Ciencia ficción. De Huxley a Herbert, cinco clásicos de regreso en la pantalla

Las visiones de futuros posibles imaginadas en Duna, Un mundo feliz y Fundación, entre otras novelas fundamentales del género, regresan durante la pandemia con una potencia imprevista

Elizabeth Mcgovern y gabriel Byrne protagonizan una versión contemporánea de La guerra de los mundos, que Directv estrena el 18

Aunque nunca alcanzó demasiado prestigio artístico, la ciencia ficción es el género más popular de la actualidad. Si se consideran los relatos de superhéroes como ciencia ficción (y no hay razón para no hacerlo), doce de las veinte películas más vistas de la historia pertenecen al rubro, con recaudaciones globales que van de los 1200 millones de dólares (el puesto 20, Iron Man 3) a más de 2.700 millones (los puestos 1 y 2, Avengers: Endgame y Avatar).

Por esta razón, los títulos más célebres de novelas, cómics o hasta videojuegos del género están en continua demanda para Hollywood. Sin embargo, hay un stock limitado de fuentes exitosas en las que abrevar y, en consecuencia, muchas veces se regresa a las mismas. Según el crítico cultural Simon Reynolds, vivimos en una época “re”: de remakes, reediciones y rebooteos. Antes de la década del 80, era impensado que una película tuviera seis secuelas. Hoy la novedad, al menos en el cine mainstream, es menos creación que reorganización del pasado, y no porque la novedad se haya agotado sino porque, en un mercado cultural donde la oferta parece infinita, apostar a lo ya probado implica un menor riesgo y asimilar lo ya conocido no exige tanto como lo nuevo. De las doce películas más taquilleras mencionadas, casi todas son secuelas o reversiones de otra.

La semana que viene llegará la ¡sexta! adaptación de La guerra de los mundos (excluyendo adaptaciones veladas como Señales o Día de la Independencia y también la versión de comedia musical y la radial), el clásico de H.G. Wells publicado originalmente en 1898. Para los próximos meses están anunciadas nuevas versiones de otras cuatro novelas canónicas del género. Aquí repasamos estos cinco títulos y proponemos alternativas para descubrir mientras esperamos los estrenos.

La guerra de los mundos

El clásico en el que H.G. Wells hace una crítica del colonialismo británico bajo la metáfora de una invasión marciana recibió su adaptación más famosa en 1938, cuando Orson Welles lo llevó a la radio bajo el formato de un boletín de noticias y creó, ochenta años antes que Facebook, las fake news. La nueva versión, que estrenará On Directv el martes, a las 21, solo retiene los elementos más generales de la trama, tales como la repentina invasión alienígena ante la que la humanidad queda totalmente indefensa y el seguimiento a una familia de sobrevivientes. Igual que casi todas las demás, esta es una transposición contemporánea de la historia, que originalmente sucede en el período eduardiano del imperio británico. También explora con mucho más detalle el mundo devastado por los invasores y, en esto, encuentra un eco de los relatos de zombis dado que los protagonistas suelen pasearse por ámbitos purgados de humanos. Esta serie de ocho episodios transcurre en Londres y París (de esos orígenes son los capitales de la producción) y está protagonizada por Gabriel Byrne y Elizabeth Mcgovern. En este caso hay adaptaciones alternativas de sobra. El año pasado, el canal Europa Europa estrenó una buena versión producida por la BBC y protagonizada por Eleanor Tomlison y Robert Carlyle, un poco en clave feminista y, también, una de las pocas que transcurren en el siglo XIX (está disponible en Flow). La mejor adaptación, sin embargo, es la que hizo Steven Spielberg con Tom Cruise en 2005, que tiene una insuperable primera mitad de muy alto octanaje (disponible en Flow y en Claro Video).

Un mundo feliz

La corporación Nbcuniversal lanzó hace pocas semanas un servicio de streaming gratuito llamado Peacock y esta nueva adaptación del clásico de Aldous Huxley fue su principal anzuelo para captar suscriptores. La obra de Huxley, escrita en 1932, es una de las más célebres distopías. Siguiendo de cerca la novela Nosotros, publicada en 1924 por el ruso Yevgueni Zamiatin, imaginó el futuro como una sociedad de control férreamente estratificada, con ciudadanos que llevan su pertenencia a una clase codificada en los genes. Un ansiolítico llamado Soma regula el estado de ánimo de los adultos, que son como niños malcriados que no toleran ningún tipo de contrariedad.

A este mundo “feliz” llega John, quien fue criado naturalmente en una de las “reservas” de humanos que viven dando la espalda al avance tecnológico y, aunque conoce de memoria todas las obras de Shakespeare, es considerado un salvaje. La adaptación, encabezada por el guionista de cómics Grant Morrison y el director Brian Taylor (ambos colaboraron previamente en Happy!), es razonablemente fiel al original y agrega una bienvenida dosis de ironía: la reserva natural del libro, por ejemplo, es aquí un parque temático en el que los visitantes tienen la experiencia de participar del salvajismo capitalista de un Black Friday. También hay una trama policial y una profusión de orgías que habrán imaginado necesarias para mante

ner el interés de los espectadores a lo largo de nueve episodios protagonizados por el anodino Alden Ehrenreich junto a Harry Lloyd, Jessica Brown Findlay (Downton Abbey) e, inesperadamente, Demi Moore. La serie aún no tiene fecha de estreno en Latinoamérica. Aunque existe una adaptación televisiva de 1980, la mejor alternativa para los ansiosos es la más reciente versión cinematográfica de la novela 1984 de George Orwell, la otra gran distopía del siglo XX, que hizo, precisamente en 1984, el realizador británico Michael Radford, con John Hurt y Richard Burton (disponible en Google Play).

Duna

Duna es una de las sagas más celebradas del género. Inspirada por un artículo periodístico que el autor Frank Herbert escribió acerca de las dunas de Oregon, la novela original, publicada en 1965, transcurre en un futuro lejano en el que la humanidad se expandió por toda la galaxia. La trama se centra en la disputa política de múltiples “casas” o clanes por el planeta Arrakis, un mundo desértico solo poblado por los misteriosos Fremen (basados en los Tuareg) y por gigantescos gusanos que habitan en la arena y generan la “especie Melange”, un narcótico que expande la conciencia y es el producto más valioso del universo.

Herbert escribió una historia compleja, que conjuga política, ecología y drogas alucinógenas y que encontró lectores ávidos en la generación hippie. La nueva versión encargada al realizador Denis Villeneuve (La llegada, Blade Runner

2049) es una de las películas más esperadas del año. Aunque la fotografía principal concluyó en agosto de 2019, el rodaje de otras unidades debió interrumpirse por la pandemia. Sin embargo, al momento, la fecha de estreno se mantiene para el fin de este año. La película, que será estrenada en dos partes, tiene un elenco acorde la escala de la producción: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Jason Momoa, Josh Brolin, Oscar Isaac, Stellan Skargard, Javier Bardem, Dave Bautista y Charlotte Rampling.

En 2000, el canal Syfy estrenó una miniserie de cinco horas basada en el libro y protagonizada por Alec Newman, William Hurt y Giancarlo Giannini y luego otra basada en

Hijos de Dune, la segunda novela del ciclo. La versión que vale la pena revisar es la muy menospreciada que hizo David Lynch en 1984 (disponible en Amazon Prime Video y Movistar Play). Aunque sus detractores señalen que Lynch puso una narración en off para contar todo lo que no filmó y que aun así la historia es incomprensible, hay que reconocer que la película tiene escenarios exuberantes, una muy imaginativa construcción de mundos y algunos de los villanos más extravagantes de la carrera de realizador. Y también está Sting, que suma para un lado u otro de acuerdo a la estima en que se lo tenga.

Fundación

La célebre novela de Isaac Asimov, la primera de una saga, es una anomalía: es de los pocos relatos canónicos de la ciencia ficción que nunca antes había sido adaptado para la pantalla. La razón es que, en este texto iniciado en 1942, Asimov manifiestamente tomó distancia de las historias dominantes en la época, de aventureros que enfrentaban monstruos especiales para rescatar a mujeres en peligro, e intentó refundar el género como una literatura de ideas asentada en la ciencia y la razón (tal era el proyecto de su editor, el legendario John W. Campbell).

Claro que justamente esas historias, recargadas de peripecias, son las que mejor funcionan en el cine. En su novela, en cambio, Asimov se ocupa de diagramar, a través de extensos diálogos entre los personajes, una nueva ciencia, la psicohistoria, suerte de combinación de psicología social y estadística, que permite a su protagonista anticipar que su cultura, un imperio que atraviesa galaxias, ingresará, tras un período de esplendor, en una inevitable edad oscura. En la “Fundación” del título está el plan para preservar a la humanidad de ese destino.

Tanto el cine como la TV trataron de adaptar la novela sin demasiado progreso, hasta que finalmente Apple TV anunció que el año que viene estrenará una serie de diez episodios basada en el primero de los volúmenes de la saga. La producción está capitaneada por David S. Goyer (Blade) y protagonizada por Jared Harris y Lee Pace. Al momento, puede verse un trailer que presenta a Fundación como lo que no es: una aventura espacial bélica al modo de

La guerra de las galaxias. Sin embargo, la saga de Luke Skywalker es lo más cercano a una versión de este libro, ya que notoriamente Lucas tomó varios de sus conceptos para construir su propio imperio galáctico (y personal, claro) y a algunos de sus personajes (El Mulo, un mutante que aparece en el segundo volumen de la saga de Asimov ,tiene habilidades mentales muy similares a las de los Jedi).

Una alternativa más cercana a la literatura del prolífico autor nacido en Rusia es la adaptación de elementos de varios de sus cuentos en el film Yo, robot dirigido por Alex Proyas con Will Smith (disponible en Claro Video), dado que se supone que ese libro de relatos transcurre (aunque mucho tiempo antes) en el mismo universo ficcional que Fundación.

El problema de los 3 cuerpos

Esta saga, cuyo título general es El recuerdo del pasado de la Tierra, empezó a publicarse en China en 2006, y puede ser considerada un clásico contemporáneo. Escrita por el ingeniero hidráulico Cixin Liu en sus horas libres, su volumen inicial, El problema de los tres cuerpos, se convirtió en la primera novela de ciencia ficción traducida al inglés que ganó un premio Hugo. Al momento, la saga vendió más de diez millones de ejemplares en todo el mundo y es el mayor éxito editorial originado en China.

A lo largo de tres extensos libros, Liu cuenta la historia de una invasión alienígena a nuestro planeta, cuyo origen puede rastrearse en la era de la Revolución Cultural, cuando una astrofísica que presenció el asesinato de su padre a manos de la Guardia Roja de Mao Zedong encuentra la forma de comunicarse con una civilización extraterrestre y envía un mensaje de desesperanza a las estrellas. En el presente, la muerte varios científicos parece vinculada a un videojuego llamado Los Tres Cuerpos, que presenta a una civilización que habita en un complejo sistema de tres soles que amenazan con destruir su mundo. Pronto descubrimos que hay un vínculo entre este juego y la lenta marcha hacia la Tierra de una fuerza invasora iniciada por el mensaje enviado décadas atrás.

Existió un intento de adaptación de la novela al cine que quedó trunco, acaso por la extensión y complejidad del texto. Insólitamente, esta saga espacial que abarca medio siglo de historia pudo ser adaptada para el teatro, en un espectáculo multimedia estrenado en China en 2016.

Finalmente, la novela llegará a la televisión en 2021 bajo la forma de una serie animada de Bilibili, el mayor estudio de animé de China, que ya presentó un trailer que puede verse online. Mientras esperamos esta adaptación, Netflix nos ofrece

La tierra errante, superproducción basada en un cuento de Liu acerca de un plan extremo para salvar a nuestro planeta de la destrucción, que fue la segunda película más vista en la historia de China, aunque entre nosotros pasó casi desapercibida.

Fuente: Hernán Ferreirós, La Nación