Felizmente pasaron las fiestas y las reuniones familiares, pensarán los solteros que otra vez debieron atravesar el clásico… ‘¿y cuando vas a sentar cabeza?’
En una reciente encuesta realizada a nivel nacional por una plataforma de citas sobre las perspectivas de la juventud contemporánea, se revela un cambio sorprendente en la actitud hacia los objetivos tradicionales.
El 44% de los consultados indicó que no siente la urgencia de cumplir con metas convencionales como casarse, vivir en pareja o formar una familia.
Este fenómeno marca un contraste notable con las generaciones anteriores, cuando la presión por alcanzar estos hitos era agobiante para los solteros.
Según la consulta, la generación Z (51%) y los millennials (42%) son los que menos obligados se sienten a cumplir con los mandatos de los abuelos, de hecho uno de cada tres participantes (30% y 29% respectivamente) dijo tener citas solo con aquellas personas que comparten su misma visión sobre la vida privada.
Nadie tiene medio a quedarse soltero
Lo más revelador es que, a diferencia del pasado, ya nadie tiene miedo de quedarse soltero y convertirse en el “solterón” de la casa, rótulo pesado bajo el que antiguamente recaía la eterna sospecha de la homosexualidad. Las nuevas generaciones ya ni se lo cuestionan, lo que evidencia un salto enorme respecto de la percepción de la soltería, que ahora se ve como una elección consciente, hasta cool, y no como un estigma. Si bien esta actitud es generalizada en ambos sexos, las mujeres siguen siendo las que experimentan una presión mayor pese a los discursos sobre la igualdad de géneros que circulan en estos tiempos. La encuesta revela que continúan sintiendo el apremio constante del entorno en cuanto a lo que es aceptado por la sociedad sobre la edad para tener pareja, hijos, casarse, etc. Esto se advierte en las cifras: antes de ilusionarse con una relación, hoy seis de cada diez mujeres (62%) pide claridad y honestidad sobre las aspiraciones o expectativas en cuanto al largo plazo, y el 51% de los hombres concuerda con esta afirmación.
Alejarse de la presión
Esa presión por cumplir con el modelo heredado podría desaparecer de la faz de la tierra de ser cierto que el 17% de los singles ha decidido alejarse de familiares y amigos que los hostigan para que cumplan con el guion establecido. El rechazo de las formas convencionales se manifiesta de diversas maneras, y el estudio también destaca que el 22% se ha puesto radical en este asunto, consumiendo exclusivamente medios que promueven un estilo de vida alejado de las formas de concebir y vivir las relaciones personales. Esa “dieta mediática”, que abarca desde literatura hasta programas de televisión y podcasts, desafía las formas históricas de expresar las conexiones interpersonales y también revela una búsqueda consciente del amor, además de una creciente disposición a explorar y adoptar nuevos puntos de vista sobre lo políticamente ‘correcto’ en términos románticos, fomentando así una mayor diversidad de opiniones y estilos de vida.
Esta tendencia parece reflejar una creciente resistencia hacia las expectativas arraigadas. Las personas buscan deliberadamente alternativas que les permitan forjar sus propios caminos en lugar de adherirse a estructuras predefinidas. La decisión de apartarse de amigos y familiares que insisten en seguir el modelo del pasado sugiere una necesidad de autonomía y autenticidad en las relaciones, algo que quizá tome otros tantos siglos cambiar…
Fuente: La Nación.