Con Fernando Gelbard, su permanente compañero, en piano, Alfredo Remus en contrabajo y Eduardo Casalla en batería, producción musical de Horacio Malvicino y comentarios de contratapa de Eduardo Lagos, Borraro y su grupo abordan dos temas propios (Charlie’s blues y La Paz) y 3 clásicos del repertorio jazzístico americano Half and half (Charlie Davis), Summertime (George Gershwin), Polka dots and moon beans (Johnny Burke, Jimmy Van Heusen).
Este es el primer registro en estudio del genial saxofinista y RP music completa la discografía de Borraro con este lanzamiento que se suma a “Cuarteto del Chivo Borraro en vivo” de 1970, el icónico “Blues para un cosmonauta” de 1975 y al concierto en vivo de 1960 en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA editado por primera vez en 2022 “Cuarteto en vivo”.
Dice Eduardo Lagos:
Luis Horacio Borraro, arquitecto, pintor, dibujante, a ratos escritor, fotógrafo y músico (su actividad principal), conocido como “El Chivo Borraro”, inició su carrera musical – heredada de sus padres – tocando el clarinete cuando brillaban Benny Goodman y luego Buddy de Franco. Integró los legendarios “Rythm Makers”, junto al cariñosamente recordado Bebe Eguía y produjo el primer arreglo moderno hecho en nuestro medio para orquesta grande (cuatro trompetas, tres trombones, cinco saxos, y sección rítmica) allá por 1954. Muchos recordarán “Dama de la noche” grabada por los All Stars del Bop Club Argentino.
Fue fundador, entre otros, de dicho Club y, no conforme con eso, ganó durante casi diez años su encuesta anual como clarinetista. Siempre prefirió los conjuntos chicos, donde el solista tiene más oportunidad de explayarse – recordar su “South Costa Sextet”, “Los Cinco Sonidos”, etc –. Intervino en innumerables conciertos junto a músicos que ahora son primeras figuras. Tocó con Lalo Schifrin, a quien además lo acercaba una profunda amistad – en la misma orquesta cuya guitarra era Horacio Malvicino, supervisor de esta grabación.
Sus gustos en jazz son eclécticos: Konitz y Coltrane, Tristano y Mc Coy Turner. Dejó de tocar el clarinete hace cinco años y se volcó hacia el saxo tenor “porque el clarinete no se oía en las “pizzas”, según sus textuales palabras. (Aclaración para neófitos: “pizza” significa la reunión de un grupo de músicos que improvisan jazz. El término es la traducción criolla de “jam-session”)
Cree Borraro, que en la Argentina hay excelentes músicos dentro del género y piensa que, al agruparse en conjuntos deben hacerlo los que tengan unidad de estilo e ideas afines. Lo importante es “sentir” igual.
Pensamos nosotros que esta muestra de vanguardia así lo ejemplifica.
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