La emoción y la anticipación resultó en decepción en West Point cuando una caja de plomo que se cree fue colocada por cadetes en la base de un monumento hace casi dos siglos fue abierta el lunes durante un evento transmitido en vivo. Quienes tuvieron el honor de ver su interior se llevaron una llamativa sorpresa.
Una audiencia en la Academia Militar de Estados Unidos esperaba ver reliquias militares o documentos históricos sacados de la caja. En cambio, dejaron escapar un soplo de desilusión después de que los expertos abrieran la parte superior y apuntaran una cámara hacia el interior para mostrar solo una capa de sedimento en el fondo.Ads by
El arqueólogo de West Point, Paul Hudson, y el curador del Museo de West Point, Michael Diaz, levantaron con cautela algunos grumos grises y los espolvorearon con un cepillo, solo para que se desmoronaran hasta convertirse en polvo. “Un poco decepcionado. Nos preparamos bastante para llegar a esto”, dijo Hudson después del evento. “Y te digo la verdad, ese fue el último resultado que esperaba con todo el trabajo que hicieron para crear esa caja, ponerla en el monumento”, completó.
La caja, que mide aproximadamente un pie cúbico, fue descubierta en mayo durante la restauración de un monumento en honor al héroe de la Guerra Revolucionaria Thaddeus Kosciuszko. Eso llevó a especular que podría haber objetos en el interior en honor a Kosciuszko o de la vida de los cadetes a finales de la década de 1820, cuando se erigió el monumento. Habría balas de mosquete, mensajes de estudiantes o pistas de misterios históricos, se preguntaban entonces.
Los decepcionantes resultados de la apertura en vivo generaron comparaciones con la apertura televisada de Geraldo Rivera en 1986 de la bóveda de un hotel de Chicago que supuestamente pertenecía al gangster Al Capone, que infamemente no reveló nada más que suciedad. De hecho, los funcionarios de la academia habían bromeado con esto.
Aunque no pueden decirlo con certeza, los funcionarios de la Academia creen que los cadetes dejaron la caja en 1828 o 1829, cuando se completó el monumento original. Un comité de cinco cadetes que incluía al graduado de 1829 Robert E. Lee, el futuro general confederado, participó en la dedicación del monumento.
A pesar del desalentador hallazgo, los integrantes de West Point no pierden la esperanza. Hudson dijo que parecía que la humedad se filtraba desde una costura dañada de la caja. Por ende, se cree cualquier materia orgánica en el interior, como papel o madera, podría haberse desintegrado al contacto con el vapor de agua.
“Vamos a eliminar todo ese sedimento y lo pasaremos por una malla fina y veremos si sale algo de él”, dijo Hudson. Aunque los historiadores no están seguros de exactamente cuándo se colocó la caja en el monumento, o quién la puso allí, dicen que un sello encontrado en la parte inferior de la tapa que dice “EW Bank NY” podría ser una pista.
Fuente: La Nación