AADET es una asociación civil, mutual y gremial de carácter nacional. Es la cámara artística más antigua del país, fundada en 1918. Hoy la integran más de 170 empresarios del teatro y la música del circuito comercial que trabajan creando, produciendo, gestionando y comercializando espectáculos en vivo. Blutrach es el actual presidente, y su extensa carrera lo premió en su cargo: Es Productor de teatro y Gestor Cultural. Comenzó su carrera laboral en España para instalarse en Argentina en 1997, donde logró producir numerosos espectáculos tanto del circuito comercial como independiente.
Sebastián, ¿Cuál es tu lectura sobre el presente teatral actual en este contexto?
-Es diverso. Creo que en lo que podríamos hablar de teatro lo podemos separar en diferentes circuitos y cada circuito tiene una movida distinta, más allá del entrecruzamiento, ¿no?. El teatro público está en un momento de crisis en el sentido de que el San Martín está en una de sus peores épocas en cuanto a su capacidad de producción, muy limitado, intentando, pero con muy pocos recursos y empezando a trabajar con un sistema mixto con las empresas privadas. A veces de eso salen buenos resultados, pero hay una limitación presupuestaria, sin lugar a dudas. El Cervantes es mucho más complejo aún, con un gobierno que no le interesa a la cultura y por lo tanto, más allá de no cerrar los espacios autárquicos, los va a desfinanciar o busca desfinanciarlos y tienen algunas reacciones al respecto. El teatro comercial creo que está en un momento no de crisis de espectadores, pero sí de crisis de calidad. Creo que hace tiempo ha habido una popularización de los contenidos del teatro comercial con un trazo grueso en la mayoría de las propuestas y con una pérdida de calidad, salvo con raras excepciones. Eso no quiere decir que haya perdido público porque creo que en esa pérdida de la batalla cultural el público acepta el trazo grueso, por lo menos en lo que es medidas populares y de respuesta de público. Sigue habiendo, por supuesto, perlas de calidad porque hay un nivel y un talento muy grande. Y el teatro independiente siempre es el más potente en cuanto a la creación: Ante la crisis de las salas independientes que cada vez les cuesta más sostenerse y que sigue siempre teniendo una gran empuje con creadores muy fuertes y con espacios rebeldes que siguen generando contenido. Él teatro, por supuesto que sigue vivo, sigue siendo un espacio de referencia, de rebeldía, de pensamiento y creo que el teatro argentino está fuerte como siempre.
Si tuvieras que definir lo que implica ser un trabajador teatral en Argentina, ¿Cuál es el significado que le darías en el diccionario?
-Mira, yo creo que hay una palabra que usamos a veces tanto para definir lo que es ser empresario teatral, pero sirve para el trabajador teatral en general, que significa ser teatrista. Ser teatrista es una diferencia importante respecto de ser empresario, de ser actor o de ser eso. Cuando uno trabaja en teatro, hay una reflexión que atraviesa nuestra manera de vivir y donde uno toma riesgos económicos cuando produce que no los tomaría en otra actividad porque tenés una pasión, un amor, no hay cuentas frías muchas veces y hay quienes trabajan en horas de ensayos no pagas muchas veces. En eso de la creación y de lo que sucede en el teatro es difícil ponerlo en términos de trabajador de teatro. Pero a su vez, somos trabajadores, vivimos de lo que hacemos, es un desafío que se ha tomado hacia afuera de esa manera y no como un hobby. El trabajo profesional existe, demanda mucha preparación y muy pocos son buenos en sus especificidades y bueno, es un trabajo maravilloso que cuando uno consigue llevarlo adelante y a la vez poder vivir de él es de una satisfacción enorme.
-Sobre tu presidencia en AADET, una cámara tan importante en la historia cultural de nuestro país, ¿Qué desafíos representa y cuáles son tus expectativas a largo plazo?
-Lo primero: es un honor porque me eligen mis colegas para que los represente. Segundo, es un desafío porque es una Cámara Empresarial con todo lo que significa en la Argentina el término empresario en cuanto a desvalorización. Y nosotros tenemos un compromiso, es una Cámara, como digo yo, atendida por sus dueños, donde los propios productores y dueños de sala entablamos las conversaciones tanto con los gremios como con los funcionarios de turno. Hay mucha dedicación horaria, una participación activa dentro del ecosistema. Hemos formado una diplomatura con la UBA, hemos armado el PREMIO ARTEI con el Teatro independiente, hemos armado el concurso Contar para promover autores nacionales en la calle corrientes. AADET tiene que ver con políticas de gestión cultural y de mejorar el sector. Somos un referente dentro del sector creíble, confiable y con mucha ascendencia sobre el resto de todo ese mundo teatrero. En la Argentina, así que lo primero es un orgullo ser presidente de AADET, lo segundo es una responsabilidad y lo tercero es seguir construyendo el espacio teatral como un espacio distinto, modelo, donde los sindicatos y la parte empresarial puedan entenderse, puedan trabajar para hacer crecer nuestra actividad, para que sea un espacio de convivencia armonioso, de desarrollo para todas las partes. Hay muchos desafíos, creo que los conseguimos en general y creo que trabajamos muchísimo para que eso suceda. Obviamente no lo hago yo como presidente, lo hago yo con una comisión directiva comprometida, con gente del interior, con dueños de sala y empresarios muy reconocidos. Y el desafío es seguir construyendo, manteniendo lo que ya tenemos y seguir siendo una referencia dentro del sector para tener un ámbito teatral cada vez mejor, donde podamos realizar nuestra actividad y cuidar nuestros intereses de la mejor manera.
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Antonella Piersanti es Locutora Nacional, Actriz y Prof. de Artes en Teatro. Es conductora de TV & Radio.