones son encriptadas y no se hace verificación del contendido. Aunque trabajan en una solución, en Facebook señalaron que la implementación de la etiqueta “reenvío” en los mensajes redujo la circulación de contenidos en un 25%, mientras que también destacan la importancia de los nuevos permisos que se solicitan para la inclusión de un usuario en un grupo.
Fuente: Ámbito