TV abierta 2023: el reinado de los reality shows, la larga agonía de la ficción y el surgimiento de un posible competidor

Gran Hermano acaparó la audiencia y consolidó una vez más el liderazgo de Telefe junto a otras apuestas seguras; el regreso de Tinelli agitó las aguas de América y El Trece volvió a inclinarse por el entretenimiento ante la discreta respuesta del público a sus producciones dramáticas; Luzu TV, un híbrido que atrae a los jóvenes y dará que hablar

Marcos Ginocchio, el ganador en marzo pasado de una edición de Gran Hermano bendecida por el rating

Quienes insisten desde la Argentina en mirar desde hace un buen tiempo a la televisión abierta como un lastre, un recuerdo del pasado, una curiosidad o un detalle apenas relevante dentro de la realidad mediática y audiovisual deberán tomarse un tiempo para revisar sus argumentos, al menos en este fin de año. Por acción u omisión, los canales de aire recuperaron el centro de la escena en el cierre de 2023 y configuraron desde este nuevo escenario el balance de la temporada.

¿Cómo hizo la TV abierta para que vuelva a hablarse de ella? Hay múltiples razones que van más allá de los simples números diarios del encendido, escandalosamente bajos en relación con su pasado más glorioso y sin perspectivas de recuperar aquel apogeo, a menos que la Argentina vuelva a ganar un Mundial.

Veamos las causas de esta suerte de reconquista momentánea. En el tablero político más cercano y directo tenemos todo el debate candente sobre qué hacer con la TV Públicaen la picota desde que el presidente Javier Milei dijo durante la campaña electoral que de llegar al poder impulsaría su privatización. La incógnita sobre el destino de los medios públicos bajo el nuevo gobierno de extracción libertaria crece desde la difusión del DNU que fija nuevas reglas para el funcionamiento del Estado.

Mirtha Legrand junto al presidente Milei y Patricia Bullrich
Mirtha Legrand junto al presidente Milei y Patricia BullrichStoryLab

La nueva aparición de Milei en la tele compartiendo de nuevo la mesa de Mirtha Legrand es otro de los hechos destacados de este fin de añoMuestra una vez más que la TV abierta, con recursos sencillos y casi básicos, puede fijar en un solo movimiento la agenda política más importante y sostenerla mucho más allá de lo que hace toda la amplia pantalla informativa del cable, obligada a ir detrás de esa iniciativa.

De paso, este nuevo regreso de la gran diva y máxima figura del espectáculo local es otro acontecimiento insoslayable de 2023. La ardua negociación que permitió la vuelta de Mirtha llevó largos y extenuantes meses hasta hacerse realidad y mostrar que ella sigue vigente y a la altura de todas las exigencias de la televisión de hoy. Como se esperaba, Juana Viale se sumó al operativo.

El interés por lo que pasa en la TV abierta en estos momentos también se extiende a Gran Hermano (GH), el programa estrella de 2023 por más de un motivoAbrió el año bien a lo grande, acaparando todos los debates posibles dentro de este universo mediático y forzando al resto de la programación de TV a moverse todo el tiempo bajo su influjo.

Esa atracción se sostuvo al principio gracias a cifras de rating que superaron las expectativas más optimistas y llevaron a Telefe a acelerar su regreso. Tal vez el canal líder haya pecado de exceso de confianza al renunciar esta vez a la fórmula que le viene dando tantos buenos resultados en los últimos años. En vez de alternar la entrada y la salida de sus programas estelares con la amplitud y la distancia temporal acostumbrada se armó con premura una nueva temporada de GH, hasta ahora con menor repercusión de la que el canal esperaba.

Lizy Tagliani, conductora del Got Talent Argentina de este año
Lizy Tagliani, conductora del Got Talent Argentina de este añoCaptura de pantalla /Telefé

Así y todo, fuera de los altibajos que las planillas de rating registran de manera impiadosa, GH concentra como era imaginable la atención mediática cotidiana desplazando hacia los márgenes a otro retornado, Marcelo Tinelli. En su nueva casa, América, el artífice y conductor del “Bailando…” logró al principio de este nuevo ciclo desviar buena parte del interés de la “patria televisiva” sin necesidad de innovar absolutamente nada.

Ahora se le empieza a reprochar a Tinelli con razón un revival del costado más vulgar del ciclo. Mientras tanto, de la prometida influencia que ejercería, más allá de su programa, en el resto de la programación de América (emisora a la que llegó también como gerente artístico) todavía hay poco y nada. La única “novedad” de fuste en el perfil de la emisora este año es la persistente mutación horaria de Polémica en el bar, que ingresó en su temporada número 60 ahora bajo la conducción de Marcela Tinayre. El resto se mantuvo casi invariable con el perfil de siempre: actualidad en vivo, talk shows de dispar repercusión, algún show nocturno y las curiosidades de la farándula.

Tal vez América se haya conformado con elevar un poco la tendencia histórica que registra en el rating cotidiano gracias a la ayuda de Tinelli y llegar al segundo puesto, sin hacerle cosquillas al liderazgo de Telefe. Esta tendencia ganadora se mantuvo también este año gracias a la tracción del primer GH del año y al peso propio de MasterChef Got Talent Argentina en sus nuevas y respectivas temporadas. Wanda Nara y Lizy Tagliani, respectivamente, contribuyeron a esa ratificada confianza en dos fórmulas seguras.

Con toques emotivos y dramáticos cada vez más acentuados, los reality shows competitivos se posicionan cada vez más como el género hegemónico de la TV abierta de estos tiempos en la Argentina. Es tan poderosa esta tendencia que hasta consigue imponer las reglas de un modelo que está en perfectas condiciones de ocupar el lugar de las ficciones tradicionales, hoy casi extinguidas.

El elenco de Buenos chicos, la última ficción de Pol-Ka
El elenco de Buenos chicos, la última ficción de Pol-KaGerardo Viercovich

Hay que valorar el esfuerzo de Adrián Suar por sostener una vez más la vigencia de la ficción en el horario central de El Trece. La segunda parte de Argentina, tierra de amor y venganza (ATAV 2) y Buenos chicos fueron sus apuestas más recientes en este terreno, respaldadas como siempre desde el compromiso pleno de sus intérpretes y el equipo técnico y artístico de ambas producciones, pero con una audiencia menguante.

Las actuales reglas de juego, que involucran al universo televisivo y sobre todo a las perspectivas económicas de un país enfrentado a una crisis monumental, no aportan además de los números buenos augurios para el futuro de la ficción hecha en la Argentina para la pantalla chica. Más bien todo lo contrario: este tipo de proyectos quedará al menos en el corto plazo acotado al universo de las plataformas de streaming. La ficción nunca podría faltar en el mapa completo de la TV abierta, pero hoy solo interesa si llega desde Turquía para completar casilleros vacíos en las tardes de Telefe.

Con la ficción local a la deriva, El Trece volvió a jugarse por el entretenimiento y las competencias con premios, con Los 8 escalones (siempre de la mano del laborioso Guido Kaczka) y Ahora caigo (la nueva apuesta de Darío Barassi) como baluartes. Otras propuestas en la misma dirección tuvieron suerte dispar o pasaron directamente inadvertidas. Nadie se acordará de ellas.

Luzu TV, un nuevo fenómeno que mezcla géneros, formatos y estilos
Luzu TV, un nuevo fenómeno que mezcla géneros, formatos y estilos

Mientras tanto, El Nueve trató de sostenerse en el oficio y la fortaleza de sus dos conductores estrella, Beto Casella y el reaparecido Alejandro Fantino. Y la TV Pública permanece atrapada en su laberinto: volvió a funcionar este año más que nada como ariete de las necesidades del gobierno de turno durante la última campaña electoral, jugando fuerte desde sus espacios informativos y programas de debate político como Desiguales para la campaña al cabo perdidosa del candidato kirchnerista Sergio Massa.

Entre las fórmulas conocidas, la poca capacidad de innovación para crear propuestas genuinamente diversas, el predominio de los reality shows y la larga agonía de la ficción transcurrió este año para la TV abierta. Sigue lejos de su mejor momento, pero por más que algunos quieran darla por muerta conserva indemne su poder de llegada al público y su influencia. Todo lo dicho al comienzo lo deja bien a la vista.

Mientras tanto, de a poco, asoma un nuevo protagonista, hasta ahora desconocido. Tiene la atípica configuración de un híbrido mediático, ubicado a mitad de camino entre la TV, Internet, el streaming, las redes sociales y la radio representado por Luzu TV, todo un acontecimiento en materia de audiencia sobre todo entre los jóvenes. La entrevista de Migue Granados a Lionel Messi en ese formato abrió uno de los momentos más comentados de todo el año. La consolidación de esta tendencia es otro de los datos definitorios de lo que pasó en 2023.

Fuente: Marcelo Stiletano, La Nacion