“Gigante de la cardiología infantil”: un prestigioso cirujano será declarado personalidad destacada de la ciudad de Buenos Aires

Se trata de Guillermo Kreutzer, médico argentino que dio nombre al procedimiento con el que hace más de 50 años se repara una afección congénita compleja.

La Legislatura porteña declarará personalidad destacada de la ciudad en ciencias médicas a Guillermo Kreutzer, que le dio nombre al procedimiento con el que hace más de medio siglo se repara en el mundo una cardiopatía congénita completa. La ceremonia será este miércoles, a las 10, en el Salón Dorado del edificio situado en Perú al 100.

“Hoy, más de 70.000 pacientes en el mundo pueden estar vivos con circulación univentricular o de Fontan-Kreutzer y se espera que esta población se duplique en los próximos 20 años”, destacan los fundamentos del reconocimiento al médico argentino de 90 años, que fue aprobado por el cuerpo legislativo. “Existe, actualmente, una historia extraordinaria de supervivencia de pacientes sometidos al procedimiento de Fontan-Kreutzer”, continúa el texto.

La declaración la impulsó el diputado Yamil Santoro (Republicanos Unidos) con un proyecto presentado en mayo pasado. La Legislatura lo aprobó en septiembre último, justo a dos años de que Kreutzer recibiera el premio a la trayectoria durante la última edición del Congreso Mundial de Cardiología y Cirugía Cardíaca Pediátrica. El auditorio aplaudió de pie en el salón del Centro de Convenciones de la ciudad de Washington. El médico argentino participó vía zoom de la ceremonia.

Kreutzer nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de diciembre de 1934, obtuvo el título de médico por la Universidad de Buenos Aires y, en 1960, comenzó la residencia en pediatría en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez para orientar su carrera a la cirugía cardiovascular en el Hospital de Clínicas de San Pablo, Brasil. De regreso al Hospital Gutiérrez en 1965 fundó, con su colega Eduardo Galíndez, el primer servicio de cirugía cardiovascular en un hospital pediátrico del país.

Guillermo Kreutzer (der) recibió vía Zoom la distinción durante el Congreso Mundial de Cardiología y Cirugía Cardíaca Pediátrica, en 2023
Guillermo Kreutzer (der) recibió vía Zoom la distinción durante el Congreso Mundial de Cardiología y Cirugía Cardíaca Pediátrica, en 2023

A partir de 1972, formó a los primeros residentes en cardiología pediátrica que, desde el Hospital de Niños porteño, son los que fueron diseminando la cirugía cardíaca en chicos al resto de los hospitales del país.

“Su padre es un gigante de la cardiología pediátrica”, le dijo a su hija Frederick Fricker, del Centro de Cardiopatías Congénitas del Hospital de Niños de la Universidad de Florida, Estados Unidos, al entregar el premio en Washington. Es considerado entre las personalidades más importantes en el tratamiento de los problemas cardíacos al nacer por la Sociedad Mundial de Cirugía Cardíaca Pediátrica y Congénita (Wspchs, por su sigla en inglés).

La figura del doctor Guillermo Kreutzer simboliza la excelencia médica, la pasión por el conocimiento y el compromiso indeclinable con la salud de la niñez. Su legado científico y humano es un motivo de legítimo orgullo para nuestro país”, resaltó, ahora, la Legislatura porteña.

Décadas de aportes a la especialidad

La trayectoria del médico argentino incluye décadas de aportes a la corrección de malformaciones congénitas del corazón. En especial, la atresia tricuspídea-ventrículo único, que afecta la circulación sanguínea normal y, también, la vida de esos chicos. Ese único ventrículo operativo tiene que succionar la sangre a los pulmones para su oxigenación (circulación pulmonar) y debe, también, distribuirla al resto del organismo (circulación sistémica).

“La patología es muy complicada”, había definido el propio Kreutzer en diálogo con LA NACION“Con la cirugía, logramos la supervivencia y una mejor calidad de vida, a pesar de ciertas limitaciones, ya que no es normal vivir con un solo ventrículo”, explicó en ese momento.

El procedimiento de Fontan-Kreutzer crea, para esos casos, un sistema que imita la circulación normal mediante un bypass que posibilita que la sangre venosa (desoxigenada) llegue a los pulmones sin pasar por el ventrículo faltante. Es el ventrículo único el que aspira la sangre oxigenada de los pulmones y la expele por la aorta a todo el organismo.

“En julio de 1971, llegó al hospital un chico de tres años extremadamente cianótico con una cardiopatía compleja [por la atresia tricuspídea] y muy baja saturación de oxígeno [60%; lo normal es 95% o más]. Tenía una oclusión de la rama pulmonar derecha que impedía cualquier cirugía clásica”, recordó Kreutzer sobre esa primera intervención que modificó “radicalmente” –según definió– un procedimiento que cuatro meses antes había publicado el francés Francis Fontan. En la Argentina, aún no se tenía conocimiento. En su modificación local, influyeron las sugerencias en el Hospital de Niños del hemodinamista Alberto Rodríguez Coronel y el patólogo Luis Becú.

En más de 50 años –hace cinco que Kreutzer dejó de ir al hospital– su grupo operó 15.000 chicos en el Gutiérrez y 7000 en la Clínica Bazterrica.

Fuente:  Fabiola Czubaj, La Nación