Mal presagio: la sangre de San Genaro este año no se licuó y Nápoles teme lo peor

Cada 16 de diciembre la supuesta sangre del patrón de la ciudad, es sacada de la caja fuerte donde se custodia para exponerla ante los feligreses.

Nápoles tiembla. En el 2020 de la pandemia no se ha obrado el milagro. Cada 16 de diciembre la supuesta sangre de San Genaro, el patrón de la ciudad, es sacada de la caja fuerte donde se custodia en una capilla de la catedral para exponerla ante los feligreses. Monseñor Vincenzo de Gregorio la agitó este miércoles esperando que la sustancia sólida que conserva el relicario se licuara, como suele suceder en esta señalada fecha. Pero no se alteró. Mal asunto. Que no aparezca un líquido es el peor de los presagios para los supersticiosos napolitanos.

En Italia recuerdan con temor algunas de las desdichas que han sucedido cuando no se ha obrado el “milagro” de San Genaro. Por ejemplo, en 1939, antes de la Segunda Guerra Mundial; en 1973, el año en que Nápoles sufrió una epidemia de cólera; o en 1980, el terremoto de Irpinia, que provocó casi 3.000 muertos. No siempre se cumple la profecía, ya que la última vez que no se licuó fue en el 2016, sin ninguna gran tragedia para la ciudad.

El miércoles los fieles acudieron a rezar por la clemencia del santo, sin suerte.

los fieles acudieron a rezar por la clemencia del santo, sin suerte. Foto: Reuters

los fieles acudieron a rezar por la clemencia del santo, sin suerte. Foto: Reuters

Rápidamente las redes sociales se llenaron de comentarios interpretando un 2021 negro para la ciudad partenopea. Corrieron ríos de tinta y reportajes televisivos sobre el estado de la sangre. Hay incluso quien lo asocia con el castigo por cambiar el nombre del estadio del Nápoles de San Paolo a Maradona, un honor tras el fallecimiento de la estrella argentina a quien allí también veneran como a un santo.

Tres veces al año los devotos acuden esta ceremonia tan especial: el sábado previo al primer domingo de mayo, el 19 de septiembre –la fiesta del patrón– y el 16 de diciembre, que conmemora la salvación de Nápoles de una violenta erupción del Vesubio en 1631. El volcán estaba amenazando con destruir la ciudad y el pueblo napolitano portó la reliquia junto al busto del santo en procesión. Entonces la lava se frenó asombrosamente ante las puertas de la ciudad.

“San Genaro es un santo especial con más de 25 millones de devotos por todo el mundo, hasta en Madagascar”, remarca el escritor napolitano Maurizio Ponticello.

Pero es un santo muy particular: no acepta exvotos, sino que es el protector de la entera ciudad de Nápoles. Ponticello recuerda que este gran culto nace de un pacto que hicieron los nobles y representantes de la ciudad con el santo en 1527.

El abad Vincenzo De Gregorio con el relicario. Foto: Reuters

El abad Vincenzo De Gregorio con el relicario. Foto: Reuters

“Delante de un notario y dejando una silla vacía para San Genaro, le prometieron que si se ocupaba la ciudad le harían la capilla más bonita del mundo. Y lo hicieron. “Es la más rica de todo el planeta, con regalos de reyes y emperadores extranjeros”, explica. Por eso los napolitanos escupen todo tipo de exabruptos cuando no ocurre el supuesto milagro. Consideran que San Genaro no ha respetado su parte del pacto.

San Genaro

La primera vez que se tiene constancia de la sangre licuada fue en 1389. El prodigio no solamente ocurre en las tres fechas importantes, sino que también puede darse ante la visita de un personaje religioso ilustre, como le sucedió a un emocionado papa Francisco en el 2015. En cambió, no hubo milagro para Benedicto XVI o Juan Pablo II.

No hay una explicación

No hay una explicación aceptada para este fenómeno. En 1988, el arzobispo de Nápoles pidió a un científico de Turín que examinase la sangre y este dictaminó la presencia de hemoglobina, que excluía que fuese una sustancia de naturaleza diferente de la sangre. Sin embargo, en 1991 un grupo de científicos aseguró en la revista Nature que había obtenido una sustancia similar del color de la sangre a partir del polvo de molisita, presente en los volcanes y con estas mismas propiedades tixotrópicas, es decir, que se licua al agitarse.

“Ha sido analizado por la ciencia y la ciencia ha dicho que no es explicable científicamente. Han encontrado sangre, pero no solo eso, sino sangre con oxígeno, que significa sangre viva, como si circulase en un organismo”, asegura el vaticanista de Il Fatto Quotidiano, Francesco Grana.

Nápoles se teme lo peor tras no licuarse la sangre de Genaro | Marca.com

El periodista señala que en diciembre es cuando es más difícil que tenga lugar la licuación. “En todas las grandes desgracias como terremotos o epidemias, el milagro no se obró en primavera o septiembre”, puntualiza, diciendo que la prensa ha magnificado el asunto o bien por la pandemia o bien porque el sábado fue nombrado el nuevo arzobispo de Nápoles y los críticos no están de acuerdo con la elección.

Ponticello no está nada sorprendido. “El 2021 será muy difícil, con la pandemia y la crisis económica en la ciudad. La Camorra ya se está aprovechando de la pobreza. No es una buena señal”, vaticina.

Fuente: Clarín