Cinco libros para celebrar y recuperar el espíritu de la Navidad a través de la literatura

Con historias que giran alredor de los encuentros familiares, la nieve como un elemento disruptivo de las rutinas y las creencias tradicionales, los libros acompañan y alimentan el clima festivo de los días previos a la Navidad y, así como el cine ha logrado hacer de las películas navideñas un género, la literatura también intenta dejar su huella.

La literatura navideña combina el espíritu de la temporada con elementos románticos y humorísticos. En estas historias, los personajes suelen encontrarse en situaciones festivas como el intercambios de regalos o decorando del árbol y, a medida que se desarrolla la trama, se embarcan en relaciones amorosas que desencadenan momentos cómicos y emotivos.

En esta línea, «Noches blancas»; editado por Nube de Tinta, reúne tres relatos breves escritos por John Green, Maureen Johnson y Lauren Myracle, el «dream team» de los autores más vendidos y aclamados de la literatura juvenil. Allí se cuentan historias sobre una inesperada tormenta de nieve en Nochebuena que traerá el caos, pero también sobre el amor, la magia y las rutinas de los habitantes de una pequeña ciudad.

Publicada como la segunda entrega del último hito literario de cuatro volúmenes de Karl Ove Knausgard, «En invierno», combina lo autobiografico y lo universal, entre toques de humor y reflexiones filosóficas. En este volumen, Knausgard explora temas como la primera nieve de la temporada, los sonidos invernales, los regalos de Navidad, el frio y la figura de Papa Noel.

«El cuento de Navidad de Auggie Wren», publicado por primera vez en 2013, nació una tarde, cuando el mítico autor norteamericano Paul Auster recibió un encargo del New York Times: le pedían que escribiera un cuento navideño. Abrumado por la tarea («¿Qué sabía yo acerca de la Navidad?», se pregunta el autor en la introducción), decidió que la narración huyera de la sensiblería y los lugares comunes asociados a esta época. En busca de inspiración, salió a pasear y llegó al bar de Brooklyn en el que atendía su amigo Auggie Wren; un peculiar fotógrafo que retrataba diariamente la misma esquina del barrio para registrar el paso del tiempo. Fue él quien ofreció al autor esta historia que comienza con el hallazgo casual de una billetera perdida. El relato fue, además, la semilla del guión de la película Smoke.

Otra obra de ficción navideña, transcurre en vísperas de la Nochebuena de 2014, cuando luego de un perturbador reencuentro con su padre, el protagonista de la novela «Los peregrinos del fin del mundo», de Gustavo Ferreyra, se va de retiro a las sierras cordobesas junto con una extraña cofradía católica encolumnada detrás de la figura de San Juan Evangelista.

Liderados por Horacio, un hombre misterioso que dice ser amigo del Papa Francisco, los peregrinos atraviesan durante tres días paisajes reconocibles pero registrados por el autor como fantasmagóricos mientras indagan en el significado de la fe.

En tanto, la novela «Encrucijadas», del autor estadounidense Jonathan Franzen, cuenta que en vísperas de la Navidad del año 1971, en Chicago, se anuncia un temporal. En este libro extenso, de casi 600 páginas, Franzen aborda la historia de Russ, el líder de la familia y pastor asistente en una iglesia de Chicago, quien se encuentra al borde de abandonar un matrimonio que considera triste y agotado. Sin embargo, este anhelo de libertad podría verse arruinado si Marion, su esposa brillante pero inestable, toma la iniciativa primero. En forma paralela, el autor cuenta la historia de otro clan. Aunque siguen caminos muy diferentes, los Hildebrandt comparten el deseo de alcanzar la libertad, un anhelo que se ve amenazado por todo tipo de complicaciones.

Uno de los desafíos literarios que se propuso el autor al escribir esta obra fue narrar casi toda la acción en un solo día: el 23 de diciembre de 1971, día para el que en Chicago se anuncia una gran nevada y, además, contar cómo funciona la lógica de una familia inmersa en una religión, un aspecto en el que el escritor -que siempre ha narrado historias sobre familias, matrimonios e hijos- nunca se había adentrado.