Eduardo Sacheri, con la novela que le faltaba sobre Malvinas: “Lo que sembró Galtieri, lo cosechó Thatcher”

En marzo, el escritor había publicado “Demasiado lejos”, con la experiencia de la guerra que tuvieron los que no fueron. Ahora, en “Qué quedará de nosotros”, va a las islas.

“Al principio, en el año 82, 83, por fuera de la experiencia de los soldados, de los caídos y de sus familias, la sensación era que no quedaba nada, que la Guerra de Malvinas estaba encapsulada como una experiencia traumática del final de la dictadura”. Eduardo Sacheri habla suave, tranquilo, sin énfasis, en las oficinas de Penguin Random House, la editorial que acaba de publicar Qué quedará de nosotros, su nueva novela que es, de algún modo, una parte de su novela anterior: ya está en librerías y saldrá en digital el próximo jueves 6.

Para entender: en marzo, el autor publicó Demasiado lejos, una novela sobre la Guerra de Malvinas que mostraba cómo habían vivido el conflicto quienes se quedaron en el continente, quienes siguieron las especulaciones y las batallas por los rumores y por los medios, viviendo todavía bajo la dictadura militar.

En ese momento, Sacheri ya contó que, en realidad, esa novela tenía otra parte, la de los soldados. Pero era demasiado para ponerlo todo junto en un solo libro y había decidido separar las perspectivas, las historias. Que ya llegaría la novela de lo que pasó en las Islas. Y acá está. Y acá está Sacheri, tranquilo, en la editorial, para hablar de ella.

Están prácticamente los mismos personajes: los tres amigos a los que llaman “El trío Los Panchos”, el oscuro coronel Camargo, un teniente, Quinteros, que le va a poner inteligencia y valor a la pelea. Una novia en Buenos Aires. Y así.El cementerio de Darwin, enEl cementerio de Darwin, en Malvinas. @PlanetaJuan/YouTube

¿Qué quedó, entonces, de esos soldados, de su lucha? En la novela uno de ellos se lo pregunta explícitamente. En la editorial, el autor dirá lo del principio: que parecía que nada. Pero..

-Me parece que eso hizo eclosión después. O eclosiones diferentes. Hay muchas miradas hasta contradictorias sobre la experiencia de la guerra por parte de sus protagonistas. Si vos hablás con veteranos o ves reportajes a veteranos… ¿cómo prefieren evocarse ellos mismos? Son recontradiversos. Y eso me parece que sigue. Mis novelas no tienen otro objeto que ser un estímulo más para seguir pensando en algo que creo que es fuerte.

-¿Cómo llegaste a la pregunta del título?

-Siento que es una pregunta que siempre es válida para cualquier vida. ¿Qué dejamos? ¿Qué queda de nosotros en los demás? Pero más en una situación tan trágica, tan definida y tan repentina. Porque esos tipos, tres meses antes tienen otra vida. Todos. Aun el militar, como ese teniente, también tiene otra vida. Ni hablar los colimbas. Entonces, de repente, que a vos se te pida semejante sacrificio, ni más ni menos que tu propia existencia, en aras de una causa… Me parece que es muy legítimo decir: Che, ¿se van a acordar? ¿Tiene sentido esto que estamos haciendo?Qué quedará de nosotros. LaQué quedará de nosotros. La novela de Eduardo Sacheri que espeja su libro anterior sobre Malvinas.

-Pero vos sabés la respuesta.

-Creo que hay tantas respuestas como argentinos evocando Malvinas, evocando la guerra de Malvinas. Si en cualquier tema yo siento que las aproximaciones de las personas son múltiples, en esto de la guerra de Malvinas más todavía. No hay un modo de reflejar todos los matices de la guerra de ninguna manera. La idea es dejarte a vos, que estás leyendo, con esa pregunta: ¿!ué quedó de ellos?

-¿Y para vos qué quedó?

-Para mí quedan cosas. Y, como en todas las memorias colectivas, van mutando también esa memoria y esos significados.

-Se generó polémica cuando presentaste Demasiado lejos y dijiste que había poca ficción sobre Malvinas…

-Yo puedo hacerme cargo de sentir que hay poco. Nunca dije que no había nada. Dije que hay poco, lo que por supuesto que es una evaluación subjetiva. Y a mí me resulta poco aunque haya algunas cosas de estupenda calidad, como Los Pichiciegos, que es una cosa magistral. Pero sigo pensando que hay poca ficción para un tema de esa envergadura. Porque yo sigo pensando en la envergadura que tiene. No solo la guerra de Malvinas, aunque también. Pero digo la causa Malvinas, el símbolo Malvinas, el deseo Malvinas- Es enorme.

-¿Y vos entendés por qué?

-Ahí sí hay mucho. Trabajos académicos que se interrogan por qué Malvinas tiene esa dimensión de deseo insatisfecho, de tierra irredenta, de promesa incumplida. Y esos trabajos académicos suelen identificar la decepción de la Argentina como proyecto de Estado-nación a partir de la década de 1930 con un fuerte crecimiento de la reivindicación sociocultural sobre las islas. Muchos académicos ven que esas dos cosas pasan al mismo tiempo y una se convierte en trampolín para la otra.

-¿Cómo es eso?

-En este sentido: si logramos volver a tener a las Malvinas en el territorio, conseguiremos una proyección y una fortaleza y progreso. Es decir: la recuperación de Malvinas como condición de grandeza. Eso se marca mucho a partir de la década del 40. En realidad, desde la década del 30, que es cuando algunos intelectuales viajan a las Islas, cuentan cómo son las Islas. Son intelectuales que, además, ponen un poco en entredicho la vieja relación amigable con Inglaterra. Entonces, citan Malvinas como un ejemplo de: “No, esperá, ¿por qué esta relación amigable?” Si… Esto va de la mano del nacionalismo de los 30 también. Y en los 40 aterriza en las escuelas el tema de reivindicar la soberanía.

-Y eso no ha cambiado.

-Fijate cómo estamos hablando de ochenta, noventa años atrás. Y la guerra no rompió esa continuidad.

-En un artículo, hace tiempo, el psicoanalista Luciano Lutereau señalaba que en el cantito del Mundial de Qatar aparecían “los pibes de Malvinas”. Diego, Lionel, los pibes de Malvinas.

-La única referencia extrafutbolística de ese cantito es a los pibes de Malvinas.

-Y esos son los pibes; no son las Malvinas, es la guerra.

-Y eso es la guerra. Pero por fuera de la guerra… , Me llamaba la atención mucho antes de meterme a investigar para esta nueva novela, que vos vas por cualquier ruta de la Argentina y en el medio de la nada hay un cartel azul con la silueta de dos islas que vos identificás, que son las Malvinas, un número y una flecha. Y vos decís: “Ah, tres mil doscientos catorce. Son tres mil doscientos catorce kilómetros a Malvinas”. Un país que se hace eco de esa ausencia.

Fuente: Infobae