La relación de León XIV y la Argentina. Cercanía con los religiosos agustinos y encuentros entre dos papas en Buenos Aires

Robert Prevost fue designado obispo y luego cardenal por Francisco; se habían conocido en Buenos Aires, durante sus viajes como superior general de la Orden de San Agustín

Así como el papa Francisco se identificó con los jesuitas, su sucesor León XIV fue superior general de los agustinos, la congregación religiosa surgida en el siglo XIII como una comunidad de frailes indigentes. Ese es el puente que lo une a la Argentina, dado que viajó más de una vez a nuestro país como prior general de la Orden de San Agustín.

En esa función, que cumplió entre 2001 y 2013, hasta que Francisco lo llevó al Vaticano como prefecto del Dicasterio para los Obispos, el padre Robert Prevost viajó varias veces a la Argentina, donde tomó contacto principalmente con comunidades de esa congregación, que tiene colegios y atiende parroquias en distintos puntos del país. Compartió encuentros institucionales e informales con Bergoglio. Y se reencontró con Francisco en la primera misa que dio al día siguiente de su asunción como Papa, en marzo de 2013, en la parroquia Santa Ana, de la comunidad de los agustinos en Roma. Prevost, que era prior general de la congregación y todavía no era obispo, se sorprendió con el afectuoso saludo de Francisco, quien lo reconoció en la sacristía y le hizo recordar sus encuentros en Buenos Aires.

Un sacerdote que frecuentó al nuevo Papa en reuniones de obispos de América Latina, lo describió como “un hombre sereno, enamorado del Perú y de la región, que escucha a los demás, que no es altisonante, es muy reflexivo, con una mirada contemplativa. Algo tímido, pero con una amplia capacidad para la comunicación”.

Recientemente, Prevost transmitió a la prensa vaticana su aprecio por la figura de Francisco, aún antes de ser Papa, por su “auténtico corazón cristiano, su generosidad, caridad y el deseo de vivir el Evangelio hasta sus últimos días”. Y recordó que el papa argentino, con quien se reunía una vez por semana por sus responsabilidades al frente del Dicasterio para los Obispos, le recomendaba “no perder el buen humor”.

Mirada social

Hay coincidencias entre los obispos argentinos en que la impronta social de León XIV está dada por el nombre elegido. “Trae al presente en este mundo tan convulsionado el mensaje del papa León XIII, el que elaboró la doctrina social de la Iglesia con su encíclica Rerum novarum, cuyo mensaje fue actualizado por las enseñanzas del Concilio Vaticano II y los magisterios de Juan Pablo II y Francisco”, evaluó una fuente eclesiástica”, ante una consulta de LA NACION.

“Conoce en el terreno las realidades de la región latinoamericana y es de esperar que haya fuertes coincidencias entre el nuevo Papa y nuestra Iglesia local. Hay un estilo común de ser Iglesia, de actuar como constructor de puentes y mensajero de la paz”, señaló un obispo argentino.

Robert Prevost toca la campana en la iglesia de San Agustín, en marzo de 2013
Robert Prevost toca la campana en la iglesia de San Agustín, en marzo de 2013

Las prioridades y urgencias de la Iglesia latinoamericana seguirán teniendo presencia, aventuran en el Episcopado, ante la elección de un Papa que caminó y conoce la región. Cayó bien, además, la confirmación de que seguirá avanzando con el concepto de la sinodalidadun modelo de Iglesia arraigado en el diálogo, la participación de los laicos y el trabajo conjunto, alejado del “clericalismo”, el fantasma que Francisco ´definía como “el cáncer de la Iglesia”.

Algunas fuentes, incluso, arriesgaron una interpretación más política y deslizaron: “La Iglesia se atrevió a ponerle un papa norteamericano a Donald Trump, que no es el que el presidente quería”, dada la cercanía del presidente estadounidense a cardenales ultraconservadores.

Los agustinos

El 9 de marzo de 2013, cuatro días antes de la elección del papa Francisco, Prevost participó de la ordenación episcopal del obispo argentino Alberto Bochatey en la Catedral de La Plata, para acompañar a este religioso argentino, que asumió como obispo auxiliar de La Plata, para asistir al entonces arzobispo titular, Héctor Aguer. El nuevo Papa y Bochatey, que luego fue secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, fueron compañeros de estudios en Roma.

El propio Bochatey, sorprendido gratamente por la elección del nuevo Papa, dijo que el paso de Prevost por la Argentina dejó una huella. Recordó que él invitó al flamante pontífice a la Argentina para que asistiera a su ordenación episcopal en La Plata. “Yo fui el culpable de que viniera a Buenos Aires y La Plata”, declaró. Además, confirmó que el nuevo Papa realizó otros viajes a la Argentina y que siempre mantuvo contactos a raíz de su ministerio pastoral en la región.

En una de sus visitas al país, como superior de la orden religiosa, Prevost inauguró la Biblioteca Agustiniana, entre otros actos que realizó con la comunidad de esa orden religiosa en la Argentina.

Con una presencia en nuestras tierras que se remonta al siglo XVII, la Orden de San Agustín en la Argentina tiene parroquias y colegios en la ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, Salta, Catamarca y Mendoza. Las comunidades educativas, como los colegios San Agustín y San Martín de Tours, tienen una arraigada tradición en la educación argentina.

La conducción del Episcopado argentino y las principales diócesis se encuentran en manos de obispos designados por Francisco y comprometidos con su visión pastoral. Muchos de ellos tuvieron encuentros con Prevost, como titular del Dicasterio para los Obispos, el organismo que le confió Francisco para supervisar el plantel episcopal de todo el mundo en la Iglesia.

Fuente: Mariano De Vedia, La Nación