En su 27° aniversario, a cumplirse el próximo 1 de julio, el Sistema de Riesgos del Trabajo alcanza logros concretos, erigidos sobre el trabajo mancomunado entre aseguradoras, trabajadores, empleadores y entes de control.
Hoy cubre a más de 10 millones de trabajadores y asegura a más de 1 millón de empleadores. Su compromiso con la prevención se ve en la sistemática baja de los accidentes, lo que en cuanto a accidentes fatales indica una disminución de 76% desde su inicio. Traducido: 16.500 salvadas.
Además, una vasta jurisprudencia con más de dos docenas de fallos de la Suprema Corte de Justicia, avalan aspectos claves de esta ley.
Sin embargo, el sistema que sostiene esta cobertura, está seriamente amenazado por la litigiosidad y otros factores que requieren inmediata atención.
- Litigiosidad. Se estima, para fines de este año, un ingreso de 136 mil nuevos juicios, mayor que el pico de 130 mil de 2017 (año de la reforma y sanción de la Ley 27348). Dados los aumentos de prestaciones y costos de implementación de la reforma, es una situación más compleja que antes.
- La equidad pericial. Si bien 15 provincias más CABA, en las que se concentra el 95% de los trabajadores, adhirieron a la citada Ley y conforme ello sus poderes judiciales debieran haber implementado las modificaciones correspondientes, solamente Mendoza, este mes de junio, creó el esencial Cuerpo Médico Forense. Esto implica que, en las 14 restantes más la Ciudad Autónoma, los peritos médicos judiciales, siguen conservando el incentivo a sobrevalorar daños porque sus honorarios continúan acoplados al monto de la minusvalía que ellos mismos ponderan. A mayor porcentaje de incapacidad remanente, más honorario.
- Tasas de actualización judicial. Excesivamente elevadas y desenganchadas de todo parámetro real de rendimiento de cualquier inversión en Argentina o en el mundo, incluidas también las inversiones en cartera de las aseguradoras.
- Deuda por COVID. La deuda del FFEP con las aseguradoras por este tema asciende a $63.000 millones.
- La infra-tarifación crónica. Las situaciones antes descriptas producen una necesidad de liquidez que genera una situación de tarifas insuficientes.
Así como 4 protagonistas fueron determinantes para la consolidación y mejora de esta cobertura, trabajadores, empleadores, aseguradoras y el Estado, una multiplicidad de actores, la Justicia en primer término, deben obrar para no socavar la sustentabilidad del Sistema de Riesgos del Trabajo.
¿Cómo? Constituyendo sin más dilación los Cuerpos Médicos Forenses. Se debe comprender que prestaciones y financiamiento en equilibrio son conceptos básicos de la ecuación del servicio. Alterar cualquiera de ellos, generando nuevos servicios o aumentando beneficios sin financiamiento adecuado o pagar en exceso prestaciones dinerarias por incapacidades sobrevaloradas, atenta contra la sustentabilidad de este y de cualquier otro esquema de base aseguradora. Y estos excesos están minando los cimientos de la actividad.
En estos 27 años la cobertura de Riesgos del Trabajo se ha convertido en un aspiracional. Se ve y se vivencia la diferencia entre tenerla y no tenerla al momento de padecer un accidente de trabajo o enfermedad profesional. Hoy la reclaman autónomos, monotributistas, médicos concurrentes, trabajadores informales, entre muchos otros. Pero, para poder incluirlos, es necesario corregir ese desbalance esencial entre cobertura y financiamiento, junto con los demás factores listados. Desde la UART, instamos a preservar lo construido en estos 27 años y encarar en conjunto y equilibrio los desafíos que nos plantea el futuro del trabajo.