La historia oculta de Locomía: el encuentro con Freddie Mercury, la homosexualidad y las sospechas por narcotráfico

MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES Y LOS VIDEOS. El conjunto español que irrumpió en la discoteca Ku de Ibiza deslumbró por sus diseños y sus coreografías con abanicos.

La historia del grupo Locomía responde a todos los clichés de la industria de la música: un grupo de jóvenes, una idea original, una carrera a toda velocidad rumbo a la cima, rumores, polémicas, problemas con su mánager y la inevitable y estrepitosa caída. Pero no al olvido, en este caso. El conjunto español que irrumpió en la discoteca Ku de Ibiza con sus hombreras, zapatos de punta y unas alucinantes coreografías con abanicos todavía en este 2020 azotado por una pandemia se mantiene en el recuerdo de los fiesteros y las fiesteras de la década del 90′ e intenta resurgir con una nueva formación.

La mejor manera de empezar a desandar el camino de Locomía es con una anécdota imperdible y oculta con el líder de la banda británica Queen, Freddie Mercury. Cuenta la leyenda que el 5 de septiembre de 1987 se realizó la fiesta más grande e inolvidable de la historia de Ibiza: acudieron más de 500 invitados, que llegaron de todas las partes del mundo y en los festejos se acabaron con el suministro de champagne y cocaína de la isla.

El organizador era Freddie Mercury. Sus fiestas se habían convertido en un mito con drogas, sexo o travestis. Buena mercadería para la prensa sensacionalista británica que perseguía al cantante con paparazzis alrededor del planeta. Y Mercury siempre cumplía con la expectativa, sin embargo esta fiesta era distinta a otras que había organizado: celebraba su cumpleaños 41 y desde hacía unos días había recibido la noticia que más lo atemorizaba: el HIV estaba avanzando y su final era solo cuestión de tiempo.

La mayoría de los eventos tuvieron lugar en el hotel Pike’s, que todavía celebra cada 5 de septiembre el cumpleaños de Mercury, pero después de vaciar 350 botellas de Moët Chandon y reventar 200 vasos contra las paredes del hotel, la fiesta se trasladó a la discoteca Ku (hoy Privilege), la más grande del mundo al aire libre.

En una de las barras de Ku bailaban Xavier Font y su cuerpo de baile de gogós compuesto por otros 15 miembros. A Xavier, líder de la compañía, bailarín, coreógrafo y diseñador de moda, le habían advertido que Freddie Mercury y su troupe estaban en camino para celebrar el cumpleaños del mítico cantante de Queen. «Yo tenía 24 años y tampoco sabía muy bien quién era Freddie Mercury… esta es la primera vez en mi vida en la que lo admito», declaró Font años más tarde.

Xavier Font, creador de Locomía.

Xavier Font, creador de Locomía.

«Sé que nos limitamos a hacer un par de bailes a su lado, para las fotos, y, como no sabía qué regalarle, le di un par de zapatos de punta, de los que diseñaba yo», contó Font, que además de los bailes en Ku tenía una pequeña tienda de moda y una peluquería. «Al día siguiente, con toda la resaca, se presentó Freddie Mercury en la tienda, y se llevó dos chaquetitas por un valor de 2.200 dólaresAdemás, me dijo que le habían gustado mucho mis zapatos, que los iba a usar», dijo el artista catalán que ya maniobraba con agilidad los abanicos. El británico cumplió sus palabras, y cuatro años después los usó públicamente en el video de la canción «I’m going slightly mad», uno de los últimos que grabó antes de morir el 24 de noviembre de 1991.

Los zapatos de punta diseñados por Font en los pies de Freddie Mercury.

Los zapatos de punta diseñados por Font en los pies de Freddie Mercury.

«Lo vi por casualidad en YouTube hace poco. Si lo piensas, es increíble que un monstruo como Freddie Mercury llevase en su último videoclip un pedazo de Locomía… todo un honor», dijo el creador de Locomía. Para esa altura, Xavier Font ya había fundado al grupo, aunque todavía no se había dado cuenta del potencial que tenía la marca Locomía.

Lo inicios de Locomía

Xavier Font, Carlos Armas, Manolo Arjona y Santos Blanco.

Xavier Font, Carlos Armas, Manolo Arjona y Santos Blanco.

En el inicio de la década del 80, Font había llegado a Ibiza siendo un incomprendido en Barcelona. Sus diseños no cuadraban con la moda que se imponía en la capital catalana, sin embargo, en la isla, las hombreras, los abanicos y zapatos de pico rápidamente se convirtieron en furor y la discoteca Ku le echó el ojo. Font armó la compañía de baile con sus amigos y el grupo llegó a tener 16 integrantes que vivían en comunidad en una quinta enorme.

Uno de los miembros de la comunidad, el holandés Gard Passchier, fue el creador del nombre: «A Gard le preguntaron por qué llevábamos esos abanicos tan grandes y él quiso responder que era ‘una locura mía’, pero como no dominaba la gramática española, dijo que era una ‘locomía’. A todos nos encantó el nombre», reveló Font años más tarde.

Cuando Mercury y sus amigos llegaron a la isla, Locomía era el principal espectáculo de la discoteca más convocante. Un éxito. Y como todo éxito, los productores musicales y los sellos discográficos no tardaron en llegar.

https://www.youtube.com/watch?v=4Ne_APscmDM

El contrato comercial

A los Locomía les prendieron fuego la casa. Se cree que otros bailarines que quedaron relegados y opacados por la admiración que despertaban los vuelos de los abanicos quisieron vengarse de Font y sus amigos, sin embargo, el incidente les dio más reconocimiento. Y enseguida recibieron una jugosa oferta de 100.000 dólares de un empresario japonés para inaugurar una galería.

Se volvieron tendencia y atraído por el aroma del éxito desembarcó en Ibiza el productor musical José Luis Gil, que había llevado al estrellato a figuras como Raffaella Carrá, José Luis Perales y Miguel Bosé. Gil se tomó una copa en Ku y quedó maravillado por la performance de Locomía. Al día siguiente estaba en la peluquería de Font: «Tenéis una imagen muy fuerte y un estilo provocativo. Si supierais cantar, se podría estudiar lanzaros como grupo musical».

Xavier Font (izquierda), creador de Locomía, en la disco Ku de Ibiza.

Xavier Font (izquierda), creador de Locomía, en la disco Ku de Ibiza.

Desde​ inicio hubo problemas con Gil. En primer lugar, ninguno de los miembros de la compañía sabía cantar; y en segundo, había lugar para cuatro integrantes, el resto se iba a quedar afuera. Gil descartó a los «bajos y feos» , e impulsó a los Locomía al reconocimiento internacional con la formación original: Xavier Font, su hermano Luis, Carlos Armas y Manolo Arjona. El quinto elemento de la banda era Lurdes Iríbar, una diseñadora vasca que se compartía estilo con Font y quien se había convertido en «la madre» del grupo en la casa en la que todos vivían, antes de sufrir el atentado.

El tabú de la homosexualidad

Una de las primera presentaciones en televisión -gestionada por Lurdes Iríbar- fue actuando en los mismos escenarios que Pet Shop Boys y Duran Duran, dos grupos que José Luis Gil asociaba «a la cultura gay». Pero el productor decidió que no quería que la banda fuera encasillada en la homosexualidad: «La ambigüedad es comercial; lo definido, sea lo que fuere, limita y reduce el público», se había justificado.

Pero Font se negaba a ocultar su orientación sexual: «A mí me preguntaba un periodista que si tenía novia y yo le decía que sí, que tenía un novio guapísimo, y de golpe tuvimos que dejar de expresarnos con libertad y escondernos, ser ambiguos todo el tiempo. Nos prohibió ser gay, igual que hizo con Miguel Bosé«.

«Era una tontería ocultarlo, era muy obvio cuando íbamos con los abanicos por la calle que eran todos gay, pero Gil se lo tomó muy en serio, era una persona autoritaria», contó Iríbar años más tarde.

La fama internacional, las disputas y la caída

Gil fue quien produjo las canciones que lanzaron a la fama a Locomía: «Rumba, samba, mambo»«Taiyo» y «Locomía», una tríada que los llevó a la fama definitiva en las discotecas y radios. Ya en el primer semestre de 1989, su primer disco estaba en todas las tiendas de música. Y en 1992 recalaron en el Festival de Viña del Mar convertidos en un fenómeno de masas. Pero ya no eran los mismos…

Font decidió dejar el grupo. Tenía diferencias irreconciliables con el mánager: «Gil era uno de los mejores mánagers de España, de eso no cabe duda, pero a mí me quitó la ilusión. Perdí mi derecho a comportarme como lo que soy, una persona gay, dejé de poder llevar mis trajes por la calle, porque me paraban constantemente… y tampoco pude refugiarme en la creación de nuevos diseños, porque Gil nos impuso ir cada uno de un color y con el mismo traje todo un año».

La formación más famosa, con el Rubio Santos Blanco López y Francesc Picas (rojo).

La formación más famosa, con el Rubio Santos Blanco López y Francesc Picas (rojo).

La gira por Latinoamérica los consagró en la región con picos de rating en los programas de Marcelo Tinelli y Susana Giménez, más la estelar performance en Viña del Mar. En Chile, la formación contaba con Francesc Picas y Santos Blanco López –el Rubio- en lugar de los Font. 

Sin embargo, con el tiempo, Font regresó al grupo para sacarle la máscara a Gil: el productor planeaba mudar a Locomía a Miami para expandirse en el mercado latino en Estados Unidos, pero Font descubrió que Gil había cobrado unos 600.000 dólares como adelanto del próximo disco sin contarles a los miembros de la banda. La situación era complicada: Font era dueño de la marca Locomía, pero Gil era propietario de las canciones, las cuales podía explotar por dos años antes que venciera el contrato.

Font despidió a Gil y existieron dos Locomía: una liderada por Font —sin derecho a interpretar las canciones— y otra con nuevos integrantes al mando de Gil. Mientras el fundador del grupo se preocupó de difundir que los otros no eran los reales, el productor contactó a empresarios para que no contrataran a Locomía. Ambos fracasaron.

Drogas, problemas y muerte

En 2009, Font fue detenido por la Guardia Civil española acusado de introducir, distribuir y vender éxtasis, viagra falsificada y popper. El operativo se llamó «Abanico» y se inició cuando los investigadores descubrieron que a través de la página web de un sex shop virtual se ofertaba el inhalante denominado popper. Si bien el propietario de la web era de Alicante, Font desde Barcelona habría trabajado en la organización y después de un allanamiento descubrieron drogas en su casa. Finalmente quedó implicado, aunque poco se sabe de esa causa en la actualidad.

Los miembros de Locomía en la actualidad: Picas, Armas, Font y Arjona.

Los miembros de Locomía en la actualidad: Picas, Armas, Font y Arjona.

El 14 de junio de 2018, Locomía volvió a escena pero por culpa de la tragedia: a los 46 años, Santos Blanco murió en Gijón. El Rubio apareció muerto en un albergue para indigentes. Según trascendió, Santos trabajaba allí, y fue la vestuarista Lurdes Iríbar quien explicó: «Yo con Santos no tenía contacto desde hace años porque ingresó en un convento y estaba un poco alejado. Apareció en el albergue no porque estuviera en la calle, sino porque era enfermero».

Un mes después, el 16 de julio, Frank Romero, integrante de una segunda etapa de Locomía (estuvo en el disco Party Time de 1992) también falleció a la misma edad, 46 años. Una bacteria habría sido la causa de su muerte, pero no se conocieron más detalles.

En la actualidad, Font sigue intentando relanzar la marca Locomía, aunque no con demasiado éxito. En tanto, Arjona siguió su carrera como bailarín, Carlos Armas estudió administración de empresas y se dedicó al negocio de su familia y Francesc Picas estudió psicología y tras terminar la carrera se dedicó a la poesía y a escribir novelas: tiene un contrato con la editorial Planeta.

Fuente: Clarín