‘Pillow Face’: el fenómeno estético que arrasa en Hollywood y la advertencia de los profesionales

Caras hinchadas, sin arrugas ni marcas y ojos achinados; qué tan peligroso puede ser tener ‘pillow face’ y cómo prevenirlo

Pillow face: Renée Zellweger, Madonna, Sylvester Stallone, Kylie Jenner y Nicole Kidman son solo algunos de los nombres de celebridades que se han convertido en promotores de la industria de la belleza y han ayudado a impulsar la necesidad de procedimientos estéticos

En el mundo actual, la industria de la belleza y la estética ha experimentado un crecimiento sin precedentes, especialmente en lo que respecta a los tratamientos de rejuvenecimiento facial, como el Botox y el ácido hialurónico. El alcance y la popularidad de este tipo de procedimientos ha sido en gran parte impulsado por la influencia que tienen las personas famosas sobre sus millones de seguidores y la presión constante de los estándares de belleza que se exigen socialmente.

Kylie Jenner, Madonna, Kim Kardashian, Sylvester Stallone, Nicole Kidman y Renée Zellweger son solo algunos de los nombres de celebridades que se han convertido en promotores de la industria de la belleza y han ayudado a impulsar la necesidad -cada vez más temprana- de procedimientos estéticos. Cuando una figura pública confiesa haberse sometido a algún procedimiento estético, es inevitable que ello genere un gran impacto en la percepción pública. Su rostro transformado y aparentemente sin defectos y sin huellas/marcas del paso del tiempo, se convierte en algo aspiracional para miles. Como consecuencia, estos tratamientos se posicionan como una vía rápida para alcanzar una juventud eterna y una imagen idealizada.

Entre los tratamientos más populares en la actualidad se encuentran el Botox y el ácido hialurónico. El Botox, una forma de toxina botulínica, es ampliamente conocido por su capacidad para atenuar las líneas de expresión y arrugas faciales, proporcionando un aspecto más juvenil y relajado. Por otro lado, el ácido hialurónico, una sustancia presente en el cuerpo humano, es usado para restaurar el volumen facial y corregir imperfecciones como labios finos o mejillas hundidas.

En el afán por alcanzar la perfección, un término se ha vuelto muy popular:“Pillow Face” -en español, cara de almohada-. Esta expresión hace referencia al resultado excesivo y poco natural que algunos pacientes obtienen tras someterse a múltiples procedimientos estéticos. En busca de la eterna juventud, algunas personas terminan con rostros sobrecargados de sustancias que dan una apariencia inflada y poco auténtica. Esta tendencia ha generado críticas y advertencias por parte de expertos en salud y belleza, que señalan las consecuencias negativas de someterse a un exceso de tratamientos.

Cada vez hay más críticas y advertencias por parte de expertos en salud y belleza, que señalan las consecuencias negativas de someterse a un exceso de tratamientos
Cada vez hay más críticas y advertencias por parte de expertos en salud y belleza, que señalan las consecuencias negativas de someterse a un exceso de tratamientosFrazer Harrison – Getty Images North America

“Pillow face”: detección y riesgos

Aunque la industria de la estética presenta tratamientos relativamente seguros cuando son realizados por profesionales capacitados, el abuso de estos procedimientos puede desencadenar serias consecuencias para la salud y la imagen personal. “Se trata de un tipo de inflamación pasajera luego de la aplicación de uno o varios productos inyectables o bien como consecuencia de la aplicación excesiva en cantidades de productos. Muchas veces los pacientes piden tratamientos perdiendo el criterio de su propio rostro y somos los profesionales quienes debemos ayudarlos y orientarlos para que logren los mejores resultados”, advierte la Dra. María Gabriela Scarímbolo (M.N. 20154), odontóloga y armonizadora Orofacial.

En la Internet abundan testimonios de personas que han experimentado problemas derivados de un exceso de procedimientos estéticos. Pacientes insatisfechos, con resultados poco naturales o incluso con complicaciones médicas, acostumbran cada vez más a compartir sus experiencias negativas en diferentes medios de comunicación y redes sociales. El aspecto positivo de su exhibición es que sirven como un recordatorio de la importancia de la moderación y la responsabilidad en la búsqueda de la belleza y el rejuvenecimiento facial.

Según señalan los especialistas, algunas de las consecuencias y síntomas más recurrentes del “pillow face” son:

  • Aspecto poco natural: El principal problema del “Pillow Face” es que el rostro puede lucir anormalmente hinchado y desproporcionado. En lugar de lograr una apariencia rejuvenecida y natural, los pacientes pueden presentar un aspecto inflado y poco auténtico.
  • Pérdida de expresividad facial: El abuso de rellenos dérmicos puede limitar la movilidad facial y, en algunos casos, llevar a una pérdida de expresiones faciales normales. Esto ocurre cuando se inyectan grandes cantidades de sustancias en áreas inapropiadas, lo que puede provocar una parálisis temporal de los músculos faciales.
  • Acumulación de líquido: El uso excesivo de ácido hialurónico puede provocar una acumulación de líquido en ciertas áreas del rostro, dando lugar a una apariencia hinchada y poco natural. Esto puede ser más notorio en zonas como los pómulos o los labios.
  • Asimetría facial: Un exceso de relleno puede llevar a la asimetría facial, donde un lado del rostro se ve diferente al otro. Esto puede deberse a una administración desigual de los productos o a reacciones individuales del organismo.
  • Infecciones e inflamación: En algunos casos, el exceso de procedimientos estéticos puede aumentar el riesgo de infecciones o inflamación en el área tratada. Estas complicaciones pueden requerir atención médica y tratamiento para su resolución.
  • Reacciones alérgicas: Aunque el ácido hialurónico es generalmente seguro, algunas personas pueden desarrollar reacciones alérgicas a la sustancia. Estas reacciones pueden manifestarse como hinchazón, enrojecimiento o picazón en la zona tratada.
  • Desplazamiento de los rellenos: En algunos casos, los rellenos dérmicos pueden moverse de su posición original, especialmente si no se inyectan adecuadamente. Esto puede dar lugar a resultados insatisfactorios y requiere correcciones adicionales.
  • Daño a los tejidos: Un uso excesivo y repetido de rellenos dérmicos puede dañar los tejidos subyacentes de la piel. Esto puede afectar la elasticidad y firmeza de la piel a largo plazo.
“Pillow Face” hace referencia al resultado excesivo y poco natural que algunos pacientes obtienen tras someterse a múltiples procedimientos estéticos
“Pillow Face” hace referencia al resultado excesivo y poco natural que algunos pacientes obtienen tras someterse a múltiples procedimientos estéticosLA NACION

“La forma de evitarlo sería teniendo un conocimiento lo más detallado posible con respecto de los productos que ya tiene el paciente en su historia clínica. También es importante saber el estado de salud del paciente y conversar mucho sobre su estado emocional”, señala la Dra. Scarimbolo.

En lo sucesivo, agrega que el pillow face tampoco es consecuencia de la edad. “Se debe más a un exceso de material inyectado. Lo que sucede es que en las personas adultas y en su desesperación por mantenerse jóvenes, comienzan a superponer tratamientos para disimular los signos de envejecimiento naturales”, dice la especialista. Por último añade: “Muchas veces los profesionales debemos aprender a decir que no frente a la demanda desproporcionada del paciente que viene a una consulta con expectativas exageradas”.

En conclusión, el auge de los tratamientos de belleza, en particular el Botox y el ácido hialurónico, ha sido influenciado en gran medida por la exposición mediática y la presión de los estándares de belleza que imperan en la sociedad. Sin embargo, según señalan los profesionales, es crucial recordar que la belleza auténtica radica en la individualidad y que, si bien estos procedimientos pueden brindar resultados positivos cuando son realizados adecuadamente, el exceso puede acarrear consecuencias no deseadas. La toma de decisiones informadas y la consulta con profesionales capacitados son fundamentales para evitar alcanzar una “Pillow Face” y lograr una imagen estética armoniosa y saludable.

Fuente: La Nacion