«Bebetecas o biblioteca para niños de 0 a 6 años. Introducción a la lectura de la primera infancia»

Que sean un lugar para interactuar para desarrollar y estimular el hábito lector mediante diversas actividades, logrando un desarrollo integral en nuestra niñez, dicen Ana Ester Rossaroli y Patricia Emilia Monsalvo – Por Carlos Marrero, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Desde muy jóvenes trabajamos con niños y estudiando bibliotecología, confirmamos que esa franja etaria, de 0 a 6 años, no está contemplada en una biblioteca para bebés. Con el correr del tiempo y de viajes por el mundo, vimos que en muchísimos países la atención en estos pequeños era puntual. Si bien había artículos que hablaban de bebetecas y su implementación, no lo era en un libro, de allí a escribir éste, que publicó Alfagrama Ediciones, señalan las especialistas.

Consultadas de por qué no existían en nuestro país como proyecto y preocupación de las autoridades gubernamentales, admiten porque eran pocas las que había y en muchas de ellas se trabajaba sin un proyecto determinado en un marco institucional, afirman que el objetivo es que se tome conciencia de que la promoción de la lectura no sólo contribuye a la formación de la personalidad sino también al desarrollo social.

Rossaroli y Monsalvo manifiestan que existen en las librerías o editoriales libros especializados para bebés. Se pueden consultar también en instituciones públicas o privadas y sobre todo en bibliotecas. El profesional bibliotecario tiene las herramientas para saber cuáles son los libros, juguetes didácticos y otros materiales que puedan gustar al pequeño usuario. Todos estos lugares poseen catálogos que envían las editoriales especificando el tipo de libro, confección, edad, etc. también se pueden consultar online. Para cada edad existen libros que se diferencian en confecciones o materiales especiales para distintos ámbitos: de tela, para el agua, gomas, cartones… inclusive combinados.

Las profesionales reflexionan y comentan que en la sociedad en que vivimos es sumamente importante contar con este tipo de biblioteca especializada para lograr mejores ciudadanos, comprometidos con ellos mismos y con el mundo que los rodea. Desde pequeños, al relacionarse con otros niños comienzan a ver sus propias necesidades, aunque no siempre lo expresen. Por ello es urgente mejorar y crear un lugar donde, desde bebés, toda la comunidad pueda acogerlos y hacerlos partícipes de ella.

Nuestro deseo, dicen, es que estas bibliotecas para la primera infancia sean un lugar donde puedan interactuar con los libros para desarrollar y estimular el hábito lector mediante diversas actividades, logrando un desarrollo integral en nuestra niñez. Sin ninguna duda tienen que ser implementados y desarrollados como parte de proyectos sociales del estado. Como expresamos en el libro, que este trabajo sea para todos los niños del mundo que son la esperanza de un futuro mejor, concluyen Ana Rossaroli y Patricia Emilia Monsalvo.

El libro editado en ocho capítulos tiene un apartado de conclusiones, anexo, bibliografía y fotos. También alude al impacto de la lectura desde el punto de vista de la neurociencia en los pequeños lectores y, por supuesto, para hablar de las características que, a juicio de las autoras, deben de tener siempre las obras que se seleccionen para los niños y niñas de ese grupo de edad.

La obra concluye con una completa cronología de la evolución que la educación en la primera infancia tuvo en Argentina, desde el año 1779 hasta nuestros días. En la bibliografía y a lo largo de todo el informe las autoras citan obras y recursos confeccionados por algunas de las más importantes instituciones vinculadas al fomento de la lectura de todo el mundo, entre las que incluyen algunas españolas como la Red de Bibliotecas de A Coruña, la Red de Bibliotecas de la Diputación de Barcelona o la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, entre otras.

Sobre las autoras: 

Ana Ester Rossaroli, es licenciada en Bibliotecología y Documentación por la Universidad Nacional de Mar del Plata y Maestra Normal Nacional. Especialista en literatura infantil. Fue miembro del Congreso Mundial de Bibliotecas e Información de la IFLA (Buenos Aires) y participó coordinando la División III de IFLA, Planeamiento e implementación de la conferencia internacional y preparación de informes para la División de IFLA, Instituciones y Ministerios. En el 2° Congreso Iberoamericano de Bibliotecología (Buenos Aires) coordinó la Sección de Posters y Fotografías. Disertante en CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), dictó cursos, talleres y seminarios varios sobre Bibliotecología y Documentación, literatura infantil y juvenil en Argentina y Latinoamérica en modalidad a distancia y presenciales. La Fundación El Libro en sus dos Ferias la tuvo como especialista y jurado.

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Patricia Emilia Monsalvo, es licenciada en Bibliotecología y Documentación por la Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina) y Master en Gestión de la Documentación Musical por la Universidad Autónoma de Madrid. Las experiencias de trabajo datan desde 1980 hasta 2019. Posee estudios musicales en piano, privados y del Conservatorio de Música Manuel de Falla (Buenos Aires) y trabajó en la Biblioteca especializada en música, del Conservatorio de Música Ástor Piazzolla (Buenos Aires). Colaboró en diversas oportunidades en ABGRA y con ponencias al Congreso Pedagógico Nacional. Redactó trabajos escritos en educación y bibliotecológicos-documentales.

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