«Umbral»: La obra de siete muralistas argentinos se expone en el Museo Caraffa de Córdoba

Una exhibición de siete artistas que provienen del muralismo y cuyas obras operan como señalamientos sobre determinados límites y sus posibilidades de expandirlos como el cuerpo, el territorio, la cultura heredada, la historia y la obra como laboratorio constante, se inaugura este 19 de marzo en el Museo Emilio Caraffa, de la ciudad de Córdoba.

La muestra, que ya se presentó en el Espacio Le Parc de Mendoza y en Marco Arte Foco de Buenos Aires, luego continuará su itinerancia por distintos espacios del país.

La artista Florencia Duran (Fitz) presenta el cuerpo femenino en tres momentos, donde la mirada que nos guía es la de las propias mujeres en sus rituales cotidianos de placer, autoconocimiento y conexión afectiva. En el centro de cada una de las habitaciones donde se encuentran las retratadas hay una ventana abierta de par en par, allí se arma una escena de cuerpos semidesnudos, entra la luz y el aire, explica el curador Lucas Marín.

Martín Florio (Mart Aire) empleó durante más de doce años su alias Aire con el que firmó decenas de muros. Hay todo un desarrollo plástico del graffiti que va convirtiendo la firma en una gestualidad particular, en este caso se fue tornando cada vez más abstracta y etérea.

El territorio argentino también es un espacio en construcción de algún tipo de identidad (o de entidad), siempre trastocada, donde extrañamente todo parece comenzar desde cero. Esto es lo que queda reflejado en la obra de Franco Fasoli llamada «La independencia postergada», referencia a un monumento previsto para los festejos del Centenario para emplazarse en Plaza de Mayo, Buenos Aires, Argentina, y que nunca se realizó, señala Marín.

En su pintura-collage el monumento se torna fantasmal, como el eco de un ideal incumplido. Parece erigido en un limbo, realizado en tres fragmentos que le otorgan además un matiz frágil, ha perdido su color y la precisión de sus formas. Como una metáfora de nuestro país, el monumento es una promesa que se desvanece.

Llega “Umbral”, una muestra que reúne a muralistas latinoamericanos

«De América son las mujeres» reúne retratos de Paula Tikay, que retrata a mujeres luchadoras que fueron perseguidas o asesinadas, y forman un archivo sensible que construye otra memoria.

La obra de Sebastián Daels (Tatu) trata de otra frontera relacionada con lo animal y lo humano. En una de sus obras se ve a un yaguareté que se acerca a una plantación de zapallos que da cuenta de un hábitat humano. «Esta simple escena genera toda una serie de preguntas en torno a la vida del planeta y sobre la distancia que hemos construido entre nuestra especie y las otras» indica Marín.

En las pinturas de Milu Correch, grupos de mujeres están dispuestas a derribar la estructura de pensamiento que creó las fronteras, las banderas, las guerras. Con sus pasamontañas de guerrilla post punk se preparan para la lucha, en una complicidad que solo ellas comprenden.

En la obra de Julián Manzelli (Chu) sus objetos no tienen un referente determinado y se mantienen en una instancia intermedia entre el diseño, la escultura y el objeto, abriendo lecturas que van desde lo científico (por momentos la ciencia ficción) hasta el mundo de los juguetes.

El Museo Caraffa está ubicado en avenida Poeta Lugones 411, de la capital cordobesa.

Bio de los artistas y obras expuestas en la muestra

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Franco Fasoli (Buenos Aires, 1981). A mediados de los años noventa empezó a graffitear las calles bajo el seudónimo de Jaz. Se formó en la Escuela Nacional de Cerámica y en la carrera de Escenografía en el Instituto Superior del Teatro Colón. Asistió a clínicas de obra con José Marchi y Diana Aisenberg. Experimentó con técnicas y materiales alternativos en murales de grandes dimensiones. Participó en festivales de muralismo y Street Art en más de treinta ciudades del mundo. Vive y trabaja en Barcelona.
En la muestra presenta una serie de cerámicas y La independencia postergada (técnica mixta sobre tela), obra que alude a un monumento previsto para los festejos del Centenario que se emplazaría en Plaza de Mayo y que nunca se realizó. “En su pintura- collage el monumento se torna
fantasmal, como el eco de un ideal incumplido. Parece erigido en un limbo, realizado en tres fragmentos que le otorgan además un matiz frágil, ha perdido su color y la precisión
de sus formas. Como una metáfora de nuestro país, el monumento es una promesa que se desvanece”, escribe Marín.

Sebastián Daels (Buenos Aires, 1984). Conocido como Tatu, considera que el arte es un motor de transformación social y una herramienta potente para generar vínculos. Fue guardaparque y pintó murales en distintas provincias de nuestro país. Participó en distintos talleres de dibujo y pintura, trabajó como escenógrafo y asistiendo a otros artistas. Hoy, explora el mundo de la ilustración.
“En una de las obras expuestas en la muestra vemos a un yaguareté que se acerca a una plantación de zapallos que da cuenta de un hábitat humano. Esta simple escena genera toda una serie de preguntas en torno a la vida del planeta y sobre la distancia que hemos construido entre nuestra especie y las otras. Tatu fue guardaparques en Misiones, Argentina, y conoce nuestra fauna autóctona. Su pintura revela ese interés y tiene la espesura de aquellos paisajes. Sus planos de color y trazos conforman una trama de generosa exuberancia donde el límite entre lo pictórico y lo gráfico se confunden, como se camuflan los animales en la fronda”, dice Marín.

Obras Milu Correch


Milagros Correch (Milu) nació en Buenos Aires, en 1991. Es una de las grandes exponentes del muralismo, reconocida por sus magníficas obras a gran escala en Argentina, Escocia, Noruega, Italia, Bulgaria, Finlandia, Suecia, Bélgica, España y Holanda, entre otros sitios. Su mural en Quilmes fue reconocido en 2017 como uno de los siete mejores murales del mundo por el sitio especializado Street Art Today de Holanda. Su obra une figuras mitológicas y antropomórficas, en las que se fusionan iconografía de América Latina y personajes mitológicos.
De Milu Correch se exponen diez pinturas (en acrílico sobre papel) vinculadas a los últimos murales que realizó. “Aquella estructura de pensamiento que inventó las fronteras, las banderas, las guerras, merece ser derribada. Así se trasluce en las pinturas de Milu Correch, sus grupos de mujeres están dispuestas a hacerlo, a quemar la tradición. Con sus pasamontañas de guerrilla post punk se preparan para la lucha, en una complicidad que solo ellas comprenden. El fuego, que en épocas del medioevo quemaba a las llamadas brujas, es apropiado por algunas de estas jóvenes, en antorchas que incendiarán las antiguas leyes y alumbrarán un nuevo paradigma”, escribe el curador.

Florencia Durán (Fitz) nació en Montevideo, en 1986. En 2011 conformó con Camilo Núñez, el dúo Colectivo licuado, con el que viajan todos los años (durante seis meses) por Europa, América y Asia para desplegar su arte urbano. Desde 2017, Fitz desarrolla su obra personal en papel, lienzo y collage, donde pone en primer plano su condición de mujer. En 2019 hizo su primera muestra individual en SOA, arte contemporáneo (Uruguay).
“Florencia Duran (Fitz) presenta el cuerpo femenino en tres momentos, donde la mirada que nos guía es la de las propias mujeres en sus rituales cotidianos de placer, autoconocimiento y conexión afectiva. En el centro de cada una de las habitaciones donde
se encuentran las retratadas hay una ventana abierta de par en par, allí se arma una escena de cuerpos semidesnudos, entra la luz y el aire. El cuerpo crea otras perspectivas para sí, donde lo erótico fluye, más allá de la mirada de los otros. La intimidad mostrada aquí se torna un gesto de posicionamiento, una refundación del territorio del cuerpo”, dice Marín.

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Julián Manzelli (Chu) (Buenos Aires, 1974) es artista, diseñador y director de animación; explora diferentes formatos, técnicas y medios. En 1998 formó Doma, un colectivo multidisciplinario de experimentación artística. Este colectivo, cuya cantidad de integrantes fue fluctuando, ganó el certamen Curriculum Cero de la galería Ruth Benzacar y su muestra Naturaleza muerta (Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, 2018) fue visitada por más de 70 mil personas. Además, exhibió sus obras e instalaciones urbanas en distintos sitios del mundo y una de sus piezas integra la colección del MoMA de Nueva York. Con el grupo, Chu se inició en el arte urbano (con trabajos en gran formato, con sello de la abstracción geométrica, en distintos países). Chu se especializa en la dirección de animación, en instalaciones y en el diseño y creación de objetos y muñecos.
“La obra es el laboratorio de esa exploración permanente de un entre-medio, de un intersticio siempre nuevo entre zonas o aspectos que parecían fijos y cerrados. La obra de Julián Manzelli (Chu) refleja este serio juego, donde sus objetos no tienen un referente determinado y se mantienen en una instancia intermedia entre el diseño, la escultura y el objeto, abriendo lecturas que van desde lo científico (por momentos la ciencia ficción) hasta el mundo de los juguetes”, escribe Marín sobre la obra de Chu.

 Paula Tikay

Paula Tikay (Chile, 1987) estudió Bellas Artes en Santiago de Chile. Desde 2011, encontró en las calles un soporte para expresar su arte a través del muralismo. Hoy viaja por América pintando murales que abordan temas vinculados a los pueblos originarios de Latinoamérica y a la mujer, intereses que surgieron en sus viajes y por su ascendencia mapuche (su abuela debió cambiarse de apellido por la persecución que sufrieron los mapuches). Sus murales, serigrafías e ilustraciones ponen el foco en la naturaleza, el conocimiento ancestral y la exploración del universo femenino. Asistió a una escuela mapuche donde aprendió tejido. “Al tejer voy entendiendo muchas cosas del pueblo mapuche: he logrado ordenar los hilos de mi vida, puede sonar poético pero así es. A veces no vemos esas sutilezas que tienen los tejidos: la historia de los pueblos también está en sus textiles. Todos sus pensamientos y símbolos están ahí: las estrellas, los espíritus, la fuerza. Tejiendo he entendido todas estas cosas que también aportan a mi trabajo gráfico”, dijo la artista.

 Paula Tikay


Escribe el curador de la exhibición: “De América son las mujeres retratadas por Paula Tikay. En la serie Mujeres de agua, la artista incluye a mujeres como Macarena Valdes (mapuche, de la región de los Ríos, Chile); Joan Jara (mujer y compañera del cantautor chileno Victor Jara); Marielle Franco (feminista, activista y política brasileña); Lorenza Cayuan (mujer mapuche, Chile); Patricia Gualinga (líder de la comunidad Sarayaku, Ecuador); Nicolasa Quintreman (mujer mapuche de Araucania, Chile); Berta Cáceres (defensora del agua y su territorio en Honduras); Autum Peltier (defensora y protectora del espíritu del agua de las primeras naciones de Ontario, Canadá); Máxima Acuña (peruana, defensora de sus tierras en contra de los desalojos); entre otras. Los retratos de estas mujeres luchadoras que fueron perseguidas o asesinadas, forman un archivo sensible que construye otra memoria”.